En México, el tema sobre el exceso de trabajo y largas jornadas laborales ha cobrado relevancia debido a su impacto en la salud física y mental de los colaboradores.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cada año fallecen, en todo el mundo, cerca de 750 mil personas debido a excesivas jornadas de trabajo, principalmente por enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que las largas jornadas laborales son un factor de riesgo, debido a que quienes trabajan más de 50 horas a la semana tienen un 35% más de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular y un 17% más de desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con quienes mantienen jornadas
más equilibradas.
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De acuerdo con Marisol Vásquez Sánchez, coordinadora del HUB México de Affor Health, el desgaste emocional sostenido puede derivar en enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e incluso afectar el sistema inmunológico.
“Un colaborador bajo estrés constante no solo experimenta ansiedad o insomnio, sino que su cuerpo responde con inflamación, desregulación metabólica e incluso un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral”.
Efectos en el bienestar y la salud mental
Datos de Statista muestran que los mexicanos trabajan en promedio 2 mil 226 horas al año, siendo uno de los países con las jornadas laborales más largas del mundo.
Este exceso de trabajo no solo reduce el tiempo de descanso, sino que también impacta directamente en la salud mental y física de los trabajadores.
Trabajar largas jornadas causa alteraciones en los ritmos circadianos, reduce la calidad del sueño y limita actividades básicas como alimentarse correctamente o hacer ejercicio, lo que deriva en un desequilibrio entre la vida laboral y personal.
Además, el estrés crónico y la depresión son comunes entre quienes trabajan más de 11 horas diarias, con un riesgo doble de sufrir depresión.
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Acciones para mejorar el bienestar laboral
Ante este panorama, legisladores mexicanos han propuesto reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, siguiendo el estándar de muchas naciones, con el objetivo de mejorar la salud y productividad de los trabajadores. No obstante, estas reformas aún están en debate.
Para la especialista, no se trata solo de reducir las horas de trabajo, sino de generar entornos que protejan a los colaboradores.
“Implementar estrategias como la flexibilidad de horarios y la promoción de pausas activas puede marcar la diferencia entre un equipo saludable y uno al borde del colapso, Con cambios organizacionales adecuados, es posible mejorar la salud mental y prevenir consecuencias graves”.
En este sentido, la coordinadora del HUB México de Affor Health, comparte algunas recomendaciones para atender esta problemática en las organizaciones.
Salud mental: recomendaciones para prevenir el estrés y la depresión en los colaboradores
1. Realizar evaluaciones periódicas de carga laboral
Las empresas deben revisar la carga de trabajo de sus colaboradores y ajustar proyectos. Esto puede incluir conversaciones one-on-one para escuchar preocupaciones y modificar plazos. Con ello la empresa logrará garantizar que el equipo pueda mantener un rendimiento sostenible sin comprometer su salud.
2. Capacitación en manejo del estrés
Incluir programas de capacitación sobre manejo del estrés y salud mental es una acción para prevenir enfermedades como la isquemia cardiaca asociada con la sobrecarga laboral. Orientar a los colaboradores sobre cómo manejar situaciones estresantes y descansar sin sentir culpa es fundamental para su bienestar.
3. Sistema confidencial para alertar sobre la salud mental
Es importante establecer un sistema confidencial donde los colaboradores puedan expresar estrés, agotamiento o cualquier otro síntoma relacionado con su salud mental. Las encuestas anónimas y software de apoyo son una opción. Crear un ambiente seguro donde todos se sientan respaldados es vital para que las empresas reduzcan su tasa de ausentismo y rotación de personal.
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4. Parámetros de descansos saludables
Crear un programa que reconozca y premie a los colaboradores por tomar pausas activas, como caminar o meditar. Se pueden ofrecer incentivos. Esto motivará a los colaboradores a cuidar de su salud mental y física y reducirá su tendencia a trabajar sin parar, lo cual puede derivar en agotamiento y muerte.
5. Días sin reuniones mensuales
Designar un día al mes en el que no se agenden reuniones ni llamadas laborales, puede ayudar para que los colaboradores se concentren en tareas analíticas o estratégicas. De esta manera, las empresas dan a los equipos tiempo para centrarse en un tema sin interrupciones.