Una reforma regresiva

Alguien en Palenque, Chiapas, debe estarse frotando las manos, sabe que su labor está prácticamente terminada. Movió sus piezas adecuadamente frente a un débil opositor que dio muy poca batalla. Hoy, aún en ausencia sigue presente, su figura fantasmagórica recorre los pasillos del Palacio Nacional en donde su voz sigue resonando.

La aprobación en la Cámara de Diputados a la reforma energética, que aún deberá transitar por el Senado y por los 32 congresos locales, nos habrá de remontar a los años 80 al viejo régimen, estatista, populista y autoritario impuesto por el PRI, un anacronismo nacionalista ramplón que, lejos de colocar a la ciudadanía en el centro de las decisiones capitales, lo manipula con el propósito de renovar a la clase política dominante.

A partir de su publicación la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos dejarán de ser empresas productivas del Estado para reconvertirse en empresas públicas con todas las bondades y detrimentos que esto conlleva. De entrada, como mencionaron las bancadas del PRI y del PAN, junto con las empresas se democratizan también sus deudas mismas que habremos de pagar puntualmente todos y cada uno de los contribuyentes. Al no estar reguladas por organismos autónomos, la opacidad se cierne como una de las amenazas para las “renovadas” empresas.

La CFE deberá proveer de electricidad a cada rincón del país al menor costo posible, hay que decir que la Comisión, en su mejor momento, ha generado el 54% de la capacidad eléctrica del país por lo que se tendrá que seguir recurriendo al sector privado, que de acuerdo a las nuevas condiciones ya no tendrá “piso parejo” en cuestión de competencia, además que su participación en el mercado se limitará a 46% bajo una regulación que aún no se ha establecido.

No hay un compromiso explícito, con números, en la generación de electricidad con energías limpias, solamente se señala que el Estado quedará a cargo de la transición energética utilizando todas las fuentes de energía de las que dispone el país, algo tan vago como el descrito en el paso número 66 para la transformación en el que la presidenta Claudia Sheinbaum señala que “Las energías renovables, la eficiencia energética serán una característica de nuestro gobierno”.

Con el petróleo y la electricidad ya nacionalizados, el expresidente López Obrador encontró en el litio un argumento para exaltar el nacionalismo, un litio del que se desconoce todo, desde las cantidades, hasta si tenemos una tecnología capaz primero de extraerlo y luego de procesarlo. De cualquier manera ya está en la constitución: no habrá concesiones para los privados.

En materia de hidrocarburos tampoco se contemplan las concesiones, en cambio, seguirán existiendo las “jugosas” asignaciones o contratos a particulares.

Una historia escrita muchas veces y que los más viejos ya conocemos, por lo mismo, tenemos una idea muy clara a donde va a terminar.

El “bachetón”

En esa constante por llamarle vulgarmente a las cosas más vulgares, el gobierno federal anunció la puesta en marcha del programa de conservación de carreteras federales, “El bachetón”, como se llama de manera coloquial, que contará con una inversión de 4 mil millones de pesos para, con ello, bachear las carreteras ubicadas en las 32 entidades federativas del país, es decir, 44 mil 574 kilómetros de las mismas.

A diferencia de otras sucesiones, ahora no se descarta, ni se habla mal del trabajo hecho por los anteriores gobierno, todo lo contrario, ahora se reconocen los logros del gobierno (capitalino, en este caso), el mismo que tuvo a su cargo la hoy presidenta de México.

Hay que reconocer que por alguna razón, la jefatura de Gobierno y las alcaldías cambian más de banquetas que de carpeta asfáltica, de hecho lo hacen a cada rato, y de cualquier manera la mayor parte de la ciudad tiene una piel no muy tersa que digamos, más propia de una pista para hacer carreras 4 x 4, con todo y fosas, hoyos y lodo.

Más allá de los baches, los anuncios durante estos primeros días de gobierno obedecen a una estrategia que pretende mostrar eficiencia presidencial. Se trata de una táctica o una campaña para ganar credibilidad y reconocimiento de los electores, que al mismo tiempo permita establecer las bases para alcanzar nuevos objetivos, sin despegarse de la narrativa de la 4T, pero sí de la figura de López Obrador, quien por cierto, ya aguantó diez días sin hacer declaraciones.

Ante la rampante inseguridad, anuncios impactantes. ¿Le alcanzará? Sí, sí son muy molestos y peligrosos los baches, pero…

Felicidad de los 20 minutos

En el libro “Scale”, el físico Geoffrey West planteó el concepto “felicidad de los 20 minutos” según el cual, vivir a menos de 20 minutos del lugar de trabajo o actividades diarias mejora significativamente el bienestar, independientemente del medio de transporte utilizado y de la distancia recorrida. Es decir, sea caminando, en bicicleta, auto o transporte público, los 20 minutos son el límite de tiempo tolerable de recorrido para llegar de nuestro hogar a los servicios esenciales o lugar de trabajo, sin afectar nuestra calidad de vida.

Este fue uno de temas abordados en el reciente webinar organizado por University Tower, la torre residencial más alta de Paseo de la Reforma, titulado “La Evolución de la Vivienda Vertical en México”, que contó con la participación Jorge Combe, socio fundador de DD360 y especialista en Financiamiento Residencial en University Tower, y Marisol Becerra, Regional Partner MX-Centro de 4S Real Estate.

Los expertos explicaron que, con anterioridad, las ciudades tendían a expandirse hacia los suburbios, creando zonas residenciales alejadas del centro. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más personas optan por vivir en zonas céntricas, atraídas por la posibilidad de estar cerca de sus lugares de trabajo, servicios y lugares de esparcimiento, como parte de una mejor calidad de vida.

La creciente demanda de vivienda en zonas céntricas ha impulsado a desarrolladores a crear proyectos inmobiliarios que optimizan tanto el espacio como la ubicación. Un ejemplo de ello es la alcaldía Cuauhtémoc, donde hay más de 80 proyectos en marcha en el corredor Reforma, incluyendo proyectos como University Tower.

“Con la creciente urbanización y las nuevas necesidades de los habitantes de las grandes ciudades, la vivienda vertical y la regla de los 20 minutos parecen ser la respuesta a un estilo de vida más práctico, eficiente y feliz. University Tower se posiciona como uno de los principales actores en este cambio de paradigma, ofreciendo una combinación perfecta de ubicación, funcionalidad y calidad de vida”, concluyó Combe.

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