En un contexto donde el 75% de los trabajadores mexicanos sufre estrés laboral, la salud física y mental se ha convertido en un tema de relevancia, no solo al interior de las organizaciones, también en el aspecto personal.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aproximadamente 4.8 millones de trabajadores laboran más de 56 horas a la semana.
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que la jornada laboral máxima es de 48 horas semanales, distribuidas comúnmente en seis días, con un día de descanso obligatorio, preferentemente el domingo.
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Sin embargo, muchos mexicanos sobrepasan este límite debido a las demandas laborales o por necesidad económica. Actualmente se analizan reformas para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales.
Como parte de las acciones para contribuir a mejorar el bienestar y la salud mental de los colaboradores, en 2023 entró en vigor una reforma a la Ley Federal del Trabajo para ampliar de 6 a 12 días el periodo de “vacaciones dignas” de los trabajadores.
A pesar de este avance, datos de Pandapé revelan que 70% ha sido contactado durante su descanso para realizar alguna actividad laboral; 41% de los colaboradores ha tenido que trabajar durante sus vacaciones por emergencias y 29% decide mantenerse al tanto de sus pendientes. Además, al 36% le resulta muy difícil desconectarse del trabajo.
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Salud mental y desconexión
Especialistas mencionan que si no se logra una verdadera desconexión laboral, los colaboradores pueden volver mucho más cansados o agotados mentalmente, lo que se conoce como síndrome de ‘burnout’, que pueden impactar en su desempeño y productividad.
Cabe mencionar que las mujeres se caracterizan por un alto nivel de compromiso con los diferentes roles que desempeñan en todos los ámbitos, ya sea como profesionistas, jefas de empresa, madres de familia, entre otros; y a menudo, enfrentan presiones y desafíos por atender las responsabilidades familiares, la gestión del tiempo y las expectativas sociales, lo que impacta directamente en su bienestar emocional.
Hay que recordar que las mujeres dedican casi el doble de tiempo que los hombres a tareas de cuidado no remuneradas, invirtiendo 268 minutos diarios en estas labores, en comparación con los 155 minutos que dedican los hombres; y esta desigualdad puede ser una fuente adicional de tensiones en el hogar.
Un alto nivel de responsabilidad puede generar agotamiento físico, mental y emocional en las mujeres, que muchas veces por pena o para no ser vistas como poco profesionales no manifiestan y siguen aguantando mayores presiones. Incluso hay quienes se sienten culpables por tomarse uno o dos días de descanso, y tomar vacaciones es algo impensable.
El trabajo desde casa, puede propiciar que no haya una desconexión real del mismo, ya que muchas veces no se establece un límite claro de en qué momento comienzan las jornadas de trabajo y cuando concluyen. Además, las actividades del trabajo combinadas con las del hogar, crean un espacio de confusión, ansiedad y estrés.
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Afectaciones a la salud mental
No obstante, es importante priorizar el bienestar y erradicar la idea de que descansar es algo malo. Millones de mujeres trabajan todos los días y cuando llegan a casa se encargan de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, postergando un descanso adecuado, pero sobre todo, necesario.
La presión laboral y los riesgos psicosociales, como largas jornadas y falta de reconocimiento, son factores determinantes en el deterioro del bienestar y la salud mental. En el país, aproximadamente el 15% de la población padece depresión y 20% sufre ansiedad severa.
Las mujeres son cuatro veces más propensas a desarrollar dichos padecimientos, ocasionando que se ausenten de sus actividades laborales con mayor frecuencia, además de ver reducida su productividad.
Baja productividad y costos económicos
La falta de atención a estos problemas no sólo afecta a los empleados, sino que también repercute negativamente en la productividad general y los resultados financieros de las empresas.
De acuerdo con un análisis de la startup Cuéntame, el ausentismo laboral y la rotación de personal puede costarles a las empresas cerca de 183 millones de pesos.
Este impacto se debe en gran parte a que los empleados que sufren de depresión tienden a ausentarse un promedio de 25 días al año, mientras que aquellos con ansiedad severa faltan alrededor de 10 días.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el costo global por no atender la salud mental puede llegar a ser de mil millones de dólares anuales.
En México, el estrés laboral ocasiona pérdidas que oscilan entre los 5 y 40 mil millones de dólares al año en las empresas. Por ello, es importante que las empresas identifiquen los signos de estrés laboral y diseñen sistemas de apoyo específicos para enfrentar estos problemas de salud.
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Priorizar el descanso
Pero también es fundamental que, de manera particular, las mujeres prioricen su salud, evitando situaciones que les provocan estrés.
Para lograrlo, es importante establecer un plan que conlleve organizar las actividades cotidianas incluyendo las laborales y las personales, contemplar horarios para descansar y desconectarse de la rutina para realizar otras actividades como hacer ejercicio, pasar tiempo con la familia.
De igual manera es importante confiar en los demás y aprender a delegar algunas funciones; así como distribuir las tareas del hogar de manera equitativa entre los integrantes, pero sobre todo, mantener un compromiso con su propio bienestar.
Tomarse unos días o un par de horas para descansar no debe considerarse como algo negativo, para estar bien en todos los aspectos de la vida, hay que estar bien desde una misma.