Únete a nuestro canalA un año de la invasión a Ucrania amenaza de nuevo la guerra fría
Este viernes se cumplirá el primer aniversario de una de la invasiones más arteras de que las que se tenga noticia durante el presente siglo
Este viernes se cumplirá el primer aniversario de una de la invasiones más arteras de que las que se tenga noticia durante el presente siglo. El 24 de febrero de 2022 el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó el despliegue de 150 mil soldados dotados de armamento pesado en territorio ucraniano bajo el pretexto de proteger a las comunidades prorusas ubicadas en los territorios de Donetsk y Luhansk.
Desde entonces muchas cosas han pasado: Cerca de 42 mil personas han perdido la vida; más de 56 mil han resultado heridas; los desaparecidos se cuentan en 15 mil y se calcula que hay aproximadamente 14 millones de desplazados. La reconstrucción tomará probablemente décadas con más de 140 mil edificios destruídos. Los daños económicos se estiman en cifras que facilmente alcanzan ya los doce ceros.
La modestia jamás ha sido una virtud en Putin quien a pesar de que ha sufrido cuantiosas perdidas humanas y materiales en una aventura que le ha resultado más complicada de lo que había calculado, sigue apostando por una solución armada a un conflicto que él provocó, pero que se niega a reconocer. Para él resulta más fácil culpar a occidente como lo reiteró este martes durante su mensaje anual frente a la Duma, su grupo de leales aplaudidores.
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La idea de que es imposible derrotar a Rusia dominó un discurso más para una ciudadanía que no acaba de entender porque se ha prolongado tanto el conflicto y que ya perdió la proporción del número de bajas que su ejercito está teniendo.
Ciertamente lo que Putin llama occidente y que básicamente es la Organización del Tratado del Atlántico Norte, tiene mucho que ver en el conflicto y es algo que no acaba de rumiar. Si no fuera por los países de la Unión Europea y Estados Unidos, hace tiempo que el presidente ruso habría concluído su labor destructora, sin embargo el envío constante de armamento así como de capacitación militar han ayudado al gobierno de Vlodímir Zelenski a resistir.
De pronto del conflicto en Ucrania se empieza a desprender un tufo a guerra fría con batallas que por lo pronto son de palabras entre los mandatarios de Estados Unidos y Rusia. El lunes el presidente Joe Biden decidió “apersonarse” en Kiev en un abierto desafío a los invasores. Más tarde desde Varsovia, llamaría dictador a Putin y le recordaría que “Ucrania nunca será una victoria para Rusia” y que Ucrania “se encuentra fuerte”.
A la distancia en Moscú el presidente ruso en un acto de prestidigitación anunció la suspensión del tratado de armas nucleares (New START) firmado con Estados Unidos en 2010, en preparación para probar nuevo armamento nuclear en caso de que la Unión Americana decidiera hacerlo primero. Palabras fuertes sobre las que no se debería blofear de más, así se ha iniciado más de una guerra, de esta no quedarían ni escombros.
Las cuentas de Dos Bocas
Esta semana arrancó con dos noticias sobre la refinería Olmeca: en primera, de acuerdo a el diario El Universal, el Consejo de Administración de Pemex autorizó 47 mil 234 millones de pesos para la operación de la refinería de Dos Bocas, con lo que la citada obra ha recibido más de 313 mil millones de pesos, es decir, alrededor de 17 mil millones de dólares, considerando el “súper peso” a 18.39 por dólar.
La segunda noticia, es que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer los resultados de la Cuenta Pública 2021, y encontró incumplimientos en la construcción de la refinería, además de que Pemex debe aclarar 383 millones 790 mil pesos de diversos trabajos realizados en la refinería durante 2021.
Cabe recordar que el año pasado, al dar a conocer la Cuenta Pública 2020, la ASF detectó 59.2 millones de pesos en pagos indebidos a trabajadores, pagos en exceso por desmontaje de selva y contratos por adjudicación directa. Ya entonces la secretaria de Energía, Rocío Nahle, había descartado hubiera retrasos o sobrecostos en la obra. No será novedad que diga lo mismo respecto a la Cuenta Pública de 2021, noticia sería que reconociera alguna irregularidad.
Con la nueva meta de que Dos Bocas refine su primer barril el 1 de julio y esté operando al 100% para el tercer trimestre, ya sin margen de nuevos plazos, lo más probable es que en los siguientes informes de la Cuenta Pública de 2022 y 2023 haya más incumplimientos y montos mayores por aclarar.
Probablemente los 52 millones de 2020 o los 383 millones de 2021 sean mínimos respecto a lo gastado, pero lo cierto es que la ASF apenas hace una auditoría somera, donde lo que encuentra suele ser apenas la punta del iceberg y donde lo que sale a relucir no es poca cosa de dinero, y que proviene de nuestros impuestos.
