Nuestro canalEn la mira la criba opositora
Este lunes, los dirigentes de PAN, PRI y PRD, así como organizaciones de la sociedad civil, anunciaron la formación de un Frente Amplio Opositor.
Este lunes, los dirigentes de PAN, PRI y PRD, así como organizaciones de la sociedad civil, anunciaron la formación de un Frente Amplio Opositor, así como el proceso para elegir al Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio Opositor, el equivalente al Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la 4T, nombramientos bajo los cuales estarán los virtuales candidatos presidenciales de sus respectivas coaliciones.
Para no quedar fuera de la agenda mediática que tanto le gusta controlar, el presidente López Obrador dijo que ya está resuelto quién será el candidato y que en dos o tres días él revelará el nombre, asegurando que será Claudio X. González quién va a decidir. La realidad es que, entre tantos aspirantes, la lista se reduce drásticamente y, si no es quien diga AMLO, dirá que lo cambiaron porque él los desenmascaró.
Por lo pronto, sin que nadie los vaya a extrañar en la boleta ni dejar plantados a simpatizantes, ya dijeron que no van Mauricio Vila, Germán Martínez y Alejandro Moreno. El gobernador de Yucatán sólo se tomó en serio lo de ser aspirante presidencial este domingo, cuando se descartó; el senador independiente carece de apoyos, y Alito es impresentable hasta dentro de su partido.
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Con un PRI en decadencia y que tiene el mayor rechazo de la ciudadanía, y el PRD en coma, ambos partidos como rémoras en alianza con el PAN, se ve muy complicado que una o un priista o perredista obtenga la candidatura. Por otra parte, en las organizaciones de la sociedad civil y entre los llamados candidatos ciudadanos no se ve ningún perfil atractivo ni con base electoral.
Tendría que haber mucha torpeza en la operación política como para que no quedé el candidato al que apoye el PAN. Lilly Téllez es una advenediza no sólo al partido, sino a la derecha que dice representar; Xóchitl Gálvez no es militante del PAN y ni siquiera la mencionan en el blanquiazul cuando aparece puntera en las encuestas para la Ciudad de México.
En efecto, quien queda es Santiago Creel con posibilidades reales de encabezar el llamado Frente Amplio Opositor, de acuerdo a las reglas establecidas. Contra el diputado panista irá desde ahora el presidente y sus seguidores, primero, para deslegitimar el proceso de elección opositor y, segundo, para descarrilar la única candidatura competitiva de entre tantos aspirantes.
¿Es el fin de la era Putin?
El presidente de Rusia Vladimir Putin vivió este fin de semana su peor momento desde que ascendiera al poder hace 23 años. El prolongado conflicto en Ucrania ya comenzó a cobrarle la factura al otrora indoblegable líder quien tuvo que encarar una rebelión de quien menos lo esperaba: su ejercito de mercenarios.
El sábado pasado el denominado Grupo Wagner encabezó una revuelta que llegó a estar a apenas 200 kilómetros de Moscú, sin que aparentemente nadie intentara frenarlo. Peor aún, para conjurar el peligro, Putin tuvo que otorgarle un salvo conducto a su líder, Yevgeny Prigozhin, quien en principio se habría refugiado en Bielorrusia y, ya puesto contra la pared, Putin se vio obligado a comprometerse a no tomar represalias contra los insurrectos e incluso les ofreció incorporarse al ejercito regular o regresar con sus familias. Una derrota política y militar que, junto con los pobres resultados alcanzados tras la invasión a Ucrania, tras casi año y medio de ocupación, estaría preludiando el principio del fin para el hombre fuerte de Rusia.
El Grupo Wagner no es otra cosa que un ejército de mercenarios que operan como una compañía militar privada. Se trata de una fuerza regular que no es menor; se afirma que antes del inicio de las hostilidades en Ucrania contaba con 50 mil efectivos que se habrían reducido a 25 mil, dado el alto número de bajas tras los fieros combates.
El Grupo Wagner fue también la punta de lanza en 2014 cuando alentados desde Moscú los habitantes de Crimea se emanciparon para adherirse a Rusia. Un matrimonio productivo que alcanzó muy altos rendimientos, pero cuyo final se empezó a gestar cuando Moscú pretendió regularizarlo y Prigozhin se enemistó con el secretario de Defensa, Serguéi Shoigú.
Ayer por la noche, en un discurso a la nación, Putin trató de convencer a sus ciudadanos de “que la rebelión hubiera sido reprimida de todas formas”, la pregunta inmediata es porque se esperó tanto.
Putin está a punto de caerse del pedestal en el que el mismo se colocó en los albores del siglo. Los propios analistas rusos anticipan una caída de la moral entre las tropas rusas, aún mayor, tras la pérdida del liderazgo por parte de su presidente. Está tal vez sería la oportunidad que Ucrania estaba esperando para recuperar terreno. En las próximas semanas habremos de irnos dando cuenta, junto con los detalles de lo ocurrido, si efectivamente la era Putin llegó a su fin o regresa con mayor furia.
