En un entorno cada vez más globalizado y digitalizado, la seguridad privada ha dejado de ser vista solo como un gasto necesario y se ha convertido en una inversión estratégica para el crecimiento empresarial. Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI), lo ha demostrado con más de cuatro décadas de experiencia en el sector, posicionando a su empresa como líder en la protección patrimonial.
Desfassiaux destaca que contar con servicios de seguridad privada no solo previene amenazas, sino que genera un entorno laboral seguro y confiable, lo que se traduce en un aumento de la productividad. “La seguridad es más que una medida preventiva, es una inversión que permite a las empresas centrarse en su operación sin riesgos innecesarios”, señala.
En sectores clave como el bancario, industrial y retail, esta inversión ha mostrado claros beneficios en términos de retorno. La custodia física de mercancías y el monitoreo en tiempo real a través de tecnologías avanzadas, como las que ofrece el Centro Nacional de Monitoreo C5 de GMSI, permiten la detección temprana de riesgos y la reducción de pérdidas, lo que se refleja directamente en las utilidades de las empresas.
Además, al contar con personal altamente capacitado, las empresas disminuyen la necesidad de recurrir a fuerza excesiva y, en cambio, manejan las situaciones con mayor eficiencia. Esto genera confianza en los clientes y mejora la reputación empresarial.
La seguridad privada ya no es un lujo, sino una necesidad que, bien gestionada, se convierte en un activo clave para el crecimiento y la estabilidad a largo plazo.
