La destacada influencer Yoseline Hoffman, mejor conocida como YosStop, ha vuelto a captar la atención de los medios debido a su incursión en el ámbito de la atención psicológica sin contar con los estudios que la acrediten para ejercer profesionalmente en esta área.
Este último episodio se suma a la controversia previa en la que la influencer estuvo involucrada, cuando fue detenida por difundir material audiovisual de una menor de edad, una acción que las autoridades catalogan como pornografía infantil.
Usurpación de profesión
Tras salir del Centro de Reinserción Social, YosStop ofreció disculpas públicas por su comportamiento anterior y buscó retomar su vida pública.
Sin embargo, sus recientes acciones han vuelto a generar un fuerte debate en las redes sociales. En esta ocasión, la polémica surge por su oferta de servicios de atención psicológica en su página web “Yo soy balance”, con un costo de cinco mil pesos por seis sesiones.
Empresas estarán obligadas a cuidar la salud mental de los colaboradores
La crítica hacia YosStop no solo se basa en el precio de estas sesiones, sino también en el hecho de que está ofreciendo un servicio para el cual no está calificada, careciendo de la acreditación necesaria para ejercer como profesional en el campo de la psicología.
Cuestionamientos sobre su credibilidad y aptitud
Debido a ello, diversos profesionistas es este tema, como la psicóloga Scarlet Espinoza se manifestaron en redes redes sociales, señalando que YosStop estaba ofreciendo sesiones terapéuticas a un precio similar al de un profesional especializado.
Además, resaltó que la influencer, si bien cursó una licenciatura en psicología, no cumple con los requisitos de una formación adecuada para brindar servicios de terapia psicológica.
“Para ejercer como terapeuta, se requiere no solo una formación en la licenciatura de psicología, sino también una maestría en psicología clínica o una especialización equivalente, lo cual otorga las habilidades y el conocimiento necesarios para tratar adecuadamente a los pacientes”.
La reacción de YosStop
Ante las críticas y cuestionamientos sobre su falta de aptitud y preparación en el campo de la psicología, YosStop eligió enfrentar la situación con una respuesta que generó aún más debate.
La influencer defendió su página “Yo soy balance” argumentando que ofrece diversos servicios para aquellos que buscan equilibrio en su salud mental y física. Sin embargo, el foco de la controversia reside en su oferta de terapias psicológicas, un área en la que no cuenta con la acreditación necesaria para ejercer.
Debate sobre la ética y la responsabilidad
Este incidente plantea interrogantes importantes sobre la ética y la responsabilidad de las figuras públicas que utilizan su influencia en plataformas de redes sociales.
Ofrecer servicios que requieren competencias profesionales sin la debida formación puede tener consecuencias negativas para aquellos que buscan ayuda genuina.
Además, desafía la integridad de los profesionales de la salud mental que han invertido tiempo y esfuerzo en su formación.
La controversia en torno a YosStop y su incursión en el campo de la terapia psicológica sin la preparación adecuada continúa generando debates en las redes sociales y en la esfera pública.
Los observadores y profesionales de la salud mental están atentos a cómo se desarrollará este episodio y qué lecciones se extraerán de él en términos de la responsabilidad de las figuras públicas y la ética en el ámbito de la atención médica.
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