Tengo la fortuna de estar aquí en esta columna como segundo año consecutivo dedicándole los reflectores a la edición número 95 de los Premios Oscar, celebrada el pasado domingo en una ceremonia presencial, organizada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en el teatro Dolby de Los Ángeles, todo ello desde un ángulo sostenible, latino e inclusivo, que por lo general no es así, pues las cámaras y las historias están enfocadas en la carpeta roja, la vestimenta y el chisme, en lugar de las tantas acciones, solidaridad, mensajes e historias positivas, pero sobre todo la gran influencia que tiene la industria en todas las personas que disfrutan de sus extraordinarias producciones.
La noche se inició de manera fenomenal con el recibimiento de un premio a un mexicano por la mejor película de animación, “Pinocho” de Guillermo del Toro, de esta forma es que obtuvo la tercera estatuilla en su trayectoria, con una gran película que lo inspiró desde niño con mensajes muy poderosos, como la relación entre padres e hijos, cultura de la legalidad y frases como “Lo único que hace que la vida humana tenga valor y significado es que es breve y finita”.
Si hablamos de los detalles que cuentan mucho en solidaridad, seguramente notaste que hubo personas usando un lazo azul, donde los premios de la academia no solo reconocen a lo mejor del cine, sino que son una plataforma para razones sociales, y este año no fue la excepción. Varios actores llevaron un lazo azul en solidaridad a las personas refugiadas, consecuencia de la guerra de Ucrania, esto porque tan solo semanas atrás de los Oscar se cumplió 1 año desde que inició la guerra.
Ahora bien, si damos ejemplos de películas y de récords taquilleros como lo es “Avatar the way of water”, tengo años escuchando a mi colega en juntas de consejo del World Environment Center, la Directora Global de Sostenibilidad de Disney, cómo es que ha sido la evolución de la compañía y tienen como centro ir buscando integrar la sostenibilidad, donde en dicha película verde desde su primera edición, nos muestra el impacto que tiene la huella humana en nuestro planeta.
En esta segunda parte de la saga, para celebrar el estreno en cines de la película, en diciembre pasado, 20th Century Studios, Disney y Avatar lanzaron una campaña global “Keep Our Oceans Amazing” para crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan los océanos y la vida marina.
Durante la película, se ven escenas de respeto y armonía de los “Na’vi” hacia el medio ambiente, donde por el contrario existen escenas de los terrícolas donde van primero sus intereses y en último término el respeto y el agradecimiento por lo que nos da la naturaleza, donde se manifiesta claramente al ver la caza agresiva del pasado de ballenas. Es de este modo que se deja claro el mensaje que no tenemos un planeta B y si encontramos otro, la película plantea interrogantes como… ¿serán los humanos lo suficientemente maduros para migrar en el camino de la coexistencia en lugar de la invasión?
La trama principal está basada en los hijos de la pareja que fueron los protagonistas de la primera edición de “Avatar”, enfocada en su crecimiento vemos como el poderosísimo director James Cameron, con el vehículo de sus películas nos hace más conscientes a todos, sobre el monumental trabajo que tenemos las actuales generaciones para dejar un futuro sostenible.
Adicional al anfitrión de la noche bromear en la ceremonia con Malala, la Premio Nobel de la Paz, tal vez sorprendió a muchos su presencia en los Premios Oscar 2023. Sin embargo, esta ejemplar activista con una gran historia de vida por sí sola, dijo estar presente porque es productora ejecutiva del cortometraje “Stranger at the Gate”, nominado como Mejor Corto Documental, continuando su labor de dar a conocer historias que todos debemos saber.
Desde 2016, se cuenta con la sala verde previa a pasar al escenario de los Oscar, donde se decidió duplicar esa temática verde, presentando un tema tropical que destaca la sostenibilidad y la paz. Partiendo de que el techo de dicha sala presenta elementos de iluminación con forma de hojas de monstera, imágenes de la naturaleza, incluidas las selvas tropicales y los ríos, con una enorme cortina de bambú tallado.
Además de ser visualmente impresionante, la famosa alfombra roja, en esta edición de color champagne también es respetuosa con el medio ambiente. Los Oscar siempre se han comprometido a reducir su huella de carbono y este año subieron el nivel de acción, al utilizar materiales ecológicos para la alfombra roja. Esto no solo reducirá el desperdicio, sino que también será un gran ejemplo para la industria y eventos similares.
En general puedo decir que me gustó e inspiró nuevas ideas el evento, pues fue una noche inclusiva en muchos sentidos, comenzando con la visibilidad, pues es desde una plataforma que se ve más internacional, siguiendo con una gran fuente presencial de talento mexicano y latino, demostrando un gran sentido de agradecimiento de los galardonados a su red de apoyo, empezando con sus padres y notablemente sus madres, así como el director de la película ganadora buscando poner antes su público que el valor económico.
En muchos sentidos la huella de la industria del cine es enorme, pero si logran apalancar en sus mensajes trabajar a favor del planeta y comunidad, ¡¡¡tendremos un mejor camino sostenible para todos!!!
Francisco Suárez Hernández es director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
Correo electrónico: francisco.suarezh
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