En Louis The Game, el juego para móvil de LVMH, el personaje Vivienne recorre diversos mundos, en la búsqueda de hitos en la vida de Louis Vuitton. El pasado 4 de agosto los mejores jugadores – entre más de dos millones de descargas que llevaba el juego hasta abril pasado – participaron en la rifa de 10 NFT exclusivos desarrollados a partir del blockchain de Ethereum.
De tal forma, ésta y muchas otras empresas de moda (como Gucci, Essilor Luxottica, Nike y Adidas) han incursionado de lleno en el metaverso: ese mundo digital alternativo que está en plena construcción actualmente, y en el cual muchos ven enormes posibilidades de negocio.
Ethereum es la tecnología que sustenta al mundo cripto y el futuro del internet que se conoce como Web 3.0 y hace posibles muchos de estos primeros desarrollos en el metaverso. Sustentados por su blockchain, los NFT permiten al usuario ser dueño de un activo único e irrepetible, que puede representar una imagen, un texto o hasta un título de propiedad.
¿Las realidades virtuales no existían ya?
La gran diferencia entre lo que actualmente está buscando construirse y los mundos y juegos virtuales que ya existen, desde Second Life y Los Sims hasta Fortnite, está en la apertura, no sólo entre diversos ambientes, sino hacia otras actividades mucho más allá del entretenimiento.
Se busca construir un universo en el cual los avatares y sus pertenencias puedan pasar de un mundo a otro y, lo más importante, conservando sus propiedades, mismas que podrían convertirse en verdaderos objetos de valor y, por lo mismo, comprarse y venderse entre las personas, como lo serían en el mundo real. Por ejemplo, Nike desarrolló con la plataforma Roblox su Nikeland, en donde los personajes pueden comprar artículos deportivos, y exhibirlos.
Algunos de los nuevos artículos serán NFT de nueva generación, pero el sentido se logrará cuando el avatar pueda ir de Nikeland a otros lugares del universo digital. Por ahora, puede moverse a otros “mundos” y juegos de Roblox, pero esto aún no es un metaverso.
La apertura mucho más allá del entretenimiento será la clave del éxito del metaverso. Se espera que los bancos desarrollen mejores sistemas de inteligencia artificial y plataformas, de manera que la experiencia de “ir al banco” sea completamente digital. Los servicios médicos virtuales pueden realmente instaurarse, por medio de mecanismos de auscultación remotos y sólo la imaginación es el límite cuando se piensa en todas las formas en que podría funcionar un sistema educativo virtual, con mejores clases, trabajo en grupo, investigación y networking internacional con estudiantes de todo el mundo.
Por supuesto, y dada la gran experiencia ganada en trabajo remoto en los últimos años debido a la pandemia, no resultaría nada extraña la creación de centros de trabajo en el metaverso, lo cuales no sólo serían una nueva forma de oficina virtual, sino permitirían crear equipos de trabajo internacionales que pueden encontrarse en cualquier momento y lugar. Quizá en esos casos nuestro avatar podría vestir su exclusivo diseño de Louis Vuitton.
¿Dónde estará el metaverso?
Estimaciones de Morgan Stanley apuntan que el universo digital podría reportarle a las empresas de lujo y moda unos 50,000 millones de dólares (mdd) en ingresos para 2030, mientras un reporte de Grayscale estima que la construcción del Metaverso es un negocio de más de 1.3 billones de dólares, en el cual las dos grandes tajadas del pastel (más de un billón) serían para el negocio de la publicidad y para el ahora conocido como “comercio social”.
Si el desarrollo sigue, será un lugar mucho más descentralizado que la Web 2.0 actual, con muchos puntos de entrada diferentes y oportunidades comerciales que terminarían vinculándose entre sí y ofreciendo oportunidades para que las empresas tradicionales innoven y creen nuevos flujos de trabajo y de ingresos.
Los tokens, NFT y criptoactivos serán los nuevos bienes valiosos de este universo y la riqueza se evaluará en productos digitales. Todos estos activos han tenido unos meses difíciles, ya que el mercado se ha ajustado tras un movimiento alcista rápido en 2021 y las valuaciones de los criptoactivos han vuelto a la tierra. Pero lo que es clave en el mercado es que la tecnología sigue siendo muy valiosa, incluso si algunos proyectos no son tan duraderos.
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