El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres. Según datos de la Secretaría de Salud en México, cada año se presentan alrededor de 27 mil nuevos casos, y más de 7 mil defunciones.
El número de fallecimientos por tumores malignos en personas de 20 años y más, asciende a 87 mil 880; de los cuales, 7 mil 888 son por cáncer de mama, con un 99.4% de prevalencia mujeres.
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La detección oportuna sigue siendo la oportunidad para que quienes padecen esta enfermedad, reciban un tratamiento adecuado; de ahí la importancia de realizarse la autoexploración física de manera frecuente, y, a partir de los 40 años hacerse una mastografía una vez al año.
Las estadísticas revelan que las probabilidades de sobrevivir al cáncer de mama cuando se detecta en etapa temprana son del 90%, y se reducen a sólo 36.9% cuando se diagnostica en un estadio avanzado o de metástasis.
Al respecto, Esmeralda Bastidas, CEO de NEOCLINIC y especialista en medicina regenerativa, terapia celular y biohacking, señala que la ciencia ha demostrado que entre más temprana sea la detección del cáncer de mama, hay mayores posibilidades de sobrevivencia y de recibir tratamientos menos invasivos.
Predisposición genética de desarrollar cáncer de mama
Por su parte, María del Mar Guerra, especialista en medicina genómica y CEO de MEDAE, refiere que la ciencia ha avanzado significativamente, y hoy en día existen estudios, como la epigenética, que permiten conocer la predisposición genética que tienen las personas de desarrollar cáncer de mama, con tan solo analizar una gotita de saliva.
Agrega que con esta información los médicos pueden guiar a los pacientes para realizar los cambios de vida necesarios para frenar la expresión de los genes vinculados al cáncer de mama.
“La genética interviene en un 10 a un 20% en el desarrollo de cualquier enfermedad, en realidad el estrés, el estilo de vida y los hábitos son los que más intervienen, de ahí la importancia de trabajar de forma personalizada para contribuir a frenar la expresión de dichos genes”, resaltó Esmeralda Bastidas.
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Herramientas de biohacking para prevenir el cáncer de mama
De acuerdo con las especialistas, el biohacking es un nuevo enfoque en la salud que busca mejorar el rendimiento humano a través del hackeo o el reseteo de la información contenida en las células que contribuyen al desarrollo de enfermedades.
Coinciden que el biohacking está cambiando el paradigma de la medicina curativa por la medicina de precisión 4P: predictiva, preventiva, personalizada y participativa.
A continuación compartimos 6 herramientas de biohacking que contribuyen a mejor la salud.
1. Estudios genómicos
Existen estudios de farmacogenómica que además de la predisposición genética que se tiene de desarrollar cáncer de mama, permiten identificar qué tipo de fármaco o tratamiento es el ideal para cada paciente que ha sido diagnosticado con esta enfermedad, lo que representa una mayor eficiencia en el tratamiento, en menor tiempo y con menos efectos secundarios.
2. Control de estrés
El estrés es el responsable de un 40 a 50% de la expresión de genes vinculados a la enfermedad y hoy en día, a través de dispositivos que trabajan con resonancia sónica o lumínica, ya es posible contribuir a calmar el sistema nervioso, reducir el estrés y generar beneficios en la salud a largo plazo.
3. Nutrición celular
La nutrición ortomolecular logra llevar grandes dosis de vitaminas, minerales y antioxidantes al cuerpo, vía intravenosa, para asegurar una desintoxicación del organismo para una asimilación 100% de los nutrientes por parte de las células, favoreciendo su recuperación y buen funcionamiento.
4. Terapia celular
Utilizando las células madre, se puede contribuir a la regeneración de órganos y tejidos. Esta terapia además ayuda al fortalecimiento del sistema inmunológico, básico para la prevención e incluso el tratamiento del cáncer de mama.
5. Control hormonal
Equilibrar el sistema hormonal ofrece beneficios a la salud, como una buena musculatura y mejora la apariencia de la piel. La terapia hormonal coadyuva a la protección contra el desarrollo del cáncer e incluso se utiliza como tratamiento.
Ambas especialistas concluyen que, si además de las herramientas del biohacking, las mujeres siguen un estilo de vida saludable, practican algún ejercicio, y se realizan estudios preventivos como la mastografía y la autoexploración de los senos para detectar oportunamente el cáncer de mama, prácticamente tendrán el control de su salud en sus manos.
