La búsqueda, atracción y retención de talento se mantiene como un reto para todo tipo de organizaciones. Podríamos decir que las generaciones actuales se encuentran atraídas por el propósito y razón de ser de las compañías, su cultura, el ambiente de trabajo y sobre todo, por las oportunidades de aprendizaje y desarrollo.
Dicho esto, es crucial comprender qué es eso que buscan los profesionales al considerar sumarse a una empresa y, por supuesto, encontrar esos puntos comunes entre lo que busca ese talento y lo que espera la compañía para asegurar la alineación entre ambos.
Atrás quedaron los días en donde el salario era el principal motivador, hoy vemos candidatos que se mueven por otros intangibles que influyen significativamente en su satisfacción laboral y en su compromiso con la empresa. En este sentido, la cultura empresarial desempeña un papel fundamental, ya que además de definir el ambiente de trabajo, refleja los valores, las creencias y las prácticas que rigen el comportamiento de las personas y los líderes dentro de la organización.
Y qué es la cultura organizacional sino el conjunto de comportamientos y variables que definen a una compañía, la hacen única y diferente en el mercado laboral, definen su identidad y crean el contexto a través del cual se desarrolla el trabajo diario.
Por lo anterior, se hace relevante entender que la cultura no se construye como un manual de convivencia que se lee de memoria, la cultura debe entenderse, vivirse y sentirse en la forma como actúan los líderes y las personas de la organización, en la forma como se toman las decisiones, en lo que se valora y reconoce al interior de la compañía, de manera que se convierta en un marco de actuación compartido que cuando es coherente, se convierte en el mejor impulsor de la estrategia de la organización.
A continuación, algunas de las variables claves que construyen la cultura y que son mis favoritas para crear ambientes laborales comprometidos y apasionantes.
1. Propósito y valores claros: Tener un propósito claro y transformador es el imán que atrae el talento de las generaciones más jóvenes. En este sentido, en Tuhabi nuestro propósito es claro y contundente: “Mejorar la vida de las familias latinoamericanas mediante información, transparencia y seguridad”. Esto impulsa nuestras acciones diarias y es una guía que nos ayuda a facilitar una de las decisiones financieras más relevantes de la vida de las familias: la compra o la venta de una vivienda.
2. Liderazgo coherente: Son los líderes de la organización quienes “dan vida a la cultura”, son quienes a través de sus comportamientos y actitudes, ponen el referente de los comportamientos y valores de la empresa en lo que hacen, lo que dicen, en la forma como gestionan sus equipos y en la forma como toman decisiones, guiadas por los valores de la compañía. Por lo anterior, desarrollar lideres que entienden la cultura y la apropian, que son consistentes en su forma de actuar, es un pilar fundamental para la creación de valor interno, así como para incrementar la motivación y el compromiso de los colaboradores
3. Oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional: Como enunciamos al inicio, los nuevos talentos buscan oportunidades de aprendizaje, contribución, donde puedan proponer ideas. Quieren estar en lugares donde puedan trabajar al lado de profesionales de alta calidad de quienes puedan aprender y tener exposición. Las organizaciones con culturas sólidas, que entienden que el mejor talento es el requisito para el logro de sus objetivos, promueven e incentivan éste tipo de espacios, habilitando a sus colaboradores escenarios de aprendizaje, desarrollo y crecimiento interno.
4. Colaboración y retroalimentación constructiva: Si bien el liderazgo coherente desarrolla y hace crecer a los equipos, es fundamental también crear espacios de colaboración entre áreas, donde prime el interés de la organización y donde todos los colaboradores puedan expresar sus ideas con libertad, sin temor a las jerarquías, dando y recibiendo feedback de manera abierta, respetuosa y constructiva.
Estas características desarrolladas desde la cultura, crean entornos positivos donde las personas se sienten valoradas, retadas y comprometidas a crear y contribuir al logro de los resultados y a la construcción de un futuro de beneficio para todos.
En resumen, para atraer a los jóvenes talentosos de hoy en día, las empresas deben ir más allá de ofrecer simplemente un salario competitivo. Necesitan construir una cultura empresarial sólida y atractiva que resuene con las aspiraciones profesionales de las nuevas generaciones y los atraiga.
Asimismo, con sus colaboradores actuales, una cultura sólida y coherente, que incentive el aprendizaje y el desarrollo, le permite fidelizar los mejores talentos y consolidar equipos excepcionales que no sólo gestionan el logro de los objetivos, sino la construcción del futuro
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