Las fiestas navideñas nos traen recuerdos de la infancia sobre los regalos que más deseamos o nos hicieron felices. Algunos juguetes no pasan de moda y han trascendido generaciones, tal es el caso de las pistas de autos de Scalextric, un clásico que se ha renovado tras seis décadas de existencia.
Bajo la dirección de Luis Arnau, CEO de la empresa, la marca ha revolucionado la experiencia lúdica al integrar innovaciones digitales en sus nuevos modelos de pistas y coches a escala, de ahí que la marca se mantenga vigente en los hogares de muchas familias y aficionados a las emociones y al modelismo.
Con una proyección de ventas de 55% para esta Navidad, la marca consolidará su posición en España y México al cierre de 2024, sin embargo, se adelanta que durante los próximos años Scalextric se habrá de expandir hacia Europa, Estados Unidos y Sudamérica, como parte de su estrategia de crecimiento.
Actualmente el fabricante de circuitos de autos de carreras ha basado su línea de ventas en canales offline, aun cuando la demanda es trabajar directamente con tiendas de autoservicio y departamentales e ir descubriendo nuevos contactos. La oferta por internet en plataformas como Amazon, representan para la marca el 30% de su totalidad.
En 2025 Scalextric promete seguir uniendo familias y amigos alrededor de la pasión por el automovilismo, ofreciendo experiencias de juego cada vez más innovadoras y llenas de emoción.
Osiel, 20 años después
Este domingo, un juez federal determinó el auto de formal prisión de Osiel Cárdenas Guillén, el ex líder del Cártel del Golfo a quien se le cumplimentaron tres órdenes de aprehensión por homicidio calificado, delincuencia organizada y contra la salud, además de que tiene siete procesos pendientes de antes de que fuera extraditado en 2007 que, en caso de ser sentenciado por todos ellos con condena máxima, alcanzaría unos 730 años de prisión.
En Estados Unidos fue sentenciado en 2010 a 25 años de prisión y una multa de 50 millones de dólares. Cumplió una condena corta, y fue liberado en agosto pasado, quedando bajo custodia de las autoridades migratorias hasta su deportación el lunes pasado y reingreso al Cefereso del Altiplano, en Almoloya de Juárez.
Tras la captura de Juan García Ábrego en 1996, Osiel Cárdenas asesinó a Salvador Gómez y se quedó con el liderazgo del Cártel del Golfo, de ahí su apodo del “Mata Amigos”. Osiel formó un brazo armado conformado en parte por desertores del Ejército, conocido como los Zetas, por el color azul zeta del uniforme. El grupo fueron un factor clave no sólo para afianzar el control de Tamaulipas sino para la expansión del Cártel a otros estados de la República.
Osiel Cárdenas fue capturado en Matamoros, la madrugada del 14 de marzo de 2003, mientras dormía luego del desvelo por la fiesta de XV años de su hija de un día antes. Con su aprehensión, fueron los líderes de los Zetas quienes tomaron las riendas de las operaciones de la organización.
No fue fácil, sin embargo, los Zetas -como Cártel-, fue desarticulándose y fragmentándose por la muerte o detención de sus líderes, la confrontación con otras organizaciones criminales -La Familia Michoacana prácticamente los expulsó de aquel estado-, y las pugnas internas. Cabe señalar que, a diferencia del Cártel de Sinaloa que mantuvo su cohesión por décadas, ni el Cártel del Golfo ni los Zetas forjaron lazos familiares que permitieran la lealtad de sus integrantes. Los hermanos Cárdenas Guillén continuaron operando, pero ya sin la fuerza de Osiel, cayendo poco a poco. Hoy en día hay por lo menos seis grupos delictivos derivados de lo que fue el Cártel y controlando la estratégica Frontera Chica, pero que ya sin la influencia nacional que tuvieron antes.
Más de 20 años después de su detención, Osiel Cárdenas regresa a México como una sombra de lo que fue, sin margen de operación ni control de nada, sólo a tratar de librar los procesos penales pendientes en nuestro país en lo que le resta de vida.
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