Google, Microsoft y Amazon apuestan por la energía nuclear para alimentar sus IA
Google, Amazon y Microsoft apuestan por energía nuclear para alimentar sus sistemas de IA, buscando reducir costos y emisiones.
Los gigantes tecnológicos Google, Amazon y Microsoft han decidido apostar por la energía nuclear como fuente de alimentación para sus sistemas de inteligencia artificial (IA). Esta decisión forma parte de sus estrategias para aumentar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono de sus operaciones.
El uso de la IA en procesos empresariales demanda cada vez más potencia computacional. En respuesta a ello, estas grandes empresas han considerado que la energía nuclear podría ser una solución efectiva, ya que ofrece una fuente de energía constante, sin depender de las fluctuaciones del clima, como sucede con las energías renovables.
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Google, Microsoft y Amazon apuestan por energía nuclear
Google recientemente anunció la transición hacia energía limpia en todo Estados Unidos, firmando el primer acuerdo para comprar energía nuclear de múltiples reactores modulares pequeños (SMR) que desarrollará Kairos Power.
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La primera fase tiene como objetivo poner en funcionamiento el primer SMR de Kairos Power de manera fácil y segura en 2030, seguido de implementar reactores adicionales hasta 2035, permitiendo hasta 500 MW de nueva energía libre de carbono las 24 horas del día los 7 días de la semana, beneficiando las redes eléctricas en Estados Unidos.
Por su parte, Amazon Web Services está invirtiendo 500 millones de dólares en energía nuclear, anunciando tres proyectos desde Virginia hasta el estado de Washington, teniendo la necesidad de generar energía limpia a medida que sus servicios crecen hacia la inteligencia artificial generativa.
Amazon Web Services, anunció un acuerdo con Dominion Energy, para explorar el desarrollo de un pequeño reactor nuclear modular o SMR (un reactor nuclear que ocupa menos espacio).
Mientras que Microsoft acordó con un proveedor de energía, Constellation Energy, para suministrar la energía nuclear durante las próximas dos décadas, además de revivir la central nuclear de Three Mile Island, en Pensilvania.