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Innovación: un motor fundamental del crecimiento empresarial

Por: Érika Pedroza Luna 12 enero 2024
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<strong>Innovación: un motor fundamental del crecimiento empresarial</strong>

Integrarla en la filosofía de la compañía sirve para la adopción y adaptación a tecnologías emergentes, para establecer procesos creativos, promueve una cultura colaborativa, mejora la visión de negocio y la rentabilidad.

“La innovación ocurre cuando a las personas se les da la libertad de hacer preguntas y los recursos y el poder para encontrar las respuestas.”

 Richard Branson, fundador de Virgin Group

En su acepción más pura, del diccionario, innovar es mudar o alterar algo, introduciendo novedades. Siguiendo esta definición, todos tendríamos capacidad de innovación. En determinado momento seríamos capaces de añadirle atributos a algo, modificarlo o crear e inventar algo nuevo; sin embargo, no todos nos atrevemos. Existe una creencia generalizada de que innovar solo se trata de invertir en tecnología o idear genialidades que a nadie más se le han ocurrido. Nada más alejado.

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Si bien la innovación tiene sus requisitos, no existen reglas universales infalibles que apliquen para todos los casos, pero, en el ámbito empresarial, aquellos que han pavimentado el camino, tienen algunas de las claves sobre lo que les ha funcionado y lo que no.

¿Cómo identificar una idea innovadora? 

“Una idea, para poderla considerarla innovadora, pudiéramos evaluarla desde el nivel de deseabilidad que tiene su posible mercado meta y esto lo podemos hacer a través de prototipar, hacer pruebas concepto o incluso algún tipo de pivoteo. Esto con el fin de poder obtener retroalimentación del posible usuario, ya que muchas veces lo que para nosotros puede sonar ‘maravilloso e innovador’ no necesariamente lo es para los otros. Entonces la recomendación sería salir del ‘laboratorio’ y probarla, recibir retroalimentación, aprender, modificar e iterar”, recomienda Juanjo Cervantes, docente y catalizador de innovación en CEDIM, The School of Design, con sede en Monterrey. 

Innovación empresarial

Innovar es un proceso que conlleva varios pasos: observar, comprender, experimentar, proponer, colaborar, empatizar, prototipar, probar… 

Paradójicamente, el tema de la innovación no es nuevo. Desde hace algunas décadas, firmas importantes de tecnología, automotrices, alimentos, construcción, servicios bancarios… y hoy, de manera destacada las Fintech, crearon departamentos de calidad o específicamente de innovación, pues lograron detectar la importancia de mejorar sus productos, procesos o modelos de negocio y de lo relevante que esto representa para sus mercados.

“La innovación empresarial trata de anticiparse o prestar una solución diferente a las necesidades de los consumidores. Los mercados no son fijos; las preferencias, intereses, hábitos y gustos de los compradores cambian a lo largo del tiempo. Las empresas también optimizan sus procesos para ser más eficaces, productivas y rentables. Innovar consiste en aplicar cambios que aporten valor a todo el área de la empresa, sustituyendo procesos, formas de organización o productos por nuevas soluciones”, de acuerdo a la Cámara Madrid (2022).

Soluciones disruptivas

Las ventajas que reporta la innovación dentro de las empresas son amplias. Promover una cultura de innovación le permite a la organización:

  • Adaptación a tecnologías emergentes.
  • Establecer procesos creativos.
  • Promover una cultura colaborativa.
  • Mejorar la visión de negocio.
  • Mejorar la rentabilidad.
  • Adaptarse ágilmente al entorno.
  • Atender las demandas reales de sus clientes.
  • Fijar nuevos retos. 
  • Atracción y retención de talento.

Para el empresario Fabricio Ledesma Heinrich, quien cuenta en su trayectoria empresarial con más de 20 años de experiencia, la innovación “es generar cosas nuevas, aunque estén dentro del segmento de mercado, buscando soluciones para el cliente”. 

Reconocido por su perspectiva innovadora en el mundo empresarial, Ledesma Heinrich destaca que la esencia de la innovación reside en la capacidad de identificar las necesidades latentes del cliente y proponer soluciones disruptivas que no solo respondan a esas demandas, sino que también las anticipen. En su visión, la innovación implica un compromiso constante con la mejora, la adaptación ágil a los cambios del mercado y la creación de valor diferenciado para el consumidor. Además, el empresario sostiene que este enfoque proactivo es fundamental para mantener la relevancia de una compañía en un entorno empresarial dinámico y competitivo.

La innovación en una empresa se traduce en:

  1. Propiciar el cambio.
  2. Potenciar el crecimiento.
  3. Mejorar las ventas.
  4. Promover la integración y el trabajo en equipo.
  5. Redimensionar el modelo de negocio.
  6. Encontrar un diferenciador.
  7. Volverse competitivos.
  8. Atender las necesidades de los clientes conforme evolucionan.

“Si bien la innovación pudiera tener un impacto en mayores ingresos, también puede funcionar para reducir costos, mejorar el proceso productivo, mejorar la experiencia del cliente, incrementar el valor de la marca, generar un ecosistema de aliados o incluso para tener un modelo de negocio diferente”, explica Juanjo Cervantes. 

¿Cómo innovar?

La innovación no es exclusiva de las grandes compañías, de hecho, tiene lugar en cualquier giro empresarial o institución, sin importar su tamaño, rubro o facturación. Y es que no hay una idea de negocio o un proceso que no sea susceptible de hacer mejoras. 

“Efectivamente, hay que desmitificar que la innovación es solo para algunas empresas que tienen suficientes recursos y la cual ocurre en laboratorios con colaboradores vestidos de blanco. La innovación debe de ser una actividad de igual importancia como lo son ventas, la administración o la misma operación”, recomienda el docente de CEDIM y sobre el proceso de cómo innovar, propone poner en marcha un par de ideas:  

1. Sesiones creativas. Traer un problema a la mesa de diálogo y explorar alternativas de solución. En esta sesión evitar matar la idea de solución desde el punto de vista de viabilidad y factibilidad de llevarlo a cabo. Se trata de ir ejercitando el músculo creativo. 

2. Sprints de innovación. Si bien innovar puede ser un esfuerzo mayor, hacer un pequeño proyecto con un ciclo de ejecución muy corto (una semana por ejemplo) pudiera ser una buena manera de adentrarse a este mundo.

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