El comercio electrónico se consolida como un pilar estratégico para las PyMEs de la industria de consumo en México. Según el Barómetro GS1 2024, el 60% de las pequeñas y medianas empresas fabricantes ya comercializan sus productos en plataformas digitales. Este cambio refleja una transformación importante en el sector, donde vender en línea dejó de ser una ventaja competitiva y se convirtió en una necesidad para profesionalizarse y mantenerse relevantes en un mercado en constante evolución.
Las redes sociales lideran la adopción de canales digitales. El estudio indica que Facebook (75%), Instagram (61%) y WhatsApp (57%) son las plataformas más utilizadas para conectar con los consumidores, gracias a su accesibilidad y capacidad de alcance. Además, 42% de las PyMEs ha dado el salto a marketplaces consolidados como Mercado Libre, Amazon, Walmart y Liverpool, que ofrecen una visibilidad masiva y acceso a nuevos segmentos de mercado.
Sin embargo, no todas las PyMEs han integrado la venta en línea. Un 38% aún no lo hace y un 2% ha dejado de vender en este canal, principalmente por la complejidad que implica gestionar múltiples plataformas, la falta de personal capacitado o las características de sus productos, que pueden requerir estrategias específicas.
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Omnicanalidad: una necesidad urgente
La adopción del comercio digital plantea nuevos retos. Eduardo Aldave Fuentes Calvo, Director de Planeación Estratégica y Finanzas de GS1 2024 México, subrayó la importancia de dominar la omnicanalidad. “Es necesario capacitar a las PyMEs para que puedan operar con éxito tanto en los puntos de venta físicos como en los anaqueles digitales. Esto no solo impulsa su profesionalización, sino que fortalece su competitividad”, aseguró.
La omnicanalidad permite a las empresas optimizar su relación con los clientes al ofrecerles una experiencia de compra integrada y fluida, independientemente del canal que utilicen. Sin embargo, requiere inversiones en tecnología, logística y capacitación, lo que aún representa un desafío para muchas PyMEs.
El informe también revela que el 82% de las PyMEs consideran que los precios fijos son su principal ventaja competitiva. Si bien esto les permite ofrecer estabilidad a sus clientes, puede limitar su capacidad de aplicar estrategias más flexibles como descuentos o promociones, fundamentales en un mercado tan dinámico como el actual.
“Las microempresas suelen tener márgenes reducidos, lo que dificulta ajustar precios de manera estratégica”, explicó Jorge Joaquín Valencia Rocha, Gerente de Planeación Estratégica en GS1 México. En el caso de las medianas empresas, si bien tienen mayor capacidad de maniobra, aún enfrentan retos significativos en la gestión de costos y márgenes de rentabilidad.
Además, la falta de inversión en innovación, logística y distribución sigue siendo un obstáculo importante. Según Valencia Rocha, estas carencias no solo frenan el crecimiento inmediato de las PyMEs, sino que también limitan su capacidad de competir en un futuro dominado por la automatización y la transformación digital.
Un mapa estratégico para las PyMEs
El Barómetro GS1 2024 no solo presenta un diagnóstico actual, sino que también ofrece un plan estratégico para que las PyMEs puedan crecer y consolidarse en la era digital. La clave está en adoptar herramientas tecnológicas, profesionalizar la gestión financiera y logística, e invertir en innovación para mantenerse competitivas.
Con estas acciones, las PyMEs podrán superar los retos actuales y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el comercio digital y la omnicanalidad, consolidándose como jugadores clave en el sector de consumo en México.