El arte de la felicidad (y de ser felices)
La felicidad depende de nosotros mismos, también haré énfasis en el hecho de que, para lograrla, se requiere autoconocimiento, disciplina y poder mental.
Por: Ana Michelle Concepción Esterrich.
¿Existe algo más subjetivo que el concepto de felicidad? Yo creo que no.
El agua invariablemente moja y las piedras son duras, pero la felicidad tiene un significado diferente para cada quien. Para algunos es el éxito laboral, para otros tener una familia, titularse o viajar por el mundo, en fin, dos definiciones iguales de felicidad no existen.
Este video te puede interesar
Lo que trato de decir es, que lo que todos tenemos en común con la felicidad, es la capacidad de hallarla.
Ahora la pregunta es, ¿dónde y cómo la encuentro? Pues la felicidad crece y vive en nuestro interior, sí, todos lo sabemos, pero pocos son conscientes de ello. Así de fácil, la esencia de la felicidad proviene de nuestro ser y del propósito de ser felices, conectar con quien realmente somos y con lo que queremos.
Más de uno, más de una, fruncirá el ceño y dirá, ‘oye, pero los factores externos que no están en nuestras manos, ¡afectan directamente nuestro estado de felicidad!’ De acuerdo, no lo discuto, pero afectan sí y solo sí lo permitimos, es decir, influyen cuando respondemos negativamente a los retos de la vida y no nos enfocamos en el aprendizaje da cada experiencia.
Aquí mi sugerencia es, hacernos responsables primero de nosotros mismos y luego del manejo de la situación a nuestro alrededor, buscando la paz, ¡ahí está la felicidad!
¡Acción!
Vamos al siguiente nivel. Así como aseguro que la felicidad depende de nosotros mismos, también haré énfasis en el hecho de que, para lograrla, se requiere autoconocimiento, disciplina y poder mental. Cuidando la energía que transmitimos y la energía de nuestro entorno.
Partamos de las preguntas: ¿qué quiero?, ¿manejo energía positiva en mi vida?, ¿cuáles son mis sueños?, ¿qué me hace feliz?, ¿vivo en el presente o en el pasado?, ¿sonrío? Creo que, cuando estamos atrapados en el día a día y en los temas cotidianos de la familia, el trabajo y las responsabilidades, tropezamos en la costumbre, y esta nos impide ver las oportunidades que tenemos enfrente. Resultado: no logramos plenitud, ni llegar a la felicidad, y mucho menos, vislumbrar una vida mejor.
Considero que este proceso de observación, en el que identificamos las cosas que van de acuerdo (o no) con lo que queremos, es un primer paso imprescindible hacia la felicidad.
El pasado, ya pasó.
Ok. Ya cambiamos el rumbo, ya decidimos ser felices y salir de la comodidad, sin embargo, creo que el verdadero reto comienza en vivir el presente, hacer del ‘hoy’ lo más importante. ¡Si!, por supuesto que todos tenemos un pasado, ¡todos!, pero créeme, el pasado solo sirve para aprender, perdonar y ganar experiencia. Desde mi punto de vista, lo que realmente vale la pena es darle valor al PRESENTE.
Aristóteles decía, ‘el prudente no aspira al placer sino a la ausencia de dolor’. Claro que tenemos (y tendremos) momentos dolorosos, pero si decidimos sanar, aprender y hacer del dolor algo pasajero, encontraremos de frente la felicidad.
Lo veo así; dejemos de vivir en lo que nos pasó, y elijamos ser responsables de lo que sucederá de ahora en adelante. Te aseguro que, para ser felices, es imprescindible soltar el pasado y entrarle sin temor al
futuro.
Recodifícate, ¡reinvéntate!
Ya casi para finalizar esta colaboración, considero indispensable subrayar la necesidad de romper viejas costumbres, soltar el miedo al ‘qué dirán’ y a lo desconocido. Sólo necesitamos valentía y determinación. ¿Por qué temerle a algo que nos puede dar felicidad? La respuesta a esa pregunta nos dirá qué áreas debemos trabajar de manera individual. Y después de este ejercicio, sólo quedará definir
los pasos para transformarnos y dirigirnos al sitio de felicidad que tanto deseamos.
Para concluir, te comparto una valiosa herramienta para detonar los indicadores de felicidad: recuerda siempre lo que te hace ser tú mismo, lo que te hace sonreír y reír a carcajadas, lo qué te da la sensación de agradecimiento y plenitud. Lo que te hace desear ser y hacer más, lo que eleva tu energía. ¿Qué te hace sentir que todo es posible? Lo que sea en definición, por ahí es.
Nunca dejes de buscar la felicidad, y para lograrlo, hay que creer firmemente que SÍ SE PUEDE SER FELIZ, que hay algo más grande y significativo para nuestras vidas; que la felicidad debe ser nuestro propósito, y que sin duda, es alcanzable.
¿Quién es Ana Michelle Concepción Esterrich?
Ana Michelle Concepción Esterrich es VPGM de Enterprise Business Solutions de AT&T México. Además, es instructora de yoga, health coach y experta en holistic health.