La producción de automóviles en las plantas mexicanas mostró un modesto incremento del 0,61% interanual en el primer trimestre de 2024, alcanzando las 927.781 unidades, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta cifra refleja una desaceleración en comparación con el aumento registrado en 2023.
Exportaciones en alza, pero producción estancada
Contrariamente, las exportaciones de vehículos ligeros experimentaron un notable crecimiento del 11,29%, llegando a los 824.971, mientras que las ventas en el mercado interno también mostraron un incremento del 10,99%, alcanzando las 349.752 unidades, según el informe del Inegi.
Destaca que el 75,6% de los vehículos producidos fueron camiones ligeros, mientras que el resto correspondió a automóviles.
Desafíos en la producción: impacto de conflictos laborales y reducciones en grandes plantas
El informe del Inegi señala un descenso significativo del 60% interanual en la producción de Audi, cuya planta en el estado de Puebla enfrentó una huelga desde el 24 de enero hasta el 18 de febrero debido a desacuerdos entre sindicatos y empresarios respecto al incremento salarial para 2024.
Además, se observaron reducciones interanuales en la producción de otras grandes plantas, como Toyota (-47,6%), Kia (-12%), Stellantis (-9,6%) y Mercedes Benz (-4,7%).
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En marzo, la fabricación de vehículos ligeros en México cayó un 12,75% interanual, llegando a las 301.976 unidades.
Impacto económico y significado de la industria automotriz mexicana
A pesar de estos desafíos, la importancia de la industria automotriz para México es innegable, representando casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y el 20,5% del PIB manufacturero, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Esta industria, que engloba a 23 empresas afiliadas a la AMIA, Giant Motors Latinoamérica y Autos Orientales Picacho, ha sido fundamental para la recuperación económica del país. En 2023, la producción automotriz mexicana logró niveles prepandemia, con un crecimiento anual del 14,23%, mientras que en 2022 experimentó un incremento del 9,24%.
Estos logros son especialmente significativos considerando la caída del 2% en 2021 debido a la escasez de chips semiconductores y el desplome de más del 20% en 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, que llevó al cierre temporal de la industria.
