En un comunicado, Rogelio Ramírez de la O confirmó que permanecerá al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por tiempo indefinido con cuatro objetivos que se pueden resumir en: asegurar a inversionistas, organismos internacionales y calificadoras que se mantienen las prioridades de disciplina financiera, estabilidad macroeconómica, apego al estado de derecho, facilitar inversiones, prudencia fiscal y la viabilidad de los objetivos fiscales; reducir el endeudamiento y estrechar colaboración con Pemex.
Como extra bonus, por el secretario de Hacienda nos enteramos que Juan Ramón de la Fuente es el encargado de la coordinación del equipo de transición de Sheinbaum, con quien ya está trabajando e informará de los avances.
El mensaje inusual del titular de Hacienda seguramente fue con el objetivo de calmar a los mercados, luego de que se mantenía la depreciación del peso por segundo día consecutivo y las bolsas en México cerraron con pérdidas, en ambos casos con caídas que no se veían desde la pandemia.
La ratificación de Ramírez de la O y que éste ya esté trabajando con el equipo de transición sirve para contener un poco el nerviosismo y abre un canal confiable para muchos sectores para expresar su preocupación por el impacto que tendrán en el estado de derecho las reformas contempladas en el llamado plan C, principalmente dos: la reforma al poder judicial y la desaparición de los organismos autónomos.
Está será la prueba de fuego de Ramírez de la O antes de que sea ratificado formalmente el 1 de octubre. Si el secretario transmite estas preocupaciones y las posibles consecuencias a la economía, logrando que se posterguen las reformas para que se hagan conforme a lo disponga la nueva presidenta, podría evitar el riesgo de una crisis de final de sexenio de las que ya nos habíamos salvado en cuatro transiciones. Lo que es un hecho es que las reformas se van a llevar a cabo, probablemente con diferencias respecto a lo planteado por López Obrador, pero se van a dar.
Remoto, pero si prevalece la intransigencia y sacan el paquete de reformas tal cual antes de la toma de posesión, Sheinbaum tendría que buscar otro secretario de Hacienda, porque Ramírez de la O será un fusible quemado, peor que Alfonso Romo asegurando que no se cancelaría el aeropuerto de Texcoco antes de la toma de posesión de AMLO. Y es que Romo, no era secretario de Hacienda en funciones, mientras Ramírez de la O puede evitar una crisis, pequeña o grande, pero crisis al fin.
EU: Nuevas barreras en política migratoria
Mientras aquí en México ya concluyó prácticamente el proceso electoral, en la Unión Americana apenas empieza a calentarse y dentro del abanico de temas que habrán de entrar en discusión, el de la migración será uno de los que más acaparen la atención, por la importancia que tiene para la ciudadanía, pero también por los réditos que le puede dar a los candidatos a un costo relativamente bajo.
Adelantándose a los tiempos y sabiendo que su contrincante Donald Trump está a la espera de que se le dicte sentencia tras ser encontrado culpable de falsificar registros comerciales para ocultar un escándalo sexual que muy probablemente le hubiera impedido llegar a la presidencia en 2016, Joe Biden firmó este martes una orden ejecutiva que limita las solicitudes de asilo y permite cerrar la frontera con México cuando se superen los 2 mil 500 cruces ilegales diarios a lo largo de una misma semana.
La medida, que podría aplicarse a partir de hoy, no es menor si tomamos en consideración que unilateralmente se vuelve a involucrar a nuestro país en un tema que es parte integral de la agenda bilateral y que tendrá un gran impacto porque esos migrantes que ven a México como un país de tránsito, ahora estarán impedidos de seguir su flujo optando en muchos casos por quedarse en zonas de la República que no cuentan con la infraestructura para recibirlos.
Uno de los primeros retos que habrá de enfrentar la presidenta electa, Claudia Sheinbaum será justamente ese y seguramente en el momento más candente, a menos de un mes de que tengan lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Va a ser interesante saber si mantendrá una continuidad con las políticas establecidas por su predecesor, que siempre predicó la idea de combatir las causas de la migración en los lugares de origen con dinero de las arcas del Departamento del Tesoro o si encontrará alguna estrategia novedosa en la que México tenga un papel activo más allá de la retórica populista.
Ya sea que repita Biden en la presidencia o que Trump, venciendo todos sus desafíos, vuelva a alcanzar el máximo cargo, la historia va a cambiar muy poco. Biden tiene que dar respuesta a las exigencias de sus gobernados y Trump ya dejó en claro que no le daría a México “ni diez centavos” para atender las causas de la migración.
La orden ejecutiva firmada el martes regresa la situación prácticamente al nivel pandemia en donde se puso en marcha el polémico Título 42 que permitía a los agentes migratorios regresar a los indocumentados que cruzaran la frontera inmediatamente a nuestro país, con penas que podían llegar a la inhabilitación a aplicar a una visa hasta por cinco años.
Curiosamente Biden echará mano de la sección 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacional para justificar la medida, una de las bases de la política migratoria establecida por Trump durante su mandato.
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