En la inauguración del Foro Prosa 2022, titulado “Tecnología e innovación para medios de pago más ágiles”, Salvador Espinosa, director general de Prosa, señaló que las transacciones digitales no sólo se han incrementado más del 100% contra niveles prepandemia, sino que el ritmo de este incremento se mantiene a una tasa superior a 30%, con lo que se prevé que pronto el número de transacciones virtuales rebasen a las efectuadas en el mundo físico.
Por su parte, Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), dio a conocer que las instituciones bancarias tuvieron casi 2 mil millones de transacciones digitales en el último año, con un incremento de prácticamente el 20%, 70 millones de usuarios con una variación anual del 12.5%.
Comento que, aunque México sigue siendo uno de los países que más utiliza el efectivo, se continúa transitando hacia la banca digital, pues hay una reducción sustancial en costos de transacción y está disponible 24/7 desde cualquier lugar con acceso a internet.
Desde hace más de 10 años, la procesadora de pagos convoca a su Foro Prosa a más de 500 asistentes nacionales e internacionales que son referente de tecnología; tomadores de decisiones comprometidos con la transformación de sus organizaciones y representantes de medios de comunicación. Prosa es líder en el ecosistema de pagos electrónicos en México y América Latina, y procesa más de 6 mil 500 millones de transacciones anuales que se realizan con cerca de 70 millones de tarjetas.
El extraño enemigo
En julio de 2019, en entrevista a La Jornada, Andrés Manuel López Obrador afirmó: “Si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional, declararía que México es un país pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la haríamos todos”. Así también, en el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, al referirse a las tareas de las fuerzas armadas, se desestiman su misión de defensa nacional, al afirmarse que México no enfrenta amenazas militares externas y se tiene una política exterior pacifista.
Es decir, en la visión más pedestre de la defensa nacional, el presidente y sus allegados piensan, o pensaron, que la única amenaza para la que sirven soldados y marinos es para enfrentar una invasión extranjera y, aun así, todos los mexicanos nos uniríamos contra el extraño enemigo.
Cederles el control de la Guardia Nacional, encargarles la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Tren Maya y el Corredor Transístmico, así como su administración; responsabilizarlos de la distribución de vacunas y medicamentos, adquirir y operar las pipas de combustible de Pemex; sembrar arbolitos, recoger sargazo en las playas y atender al turismo en las Islas Marías, más lo que se le ocurra al presidente. Parecería que AMLO ya se hubiera arrepentido y que las fuerzas armadas se estuvieran fortaleciendo en este sexenio. No es así.
Por el contrario, Ejército y Marina han corrompido su misión de defensa nacional al dedicar sus recursos humanos, materiales y económicos a tareas ajenas a su razón de ser. Bajo el pretexto de contribuir al desarrollo económico, se han descobijado responsabilidades, a cambio de construir grandes obras solapadas con el pretexto de ser de seguridad nacional, así como administrar empresas que, dicen, garantizarán las pensiones de militares retirados.
La seguridad nacional a cambio de un plato de lentejas.
Esa merma en las capacidades de las fuerzas armadas es, por lo menos, uno de los factores que permitieron el ataque a la Secretaría de la Defensa Nacional por el grupo de hacktivistas Guacamaya.
Desde antes de este sexenio se tenía identificados a los ciberataques como la principal amenaza externa a la seguridad nacional, no sólo potencial, sino porque México ya había sido objeto de este tipo de ataques: el virus WannaCry en 2017 y el ataque al sistema de pagos SPEI del Banco de México en 2018, son ejemplos de ello.
La gravedad es que ahora tocó el turno a una de las dos dependencias encargadas de la seguridad nacional. Un golpe del que todavía no se conoce sus alcances ni en cuanto a qué tanto se filtró como las consecuencias políticas, sociales y económicas de ello.
Esperemos que no llegue al grado de debilitar a las fuerzas armadas como para que el presidente diga que la crisis llegó “como anillo al dedo”, y que la mejor medida sería desaparecerlas y volver guardias nacionales a todos los soldados y marinos, y así ya no volverían a hackear a las fuerzas armadas.
Brasil y su futuro incierto
El próximo 30 de octubre, Brasil vivirá una nueva jornada electoral. Ni el fundador del Partido de los Trabajadores, Inacio “Lula” da Silva ni Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, alcanzaron el número mágico de votos que los hubiera proyectado a sumar el 50% más uno de los sufragios. Al final la diferencia fue de apenas 5.2%, algo impensable hace apenas unas semanas en donde se daba a Lula como seguro vencedor con una ventaja superior a 15%.
Son muchas las conclusiones que se pueden sacar de esta elección, sin embargo la más importante es que hoy Brasil es un país radicalmente dividido no sólo en lo político sino también de forma regional, los resultados nos muestran una geografía en donde el norte y el noreste, las zonas más pobres, decididamente apoyan a Lula, mientras que el sur y el sureste, las regiones más ricas e industrializadas presentan un marcado favoritismo por Bolsonaro.
El primero se alzó con la victoria en 14 estados, mientras el segundo lo hizo en 12 más la capital, Brasilia, más cerrado, imposible.
Otra de las dudas que se generan tras el proceso electoral, es acerca de la utilidad real de las encuestas y sus metodologías que en los últimos tiempos han fallado en sus predicciones y no solamente en el caso de Brasil, ahí tenemos lo ocurrido en las elecciones de Estados Unidos en 2016 en donde Donald Trump sorprendió; el referéndum sobre la salida del Reino Unido del Brexit o el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia.
En este renglón son muchas las hipótesis que se manejan, se señala a los indecisos y al tiempo transcurrido entre la realización de la encuesta y la elección como lo suficientemente largos para que en el camino ocurran cambios drásticos de opinión; paralelamente se afirma que cuando se dan a conocer los resultados de una encuesta los candidatos realizan ajustes en su narrativa buscando influir en la decisión final de los votantes, y más aún se llega a dudar de la ética de las empresas que las realizan y de quien finalmente las paga.
En el ámbito de las propuestas, estas no podrían ser tampoco más radicales, Bolsonaro ha sido severamente criticado por incentivar la explotación del Amazonas y favorecer la concesión de minas, mientras que Lula tiene un plan más cercano a las energías alternativas y al cuidado del medio ambiente.
Pese al optimismo mostrado por Lula, todavía se encuentra lejos de regresar a la silla presidencial. Hoy la clave se encuentra en los votos de los dos candidatos que apenas alcanzaron a figurar, hablamos de Simone Tebet de Movimiento Democrático Brasileño que se llevó el 4.18% de los votos y Ciro Gomes del Partido Democrático Laborista, quien obtuvo el 3.05%. Mucho dependerá de que en los próximos días hagan público su apoyo a alguno de los candidatos pero aun así es impredecible hacia que lado se inclinarán sus votantes.
Cualesquiera que sea el resultado lo que ya es un hecho es que sin importar el ganador, de acuerdo a los resultados, tendrá que gobernar con un congreso conservador.
Prosperidad y Progreso
Tacos Doneraki se encuentra en la esquina que hacen las calles de Prosperidad y Progreso, en la colonia Escandón, en la Ciudad de México. Y ahí es justo donde tuvo el lugar el último enfrentamiento entre la jefatura de gobierno y el bloque opositor de alcaldes capitalinos.
La historia corta es que unos verificadores del INVEA llegaron al establecimiento del padre del alcalde panista quien reaccionó violentamente al verse intimidado con la amenaza de clausurar su negocio.
Daniel Tabe, padre del alcalde Maurico Tabe, blandió un cuchillo de grandes dimensiones y amagó con cortar el cuello de un funcionario del Instituto de Verificación Administrativa de la CDMX, quien cumplía con las órdenes de clausurar el negocio.
Más tarde vinieron denuncias de acoso político y disculpas de parte de los implicados. Padre e hijo, pues, admitiendo el error de la reacción del primero.
El hecho, como casi todo lo que pasa, se olvida pronto y, habiendo pasado una semana, no hay claridad si la taquería incumplía con algo o si de verdad la familia Tabe es víctima de alguna prebenda política. De verdad que ni a cuál irle y ni cómo ayudarles.