Día de Muertos se acerca, y con él la tradición de colocar una ofrenda para recordar a quienes ya no están con nosotros. Además de un homenaje, este altar también puede ser una oportunidad para reflexionar sobre cómo mantener vivas nuestras tradiciones sin perjudicar al medio ambiente y con un equilibrio en nuestros bolsillos ante el gasto. ¿Cómo lograr que tenga significado sin caer en el exceso ni en el desperdicio?
En 2023 los mexicanos invertimos hasta el 30 por ciento de nuestro salario mensual en la tradicional ofrenda, aunque en diferentes estados del país el porcentaje aumentó con base en el tamaño de la instalación, de acuerdo con datos de la UNAM. Y es que, en los recientes años, la inflación y el alza de precios elevó hasta en 80 por ciento los precios de varios productos básicos, como frutas y velas.
Para Milagros Nadal, General Manager Benefits & Engagement de Edenred México, “Nuestra tradición del Día de Muertos nos une y nos permite recordar a quienes ya no están. Este año, podemos aprovechar esta conexión cultural para pensar en el impacto de nuestras ofrendas y hacerlas de manera más consciente. Un altar bien pensado no solo honra a nuestros seres queridos, también respeta al medio ambiente y a nuestro bolsillo”.
Por ello, la experta comparte tres consejos para crear un altar ecológico, que te permitirán seguir la tradición sin preocuparte de que el planeta, o tus seres queridos, vengan a “jalarte los pies”, como dice el popular dicho.
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Lo que debe llevar una ofrenda, según nuestra tradición
La ofrenda cuenta con elementos imprescindibles, como el pan de muerto, la flor de cempasúchil, las velas y el agua. Cada uno de ellos tiene un significado único: las flores guían a los espíritus, mientras que el agua sacia su sed después del viaje desde el más allá. El pan de muerto, con su forma simbólica, se convierte en el alimento para los visitantes, mientras que las velas iluminan su camino.
Además de estos, la ofrenda puede incluir fruta, calaveritas de azúcar y platillos favoritos de los difuntos. Sin embargo, es importante no excederse. Escoge solo lo necesario para honrar a tus seres queridos; recuerda que la moderación es clave para evitar que los alimentos se desperdicien. Así, cada elemento se convierte en un símbolo de amor y respeto, más que en un exceso.
Cuánto gastamos los mexicanos en la ofrenda
En promedio, los mexicanos destinan una parte de su presupuesto a preparar su altar de Día de Muertos, gasto puede ascender a los dos mil pesos. Esto incluye desde el papel picado hasta las calaveritas de azúcar, pasando por los tradicionales tamales, mole, bebidas, dulces y otros productos, alimentos, velas, copal, etc.
Esta suma, aunque considerable, puede reducirse con una planificación anticipada y compras estratégicas. Optar por frutas de temporada y aprovechar descuentos en comercios locales o tiendas que acepten vales de despensa, como los de Edenred, ayuda a estirar el presupuesto. Además, elegir productos de calidad asegura que los alimentos puedan disfrutarse después de la celebración.
Cómo hacerlo ecológicamente y sin desperdicio
Montar una ofrenda respetuosa con el medio ambiente es más fácil de lo que parece. Utiliza flores locales y velas hechas con materiales naturales, como cera de abeja. Evita el uso de plásticos en la decoración y opta por adornos reciclables o hechos a mano, que le den un toque personal a tu altar.
En cuanto a los alimentos, elige frutas que duren varios días, como guayabas, naranjas y tejocotes, y al finalizar la celebración, reutilízalas para preparar compotas o postres. Así, no solo reduces el desperdicio, sino que también disfrutas de los sabores de la temporada, tal como lo dicta la tradición: compartir lo que se puso en el altar con los vivos después de que los muertos hayan disfrutado su esencia.
Mantén viva la tradición, sin olvidar al planeta
Armar una ofrenda de Día de Muertos es mucho más que seguir una costumbre; es un acto de conexión con nuestras raíces y con quienes ya no están. Hacerlo de manera consciente, aprovechando cada recurso, nos permite celebrar con el mismo espíritu, pero con la vista puesta en el futuro. Con pequeños gestos, puedes hacer que tu altar sea un homenaje a la vida y a la naturaleza, mientras respetas la tradición sin dejar de lado el cuidado por el medio ambiente.
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