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Vargas Llosa: el fin de una era

por El Consejero

Con la muerte de Mario Vargas Llosa se cierra el ciclo más importante dentro de las letras hispanoamericanas contemporáneas. Parte integrante del Boom Latinoamericano, como se le bautizó, Vargas Llosa al igual que Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes fueron testigos y partícipes de los complejos tiempos políticos que les toco vivir, momentos difíciles que supieron reflejar en su trabajo literario; sin embargo, Vargas Llosa fue el único que se atrevió a cruzar la línea entre la ficción y la realidad.

Si bien durante sus primeros años como escritor fue simpatizante de los movimientos de izquierda en América Latina y apoyó a la revolución cubana como muchos otros artistas de su generación, fue hasta finales de los años 80 y principios de los 90, con su desencanto del totalitarismo comunista, que se lanzó de lleno a la política contendiendo incluso por la presidencia a la cabeza de un partido que el mismo ayudo a fundar: el Frente Democrático (FREDEMO).

Una de las principales críticas que en muchos sentidos dañaron su reputación, fue su viraje hacia la derecha liberal alejándose de las causas populares con la defensa a ultranza del libre mercado; la privatización de empresas estatales; el fin del control de precios y la apertura económica, un modelo que sin duda hubiera terminado por profundizar las desigualdades en el Perú, su país natal.

En 1990 perdió las elecciones frente a Alberto Fujimori, sus posiciones radicales sustentadas en la terapía de shock propuesta no fueron suficientes para superar a un ascendente Fujimori que se identificaba más con la mayorías mientras que Vargas Llosa era visto como un intelectual de élite.

Tras su frustrada incursión en la política, Vargas Llosa se refugió en la literatura y en sus textos periodísticos; desde ahí se convirtió en un acre crítico de la izquierda latinoamericana a la que calificó de populista autoritaria, siendo los principales objetivos de sus ataques, Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador y Daniel Ortega, de Nicaragua. Más recientemente, Andrés Manuel López Obrador fue el blanco de sus dardos al señalar su centralismo y el retroceso en términos de institucionalidad a lo largo de su régimen.

En 2010 recibió el premio Nobel de Literatura no solo por su magistral prosa. La academia sueca lo reconoció “por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.

Se fue el último grande. Descanse en paz.

Vivienda para el Bienestar

La nueva meta sexenal del Programa de Vivienda para el Bienestar contempla la construcción de un millón 100 mil viviendas nuevas, la entrega de un millón apoyos o créditos de mejoramiento y el otorgamiento de un millón de escrituras.

De acuerdo con el gobierno federal, se obtendrá una derrama económica de 1.1 billones de pesos a nivel nacional y de 94.4 mil millones de pesos en las economías locales, lo que representará el 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto anual, además de que permitirá crear más de 9.6 millones de empleos directos y más de 14.4 indirectos.

Entre los beneficios económicos y sociales que habrá, se estima que al año se construirán más del doble de viviendas en el país a comparación de años anteriores. Tan sólo en 2024 se construyeron casi 130 mil viviendas y en 2025, la meta del programa es de 186 mil viviendas.

Según las autoridades federales, otro beneficio que tendrá el programa es que las familias podrán destinar más recursos al cumplimiento de otras necesidades, ya que actualmente las personas de menores ingresos destinan hasta el 60 por ciento de sus recursos a gastos asociados a la vivienda.

Además, se tiene contemplada la vinculación del programa con otros proyectos prioritarios como la construcción de los trenes Querétaro-Nuevo Laredo, México-Guadalajara, Guadalajara-Nogales, AIFA-Pachuca, Maya, Interoceánico y Dos Bocas, así como el Plan México, el Plan Lázaro Cárdenas, entre otros.

Lo importante a fin de cuentas será que, en el corto, mediano y largo plazo, según sea el caso, los beneficios se vean reflejados en el bolsillo de millones de personas a lo largo y ancho del país.

Aumenta la plusvalía en zonas turísticas

México recibió más de 40 millones de turistas internacionales entre enero y noviembre de 2024, un incremento del 7.4 % frente a 2023 y 34.1% más que en 2019, de acuerdo a datos de la Secretaría de Turismo. Este crecimiento del sector turístico ha influido directamente en la demanda inmobiliaria, especialmente en destinos vacacionales como Cancún, Playa del Carmen, Puerto Vallarta, Mazatlán, Los Cabos y Acapulco.

El portal inmobiliario Propiedades.com analizó la valorización de propiedades entre 2021 y 2025 de los principales destinos turísticos de México, concluyendo que las ciudades de playa además de continuar atrayendo turistas, también atraen la atención de inversionistas que buscan aprovechar el aumento sostenido de la plusvalía en estos lugares.

Puerto Vallarta encabeza el ranking con un aumento del 17.98 % en valorización de departamentos y 16.70 % de casas. Mazatlán y Los Cabos muestran incrementos en valorización de departamentos del 16.73 % y 15.63 %, respectivamente. En Playa del Carmen, las casas se valorizaron un 11.99%, incluso por encima de los departamentos, lo que puede responder a una mayor demanda residencial en esta zona. Cancún registró una valorizacion del 11.8 % en departamentos y 9.45 % en casas, manteniéndose como uno de los destinos más cotizados del país.

Acapulco registró una valorización del 8.64 % en departamentos y del 7.58 % en casas. Si bien se trata de un crecimiento positivo acumulado desde 2021, es probable que el impacto del huracán Otis en octubre de 2023, haya frenado el ritmo de valorización en ese periodo, cuando más de 51 mil viviendas sufrieron pérdida total y cerca de 80 mil registraron daños graves, afectando la dinámica inmobiliaria de la zona, que apenas comenzó a mostrar señales de recuperación hacia finales del 2024.

Las temporadas  vacacionales como la de Semana Santa, no sólo reactiva el flujo de visitantes, sino también el interés por adquirir propiedades como segunda vivienda, inversión patrimonial o renta vacacional. “Las zonas turísticas han mostrado una recuperación robusta post pandemia. Hoy representan una oportunidad estratégica para quienes buscan invertir con visión de largo plazo”, aseguró Juan David Vargas, general manager de Propiedades.com.

Ecuador: se mantiene la derecha, el correísmo a raya

Este domingo se realizó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, donde el presidente Daniel Noboa logró la victoria con 5,735,230 votos (55.65 %) sobre Luisa González, quien obtuvo 4,570,179 sufragios (44.35 %).

Más de 10 puntos porcentuales de diferencia que resultaron sorpresivos, tanto por lo cerrado de los resultados de la primera vuelta de febrero pasado -apenas una diferencia de 0.5 %-; el antecedente de la elección del 2023 con los mismos contendientes -0.7 % de diferencia-; como por las encuestas previas que arrojaban una elección muy cerrada, con una ligera ventaja para Noboa, pero que no garantizaban nada.

A pesar de que no se registraron irregularidades por autoridades nacionales ni observadores internacionales, Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana, dijo haber sido víctima de fraude sin presentar pruebas de ello, y anunció que desconocería los resultados. Si bien el día de los comicios transcurrió con tranquilidad, la campaña fue un tanto inequitativa: Daniel Noboa realizó proselitismo manteniéndose como presidente en funciones, sin ceder el poder a la vicepresidenta Verónica Abad (contrario a la Constitución), quien se encuentra suspendida de su cargo por cuestiones administrativas, pero que realmente se debe a su ruptura con el primer mandatario.

El respeto a la ley no es algo que se le dé a Noboa quien, como se recordará, el 5 de abril del 2024 autorizó el allanamiento de la Embajada de México en Quito para capturar al ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien estaba refugiado en la sede diplomática y a quien se le había otorgado asilo político. La medida inédita, llevó a la ruptura de relaciones entre México y Ecuador, además de una denuncia del gobierno mexicano ante la Corte Internacional de Justicia, un proceso que puede durar años, más considerando que Noboa se mantendrá en la Presidencia hasta el 2029.

Serán cuatro años más en que el correísmo -grupo político afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017)-, lo mantenga a raya sus opositores moderados y de derecha, cargando con las acusaciones y señalamientos de corrupción, vinculando a dicha corriente con la delincuencia común y organizada que asola al país sudamericano. Y cuatro años más de un gobierno de derecha que ha capitalizado bien los errores del pasado, el temor a la inseguridad sin precedentes, con la tolerancia de sus gobernados a las ilegalidades en que incurran.

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