Hoy en día, el mundo de los negocios exige algo más que ser resiliente para alcanzar el éxito. En tiempos de incertidumbre, algunos empresarios mexicanos han aplicado, quizás sin saberlo, el concepto de “antifragilidad” de Nassim Taleb.
Este enfoque, que va más allá de la resistencia al caos, permite a las empresas no solo soportar adversidades, sino beneficiarse de ellas y crecer. Es por ello por lo que nos dimos a la tarea de recopilar tres ejemplos de empresarios mexicanos que han utilizado este concepto para alcanzar el éxito en medio del caos.
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Ana Victoria García: innovación y adaptación en tiempos de crisis
Ana Victoria García, fundadora de Victoria147, es un claro ejemplo de antifragilidad aplicada al mundo de los negocios. Desde su inicio en 2012, Victoria147 ha crecido como una plataforma dedicada al empoderamiento y capacitación de mujeres empresarias. Durante la pandemia de COVID-19, la incertidumbre golpeó a muchas empresas que dependían de eventos presenciales y networking. Sin embargo, Ana Victoria no solo resistió el caos, sino que lo utilizó para transformar su modelo de negocio.
Ante las restricciones sanitarias, García tomó decisiones rápidas y estratégicas. Migró gran parte de las actividades de su plataforma a formatos digitales, ofreciendo talleres, cursos y sesiones de networking online. Esta adaptación no solo permitió que Victoria147 continuara operando, sino que también incrementó su alcance. Al mover su oferta al ámbito digital, Ana Victoria logró captar una audiencia más amplia, tanto en México como en otros países de habla hispana.
Taleb describe la antifragilidad como la capacidad de crecer frente al estrés. El caso de Ana Victoria García ejemplifica este concepto: al no temer al cambio, convirtió una crisis en una oportunidad de expansión y diversificación. Su estrategia digital, implementada de manera rápida y eficiente, permitió que su negocio no solo sobreviviera, sino que se fortaleciera y creciera durante una de las mayores crisis sanitarias globales de los últimos tiempos.
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Carlos Slim: diversificación como estrategia de antifragilidad
Carlos Slim, uno de los empresarios más destacados de México, ha aplicado la antifragilidad a lo largo de su carrera. Desde sus inicios, Slim entendió que el riesgo es una parte inherente de cualquier negocio. En lugar de evitarlo, lo ha manejado mediante una estrategia de diversificación. Durante la crisis económica de los años 80 en México, mientras muchas empresas sufrían, Slim vio una oportunidad.
En lugar de concentrarse en un solo sector, Slim diversificó su portafolio de inversiones. Compró empresas en dificultades en sectores como telecomunicaciones, construcción, comercio y minería. Esta estrategia permitió que su conglomerado, Grupo Carso, creciera incluso en un ambiente económico hostil. Taleb sostiene que ser antifrágil implica prosperar en el desorden. Slim ha demostrado una y otra vez que, mediante la diversificación y la capacidad de adaptarse, su grupo empresarial no solo ha resistido crisis económicas, sino que ha florecido en ellas.
Un ejemplo reciente de esta estrategia antifrágil es la expansión de América Móvil durante la pandemia de COVID-19. Con un enfoque en la digitalización y los servicios de telecomunicaciones, la empresa pudo capitalizar la creciente demanda de servicios de internet y comunicación. En lugar de retraerse ante la crisis, América Móvil invirtió en infraestructura y tecnología, fortaleciendo su posición en el mercado y asegurando un crecimiento sostenido.
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Javier Verdura: innovación constante en Tesla
Javier Verdura, director de diseño de productos en Tesla, representa otro caso de antifragilidad aplicada, aunque en un contexto internacional, con raíces mexicanas. Aunque Tesla es una empresa estadounidense, Verdura, de origen mexicano, ha sido una pieza clave en la adopción de un enfoque antifrágil dentro de la compañía. Durante su tiempo en Tesla, Verdura ha liderado esfuerzos innovadores que han ayudado a la empresa a prosperar en un mercado altamente volátil.
Uno de los mayores desafíos de Tesla ha sido enfrentar el escepticismo del mercado sobre la viabilidad de los vehículos eléctricos y las energías renovables. En lugar de seguir los caminos convencionales, Tesla ha utilizado la incertidumbre como una plataforma para la innovación. Verdura ha supervisado el diseño de productos que no solo cumplen con las expectativas del mercado, sino que las superan al crear nuevas categorías de productos, como las baterías para el hogar Powerwall.
La filosofía de innovación constante de Tesla, impulsada por líderes como Javier Verdura, refleja el espíritu de la antifragilidad. Cada problema o desafío en el mercado automotriz y de energía ha sido tratado como una oportunidad para mejorar, para innovar y para liderar el cambio. Esta capacidad para transformar el estrés del mercado en un catalizador para la creatividad y la expansión ha posicionado a Tesla como un líder global.
Aplicar la antifragilidad en tu negocio
Los casos de los empresarios mexicanos Ana Victoria García, Carlos Slim y Javier Verdura muestran cómo el concepto de antifragilidad puede aplicarse con éxito en diferentes contextos empresariales. Cada uno de estos líderes demostró que, en lugar de resistir el caos, es posible prosperar y crecer frente a él. La clave está en no temer al cambio, en adoptar una mentalidad de aprendizaje continuo, en diversificar los riesgos y en innovar constantemente.
Para empresarios y emprendedores, adoptar la antifragilidad puede significar la diferencia entre sobrevivir y prosperar en tiempos de crisis. Como lo sugiere Taleb, no basta con ser resiliente. En un mundo lleno de incertidumbres, la capacidad de beneficiarse del caos y de mejorar ante el estrés es la verdadera clave del éxito.
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