Covid: “nada hay oculto que no sea descubierto”
Faltando cinco meses para que termine el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, el olor de la basura escondida debajo del tapete empieza a […]
Faltando cinco meses para que termine el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, el olor de la basura escondida debajo del tapete empieza a filtrarse al exterior. A los sobrecostos de las obras faraónicas, el sobreendeudamiento y la falta de transparencia en el gasto público ahora se suma un reporte que confirma lo que todos ya sabíamos: el Estado pudo haber evitado miles de muertes en la pandemia de Covid-19.
Un reporte elaborado por la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México (CIIPCM) revela un dato por demás dramático: 300 mil mexicanos tuvieron la posibilidad se salvar la vida durante la pandemia, pero la mala gestión gubernamental les negó ese derecho. De acuerdo a la investigación de un total de 800 mil fallecimientos en exceso prácticamente el 40% se debieron al Covid-19 y como consecuencia 215 mil infantes quedaron huérfanos.
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Nunca fue más cierto aquel slogan de “primero los pobres”, cientos de miles de mexicanos de bajos recursos no tuvieron más opción que recurrir a un desmantelado sistema de salud pública que les ofreció muy pocas oportunidades de supervivencia. Mientras otros países ya habían decretado medidas extremas para evitar los contagios, en Oaxaca el 23 de marzo de 2020 el presidente, sí el propio presidente, señalaba: “no dejen de salir, todavía estamos en la primera fase… Yo les voy a decir cuando no salgan”, y el pueblo bueno salió a encontrarse con la muerte.
Andrés Manuel López Obrador se contagio tres veces, en al menos una de ellas viajaba en un avión comercial con decenas de pasajeros, porque aunque el responsable de conducir la política en la materia, Hugo López-Gatell señalara que la fuerza del presidente era moral y no una fuerza de contagio, lo cierto es que el mandatario siguió asistiendo a actos públicos con el riesgo de contagiar y contagiarse como finalmente se demostró, sólo que a diferencia de los más necesitados que murieron en hospitales improvisados, cada vez que adquirió el virus el presidente contó con un equipo de médicos especializados y con los medicamentos más vanguardistas conocidos al momento.
La característica negación de la Cuarta Transformación cobro su cuota de muerte y la Ciudad de México no fue la excepción. El reporte especifica que entre diciembre de 2020 y enero de 2021 en la capital del país se registró el 24% de las muertes en exceso, aunque cuenta con sólo el 7.3 de la población “después del uso de datos incorrectos o falsos para el cálculo del semáforo de riesgo y la posposición de las medidas sanitarias conducentes”. Como olvidar el tratamiento con invermectina, medicamento para los piojos y los parásitos utilizado por el equipo de la “doctora” Claudia Sheinbaum, o la realización del festival Vive Latino 2020 sin importar que a esas alturas la mayoría de los ciudadanos del mundo ya se encontraban encerrados en sus casas.
Mención aparte merece el entonces subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y hoy asesor del presidente, Hugo López-Gatell, que siempre sostuvo que el cubrebocas era inútil; el mismo que vendió millones de piezas a China para comprarlas semanas después a un sobrecosto 30 veces superior.
López-Gatell podía terminar en la cárcel por negligencia, no haber cumplido con sus obligaciones durante la pandemia y provocar la muerte de miles de mexicanos de llegar Xóchitl Gálvez a la presidencia. Ya adelantó que “tiene que enfrentar la justicia, porque él es el responsable del exceso de mortalidad”.
Dice Lucas el evangelista que no hay nada oculto que no sea descubierto. Se abrió la caja de pandora y empezaron a salir todas las calamidades.
Y sigue pasando… ahora liberan al hermano del “Mencho”
No es la primera vez que sucede, lo preocupante es que siga sucediendo. Abraham Oseguera Cervantes, “Don Rodo”, hermano y operador del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue liberado luego de que un juez de control, con base a videos, testimonios y peritajes, determinó que la detención no se realizó como lo estableció la Guardia Nacional en su Informe Policial Homologado.
Por si fuera poco, al hermano de Nemesio Oseguera, el “Mencho”, no se le pudo vincular a proceso por delitos contra la salud y portación de armas de uso exclusivo del Ejército, pues no se encontraron huellas del detenido ni en las armas ni en la droga. A ello se suma que la Fiscalía General de la República no contaba con orden de aprehensión en su contra, y no tuvo plan B para cumplimentar un mandamiento judicial, porque ni Estados Unidos lo requiere en extradición.
Algo similar pasó en 2015 cuando detuvieron en Zapopan a Rubén Oseguera, el “Menchito”, y la defensa presentó videos y testimoniales de policías municipales que dieron cuenta que la detención no había sido como lo habían dicho las autoridades ¿Por qué con este antecedente de la estrategia de la defensa no se previó, primero, hacer una captura legal, y dos, contar con una orden de aprehensión para cumplimentar sabiendo que la detención sería cuestionable?
El Informe Policial Homologado tiene 14 años de existencia, con mejoras desde entonces. Los elementos policiales -incluidos los de la Guardia Nacional- reciben una capacitación en su llenado y saben la importancia que tiene en el debido proceso. Esto último también lo saben los defensores, sobre todo los bien pagados. Es por ello que detener sin cuidado legal alguno a un objetivo importante sólo porque se le tiene ubicado, esperando que sea el Ministerio Público quien cumpla con las formas legales o arregle el desaseo, o que el juez pase por alto chapucerías es, simplemente, negligencia donde todas las autoridades quedan mal ante la sociedad.