Mindset, el desafío que enfrentan las empresas familiares

En México, el 45% del ecosistema empresarial está conformado por Pequeñas y medianas empresas (Pymes) familiares, según datos de la Radiografía del Emprendimiento en México 2021 que elabora la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).

En tanto que cifras recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señalan que el 99.8% de las empresas en México son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) que en su mayoría han pasado de una generación a otra.

De acuerdo con Guillermo Cruz, presidente de la consultoría Asesores de Consejo y Alta Dirección (ACAD) y socio de RSM México, una de las grandes diferencias entre las empresas familiares y las que no lo son, es que para los líderes o fundadores hay más en juego que una empresa, se trata del legado familiar.

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Por ello, es común que con la llegada de un nuevo liderazgo existan ciertos temores o resistencias al cambio, ya sea de otros miembros de la familia, de los socios o incluso de los mismos colaboradores.

“La mayoría de las empresas familiares no sólo heredan el negocio, sino también el ‘mindset’ con el que se operan.

¿Qué es el mindset?

Este término hace referencia a la mentalidad que se tiene del negocio y que ha prevalecido en las empresas familiares a lo largo del tiempo. Asimismo, implica seguir una estrategia o plan de negocios que durante años les ha dado buenos resultados, pero que no necesariamente es el adecuado para los tiempos actuales. En este sentido, cambiar el minsdet es un gran reto que implica romper con las tradiciones familiares.

La presencia de este rasgo es la razón principal por la que algunos empresarios tienen éxito y otros fracasan; es decir, la mentalidad correcta es el ingrediente más importante para el éxito en los negocios. Sin embargo, para tener un mindset que promueva el éxito, se debe estar dispuesto al cambio.

Transformarse o morir

En México, tres de cada diez empresas familiares sobreviven al primer cambio de generaciones, mientras que solo una de cada diez trasciende a la tercera generación. Esto se debe principalmente a que las y los líderes suelen aplicar las mismas estrategias del pasado para enfrentar los nuevos desafíos que se presentan en el entorno actual, y es que la mayoría de las empresas familiares no solo heredan el negocio, sino también la misma mentalidad con la que han operado a lo largo de los años.

Líderes que desafían las crisis

Pocos líderes son conscientes de que lo que antes les funcionaba, ahora es obsoleto, que los tiempos cambian y actualmente el mundo de los negocios es cada vez más competitivo, por lo que es necesario crear nuevas estrategias acordes con el entorno, donde la gestión empresarial familiar tiene que reinventarse no solo para mantenerse a flote, sino para crecer.

De este modo, los nuevos líderes que buscan cambiar el mindset de la empresa familiar deben ser conscientes de que las estrategias deben impulsar el cambio, pero no se trata solo de cambiar por cambiar, sino para  aprovechar las oportunidades que se vayan presentando.

Cambio de liderazgo

La pandemia sin duda, obligó a los negocios a reinventarse y a dejar atrás prácticas familiares que ya no eran funcionales para hacer frente a los nuevos desafíos, como ocurrió con el comercio electrónico; si bien muchas emprendedoras transitaron hacia las ventas en línea, no todas las pequeñas empresas
familiares priorizaron los canales de venta digitales, ya que se aferraron a su idea de que las tiendas físicas eran su principal medio para comercializar sus productos y servicios, por lo que no supieron actuar frente a los cierres por el confinamiento y muchas de ellas tuvieron que parar sus operaciones.

Por otro lado, es fundamental tener presente todo el tiempo que el mundo cambia constantemente, todos los días surgen nuevas necesidades, los hábitos de consumo cambian, al igual que las cadenas de suministro de transforman y por supuesto, la tecnología avanza constantemente, generando nuevas
oportunidades.

En medio de mercados complejos y emergentes, los liderazgos de las empresas familiares deben reinventarse para que sus negocios no sólo sobrevivan, sino que también crezcan, explica Cruz.

Finalmente, las empresas no pueden operar bajo los mismos lineamientos en que lo hacían hace diez o veinte años; los nuevos problemas siempre requieren nuevas soluciones, que muchas veces no se dan si continúan empleando métodos obsoletos. Después de todo, el cambio es la única consistencia en la vida y la evolución es clave para adaptarse, revolucionar e innovar un negocio.

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