Las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024 han puesto a Pensilvania en el centro de atención. Este estado, con 19 votos en el Colegio Electoral, es uno de los territorios más disputados por los candidatos Donald Trump y Kamala Harris, quienes concentran sus recursos y estrategias en asegurarlo para sus respectivas campañas.
En 2020, Pensilvania apoyó al demócrata Joe Biden, quien venció por un margen de 80,555 votos, o el 1.16%. Aunque la diferencia fue mínima, Pensilvania no figuró entre los estados más reñidos, como Wisconsin, Arizona y Georgia. Sin embargo, este año se considera esencial debido a su alto número de votos electorales, que supera al de otros estados indecisos.
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Para ganar la presidencia de Estados Unidos, un candidato necesita obtener al menos 270 votos electorales. Pensilvania representa un importante porcentaje en esta suma, razón por la cual Trump y Harris priorizan su conquista. Además, aunque perdió un escaño en la última reasignación del Congreso, sigue siendo el estado indeciso con más electores.
Las elecciones de 2024 marcan el primer proceso presidencial desde la reciente redistribución de escaños del Congreso, influenciada por el censo decenal. Este proceso ajusta la cantidad de electores de cada estado, en función de los cambios demográficos. Estados en crecimiento ganan más escaños, mientras que los que pierden población ven reducido su número de electores. Para Pensilvania, esto significó pasar de 20 a 19 votos electorales.
Pensilvania es clave para ganar la Casa Blanca
El control de Pensilvania se traduce en una ventaja significativa para los candidatos en las elecciones de Estados Unidos. Trump, en particular, se beneficiaría de este nuevo mapa electoral, que ha favorecido ligeramente a los republicanos.
Si gana en Pensilvania y conserva los estados que obtuvo en 2020, podría sumar 235 votos. Aunque esto lo dejaría aún por debajo de los 270 necesarios, su posición mejora considerablemente con la ayuda de un estado indeciso de esta magnitud.
Para Harris, lograr la victoria en Pensilvania implicaría mantener una tendencia favorable para los demócratas en estados clave, replicando el éxito de Biden y consolidando una mayoría de votos en el Colegio Electoral.
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