Frente a maíz transgénico, Vaca Pérez aboga por agricultura sostenible y ecológica
Aristóteles Vaca Pérez compartió la visión de las autoridades federales por apoyar la consolidación de “una agricultura sostenible".
En medio de la discusión por la prohibición del maíz transgénico y el glifosato, el especialista en agroindustria Aristóteles Vaca Pérez se pronunció a favor de la agricultura sostenible para fortalecer así al campo mexicano.
Un equipo de investigación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), determinó que el 90.4% de las tortillas que se consumen en México contienen secuencias de maíz transgénico, lo mismo que el 82% de las tostadas, harinas, cereales y botanas de este grano.
Aunque no se ha comprobado al cien por ciento que el uso de maíz modificado genéticamente afecte la salud de las personas, sí puede generar un impacto negativo en el suelo, sin mencionar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha catalogado al glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos”.
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Al respecto, Aristóteles Vaca Pérez compartió la visión de las autoridades federales por apoyar la consolidación de “una agricultura sostenible, agroecológica y campesina para fortalecer al campo mexicano y para que el maíz nativo o criollo, de alta calidad nutricia, complementado con el híbrido que se produce en el norte del país, cubra las necesidades nacionales”.
El especialista recordó que en países como Austria, Canadá, España, Escocia, Suiza, entre otros, el uso de glifosato está prohibido por lo que hizo un llamado a sumarse y optar por alternativas ecológicas que cuiden el suelo mexicano.
“Nuestra tierra es muy fértil y el maíz es nuestro principal alimento desde tiempos ancestrales. El uso de elote modificado genéticamente y del glifosato, daña considerablemente los cultivos, además de poner en riesgo la salud de millones de mexicanas y mexicanos que diariamente consumen algún producto derivado del maíz”.
México es un país autosuficiente en la producción de maíz blanco y aunque la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos advierte que la suspensión del uso del glifosato podría traer un desplome de hasta 40% de la producción de alimentos, Vaca Pérez aseguró que no se trata de encontrar un químico que haga menos daño, sino de cambiar la forma en que se trabaja la agricultura.