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Andrés Manuelovich y el oro de Moscú

by El Consejero
Rusia

La participación de un contingente militar de Rusia durante durante el desfile para conmemorar la independencia de nuestro país provocó indignación en muchos sectores de la población y los motivos son más que obvios: hace ya más de año y medio el presidente de ese país ordenó invadir a su vecina Ucrania con un saldo hasta el momento de 9 mil civiles y decenas de miles de soldados muertos.

Pese a la gala de franqueza de la que suele presumir nuestro presidente, acciones como está vuelven a despertar suspicacias de cual es la relación real entre el gobierno de esa república exsocialista y nuestro mandatario. Meses antes de las elecciones de 2018, que finalmente llevarían al poder a López Obrador, el diario estadounidense The Washington Post publicó un reportaje de la periodista Frida Ghitis, en el que barajaba la posibilidad de que el hoy mandatario estuviera siendo impulsado a través de la cadena de televisión, no oficial del Kremlin, RT, empleando como portavoz al hoy caído en desgracia John Akerman.

Días después, en un video que pretendió ser simpático, el propio López Obrador desde Veracruz se autodenominó Andrés Manuelovich y dijo estar ahí para recibir “el oro de Moscú” que en palabras suyas portaría un submarino.

Desde los hechos ocurridos en Ucrania, en repetidas ocasiones nuestro mandatario ha evitado condenar explícitamente a Rusia por sus acciones, alegando una neutralidad que no ha lugar dadas las condiciones en las que se desarrollaron los acontecimientos, incluso se atrevió a proponer la creación de un comité de dialogo encabezado por el papa Francisco, el primer ministro de India, Narendra Modi y el secretario general de la ONU, Antonio Gutérrez, y no precisamente para exigir al gobierno exsoviético el retiro inmediato de sus fuerzas de ocupación. Afortunadamente para la política exterior de nuestro país no amagó con acusar a Vladimir Putin con su mamá o con su abuelita.

Meses después de la invasión López Obrador, reconoció la existencia de un convenio entre México y Rusia en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre para labores no vinculadas con el sistema de geolocalización Glonass, que el gobierno ruso utiliza como una de sus herramientas de espionaje.

Ya como una perla adicional, y hablando del covid-19, para este periodo invernal se habrán de privilegiar en el sistema de salud las vacunas Abdalá de Cuba y curiosamente la Sputnik de Rusia. Para los que opinan que en política las casualidades no existen.

Tibiezas y eufemismos electorales

Es interesante ver cómo los políticos hacen leyes a las que ellos mismos buscan cómo darles la vuelta. Ejemplo de ello es lo que se está viendo en el ámbito electoral. Mientras Morena-PT-PVEM formalmente eligieron una coordinadora Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación; la alianza PAN-PRI-PRD optó por una responsable para la Construcción del Frente Amplio por México (FAM). Eufemismos detrás de los cuales, todos sabemos, están las candidaturas presidenciales de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.

Ya entrados en gastos -en sentidos literal y figurado-, ambas aspirantes continúan con encuentros con ciudadanos, conferencias, y cualquier término que no suene a actividad proselitista. Así, este domingo, Claudia Sheinbaum arrancó en Morelia su gira de agradecimiento con un llamado a la unidad partidista y el mismo mensaje polarizador de su líder de “nosotros los buenos, ellos los malos”.

Xóchitl Gálvez ha estado un poco más intensa: primero como invitada especial a la ceremonia del Grito de Independencia en Guanajuato; luego en Zacatecas, un encuentro con madres de personas desaparecidas, desplazados por la violencia, simpatizantes del PAN, PRI y PRD; y este lunes un encuentro con empresarios en el Club de Industriales de la Ciudad de México. Básicamente planteó aplicar una estrategia de seguridad que no sea la de los abrazos y sin culpar a AMLO o a Calderón, así como reglas claras para las inversiones. Eso, y todo lo que vimos en los últimos tres meses, para cualquiera es una campaña electoral. Para cualquiera, menos para el Instituto Nacional Electoral (INE).

Como al árbitro inexperto que le toca pitar un partido que se le fue de las manos, las autoridades electorales han optado por medio tratar de meter orden y dejar pasar faltas de unos y otros, porque a estas alturas ya hubieran expulsado a los equipos completos.

Cuando la presidenta consejera Guadalupe Taddei anunció el inicio del Proceso Electoral Federal 2023-2024 el 7 de septiembre -justo un día después del triunfo de Sheinbaum-, dijo que será un periodo en el que el personal del INE trabajará intensa e incansablemente hasta el día de la elección. Ojalá sea así y de manera enérgica, porque hasta ahora, un día sí y otro también, empezando por los partidos como el propio presidente de la República, han incurrido en actos proselitistas donde se evidencia que ya les tomaron la medida a las autoridades electorales, lo cual se traduce en reacciones tibias y fuera de tiempo por parte del INE.

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