Cada año, el 19 de octubre se conmemora el Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama, designado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS); además, en octubre se celebra en todo el mundo el “Mes de Sensibilización del Cáncer de Mama”; el cual se simboliza con un moño rosa para mostrar apoyo a las mujeres que padecen esta enfermedad.
El cáncer de mama es una de las principales enfermedades que continúa afectando la salud femenina a nivel global, y es considerada la primera causa de muerte por cáncer en México. En los últimos años, el número de muertes por esta enfermedad se ha incrementado considerablemente, debido a la tardanza que hay en la detección y diagnóstico, lo que impide brindar una atención médica y tratamiento oportunos.
Incidencia y mortalidad
Cada año se registran 685 mil defunciones por cáncer de mama en todo el mundo, siendo la primera causa de muerte de las mujeres, dentro de los tipos de cáncer. Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que cada año se diagnostican 462 mil casos en América, y 100 mil mujeres fallecen.
En América Latina y el Caribe el 56% de las defunciones se presenta en mujeres menores de 65 años, mientras que en Estados Unidos y Canadá la cifra es del 37%. El organismo señala que de continuar con estas tendencias, se prevé que para el 2030 el número de mujeres con este padecimiento aumente en un 34 por ciento.
En México, según el Instituto Nacional de Salud Pública, en el 2019 se registraron 15 mil 120 nuevos casos de cáncer de mama en la población femenina de 20 años y más. La tasa de incidencia de tumor maligno de mama a nivel nacional fue de 18.55 casos nuevos por cada 100 mil habitantes mayores de 20 años.
Desafortunadamente, la mayoría de las muertes que se registran por esta enfermedad se deben a que se diagnostican en etapas avanzadas, debido principalmente a la poca concienciación y la falta de acceso a los servicios de salud.
Unidas por una mayor concientización sobre el cáncer de mama
Factores de riesgo
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), entre los principales factores de riesgo de esta enfermedad destacan los siguientes:
- La condición de ser mujer
- Edad, conforme se envejece aumenta el riesgo de padecerlo
- Inicio temprano de la menstruación (antes de los 12 años)
- Haber tenido el primer embarazo después de los 30 años
- Antecedente familiar de cáncer de mama o de ovario
- Vida menstrual de más de 40 años
- Menopausia tardía (después de los 55 años)
- Exposición a radiación en la etapa de desarrollo o crecimiento
- Terapias de reemplazo hormonal
- Uso de ciertos anticonceptivos orales
¿Qué se puede hacer desde las empresas?
El cáncer de mama no solo impacta en la salud física de las mujeres, sino también en su salud emocional, mental y en otros aspectos de su vida, como el laboral y económico.
En este sentido las empresas pueden convertirse en aliadas de las trabajadoras que desafortunadamente se enfrentan a este padecimiento. De acuerdo con el Plan Integral sobre Salud Mental 2013-2030 de la OMS, una mayor participación de las empresas en la salud física y mental de los colaboradores contribuye a reducir la estigmatización y discriminación de personas que requieren tratamientos médicos.
Asimismo, el organismo recomienda que las organizaciones deben implementar programas de reincorporación, que incluyan atención clínica puntual a colaboradores que reciben tratamientos por diversas enfermedades.
“Las enfermedades, en particular las crónico degenerativas, tienen un impacto muy grande en la salud mental de las personas. Ante esto, las empresas tienen una gran responsabilidad en materia de atención oportuna y acompañamiento”, asegura Abel Navajas, Manager de Affor Health, empresa de gestión y mejora de la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
De este modo, la creación de una red para el cuidado del paciente contribuye a entender cómo las empresas pueden apoyar a los colaboradores que enfrentan enfermedades como el cáncer y que a la vez son vulnerables en su estado anímico.
“Las empresas deben mostrarse como organizaciones que acompañan y asisten a los pacientes. Las personas con este tipo de padecimientos que cuenten con una empresa aliada, sin duda tienen una mejor calidad de vida y eso impacta en su ambiente laboral”, argumenta el Manager de Affor Health.
Por su parte, Juana Ramírez, Founder y CEO de Grupo SOHIN, organización que acompaña a pacientes con enfermedades complejas, agregó que “El papel que deben jugar las empresas es fundamental porque las obligaciones emanadas de la NOM-035 hacen que las compañías deban responsabilizarse también por la salud física y mental de los colaboradores. Enfermedades como el cáncer de mama, que merma las condiciones del paciente durante su tratamiento, requieren de la comprensión de la empresa”.
Finalmente, adoptar políticas que se enfoquen en brindar apoyo y soporte a personas que están enfrentando esta enfermedad oncológica o bien ya la superaron, pero requieren atención, será un gran reto para las empresas.
Salud mental: 4 acciones para cuidar a tus colaboradores