Brecha digital: 4 de cada 10 mujeres en AL no tienen una conectividad efectiva
La brecha digital de género excluye a mujeres y niñas de la educación, la innovación tecnológica y de la inserción laboral.
En el marco de la Sexagésima Cuarta Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer, Ministras de la Mujer en colaboración con autoridades de gobierno y representantes de las Naciones Unidas, organismos internacionales y de la sociedad civil, hicieron un llamado para cerrar la brecha digital de género en América Latina y el Caribe.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estima que 4 de cada 10 mujeres en la región, no están conectadas o no pueden costear una conectividad efectiva que les permita acceder a Internet, disponer de un dispositivo y de las habilidades básicas para utilizarlo.
Mujeres rompiendo la brecha de género en STEM
En este contexto, el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar-Xirinachs, alertó que “existe una brecha digital de género que deja a las mujeres y niñas fuera de áreas estratégicas de la educación, la innovación tecnológica y de la inserción laboral”.
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Asimismo, destacó que ante la crisis de desarrollo y “la palpable desigualdad de género que persiste en nuestra región, es necesario contar con soluciones audaces”.
Brecha de género en CTIM
Cabe destacar que en América Latina y el Caribe, la tasa de conclusión de las mujeres en la educación secundaria es 6.1%, superior a la de los hombres; sin embargo, en la educación superior, las brechas de género se vuelven evidentes en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM).
De acuerdo con el organismo, en la mayoría de los países de la región, la proporción de mujeres graduadas de carreras CTIM se ubica por debajo del 40%; siendo las áreas de ingeniería, industria y construcción las más críticas, con tan solo el 30.8% de participación femenina en la matrícula de educación superior.
En tanto que en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), la participación del género femenino en la matrícula de educación superior es del 18 por ciento.
Por su parte, la Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Ayelén Mazzina, señaló que es necesario romper con los estereotipos que existen en torno a que las niñas no son buenas para aprender matemáticas o ciencias.
“Tenemos que reforzar los cimientos de una sociedad más igualitaria y sacar las violencias por motivo de género de las casas, de la política, de Twitter y de todos los espacios digitales”.
Asimismo, hizo un llamado a generar más oportunidades de formación e inserción laboral “para que haya más mujeres trabajando en sectores dinámicos, como lo son la ciencia y la tecnología”.
Políticas de igualdad
Por otro lado, Salazar-Xirinachs refirió que, en el Compromiso de Buenos Aires, aprobado en noviembre del año pasado en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, los gobiernos se comprometieron a “promover políticas públicas intersectoriales que incluyan medidas de acción para propiciar la participación, la permanencia y la culminación de la educación de las niñas, las adolescentes y las mujeres en las áreas de la ciencia, la ingeniería, las matemáticas y las tecnologías”.
Por su parte, María-Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), destacó:
“De nosotros depende que la revolución digital contribuya a que las mujeres disfruten de plena igualdad política, económica y social, y evitar que amplíe las brechas de género preexistentes y genere nuevas desigualdades”.
Finalmente, para avanzar hacia la autonomía de las mujeres en la era digital es necesario diseñar sistemas integrales que promuevan una mayor inclusión digital de las mujeres; reducir las brechas digitales, potenciar la autonomía y promover la confianza y la seguridad digitales para mujeres y niñas.
