Ucrania: un golpe de realidad

Parece más un anhelo que una realidad concreta. Tras una llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenski se mostró una vez más optimista de que el diferendo que su país sostiene con Rusia podría resolverse de la mejor manera antes de finalizar el año, algo que para los analistas más avezados se acerca más a una utopía dado el alto costo que tendría para el país por dondequiera que se le mire.

Ucrania se convirtió en la arena en que las viejas potencias se miden buscando mantener su predominio en una región que geopolíticamente presenta muchas ventajas. Cuando Donald Trump habla de paz hay que desconfiar de él, su motor no son precisamente las causas altruistas su visión empresarial lo lleva a buscar la ganancia fácil, aprovechando despiadadamente la fragilidad del otro.

Si bien la administración de Joe Biden encontró una buena veta en el mercado de armas, lo que logró impedir la caída de Kiev en los últimos tres años, Trump quiere los minerales, 500 mil millones de dólares en las llamadas tierras raras, pero sin comprometerse por escrito a mantener vivo el apoyo. El miércoles adicionalmente sugirió que las centrales nucleares y eléctricas pasaran a posesión estadounidense, garantizando así que quedarían protegidas.

Del otro lado, un experimentado Putin se mantiene al acecho. Tras estar empantanado en un conflicto que tendía a la vietnamización, los astros se le alinearon con la llegada de Trump quien, lejos de resolver la pugna, como prometió en campaña, lo único que ha hecho es enrarecer más el ambiente.

Putin espera pacientemente mientras va siguiendo la dirección del viento. Si Estados Unidos le retira el apoyo a Kiev, la caída sería inminente en cuestión de semanas. Pero no se confía, mantiene una ofensiva sostenida y se niega a comprometerse a suspender las hostilidades, más allá de frenar los ataques a la estructura energética treinta días. Rusia quiere una capitulación total, conservar el territorio que ha ido ocupando desde 2014 con la anexión de Crimea, la salida de Zelenski y la renuncia explícita de que Ucrania llegue a engrosar algún día las filas de la OTAN.

Bajo cualquier escenario Ucrania será la gran perdedora, porque además tomará años e inversiones millonarias la reconstrucción de las ciudades y la recuperación de la infraestructura dañada.

Putin también le tomó la llamada a Trump, fueron dos horas; muy pocos saben lo que en verdad se dijo ahí, pero la reacción del Kremlin fue de triunfo, las cosas no les podrían estar saliendo mejor.

Comprar o vender vivienda en días

El mercado de vivienda en México muestra signos de recuperación para 2025, especialmente en el segmento de vivienda usada. A pesar de que los precios continúan al alza, el sector inmobiliario apunta hacia una mayor estabilidad.

En este contexto, quienes buscan vender sus propiedades enfrentan incertidumbre respecto al tiempo que tomará concretar la operación y disponer del capital invertido. Según datos del portal inmobiliario Tuhabi, vender una casa en México mediante el esquema tradicional puede demorar entre 12 y 15 meses en promedio.

Sin embargo, gracias a las herramientas tecnológicas, el tiempo de venta puede reducirse a entre dos y tres meses, e incluso, en algunos casos, hasta a 10 días. Estas soluciones permiten a los propietarios fijar un precio adecuado con base en la ubicación y las condiciones del mercado, además de agilizar el cierre de la operación.

México en el Top Ten de la felicidad

Ni la inseguridad, el desempleo o la pobreza fueron suficientes para evitar que México se ubicara en el Top Ten de los países más felices del mundo y el segundo en Latinoamérica, de acuerdo con el Informe Mundial de la Felicidad 2025, publicado conjuntamente por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Centro de Investigación del Bienestar de la Universidad de Oxford y la Consultora Gallup.

Según este reporte, difundido anualmente en conmemoración del Día Internacional de la Felicidad que se celebra cada 20 de marzo, la creencia en la bondad de los demás está mucho más estrechamente ligada a la felicidad de lo que cualquier persona pensaría.

El informe, encabezado por Finlandia por octavo año consecutivo, señala que situaciones como compartir comidas con los demás, el tamaño del hogar o que las familias vivan juntas y convivan cotidianamente, están fuertemente relacionadas con el bienestar y la felicidad.

En este listado, los países nórdicos acaparan los primeros lugares con Dinamarca en la segunda posición, Islandia en tercer lugar y Suecia en cuarto sitio. En cuanto a los países americanos, Costa Rica está en el sexto lugar, cuatro sitios antes que México, mientras que Estados Unidos bajó 13 posiciones al caer al sitio 24 después de ocupar el peldaño 11 durante 2024.

Entre los países menos felices del mundo, Afganistán lidera el apartado, ocupado en la mayoría de sus espacios por países africanos como Sierra Leona, Malawi, Zimbabue, Botsuana y República Democrática del Congo, que ocupan los peldaños dos, cuatro, cinco, seis y siete, respectivamente.

En conclusión, no crea usted que por la violencia que enfrentan varios estados de la República como Sinaloa, Guanajuato, Jalisco o Tamaulipas, o la marginación que aún se vive en entidades como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, eso signifique que las y los mexicanos no somos felices. Abrazos, no balazos.

Innovación como obsesión; “If ain’t broke, don’t fix it”

El magnate sudafricano, Elon Musk, ha sido reconocido históricamente por su obsesión por la innovación, como una más de sus varias máscaras que ha usado a lo largo de su vida; así como quiso parecer un superhéroe, inventor, millonario, estrella de cine y otros más.

Musk, como Trump, son dos farsantes jugando con el destino de Estados Unidos, incluyendo el de los dueños del dinero y eso es muy riesgoso. Amenazar con imponer aranceles es tan grave como pensar en reducir el gasto gubernamental, particularmente en salud y en educación, además de seguridad social.

Musk, en su papel como innovador, ha podido beneficiarse de incentivos gubernamentales y subsidios que han asegurado el crecimiento de sus empresas. Sin embargo, su llamado a la austeridad puede parecer contradictorio cuando se considera el impacto que esas políticas pueden tener sobre la investigación, la educación y otras áreas críticas que alimentan la innovación a largo plazo.

Ambos, Trump y Musk, deberían tener más prudencia, o prudencia a secas, en la toma de decisiones, pues sus tropiezos van a ser cada vez más evidentes y la fuerza de los mercados, el orden de la política y las leyes, así como su popularidad, que esa sí parece importarles, irá cayendo estrepitosamente.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte informado

Related posts

La batalla por el futuro de Canadá

Lo que nos dejó la semana que pasó en los mercados financieros

Multinacionales invierten más de 900 mil mdp con Sheinbaum