El debate de la definición

Se acerca la hora en que los mexicanos, independientemente de nuestras convicciones políticas acudamos a las urnas para elegir a la que será posiblemente la primera presidenta en la historia de nuestro país, y a nuestros representantes en las diferentes cámaras.

Con la realización del último debate presidencial, Xóchitl Gálvez de la coalición Fuerza y Corazón por México, Claudia Sheinbaum al frente de Sigamos Haciendo Historia y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano se jugarán su última carta tratando de sacar provecho del último sector en el que puede haber ganancia, el de los indecisos.  Del otro lado es un hecho que los debates han servido históricamente para terminar de convencer a los que ya están convencidos.

Interesante será conocer si las dos aspirantes logran combinar los ataques personales con una batería de propuestas que nos permita, como ciudadanos, visualizar la forma en que planean resolver los problemas fundamentales del país, particularmente en esta ocasión en que los temas agendados serán: Política social; Inseguridad y crimen organizado; Migración y política exterior y finalmente Democracia, pluralismo y división de poderes, temas en los que la actual administración ha quedado mucho a deber y que podrían otorgar cierta ventaja a la candidata opositora si logra abordarlos con inteligencia.

Cautivador será también ver si Sheinbaum logra sacudirse el yugo de su mentor para contrarrestar la retórica de Gálvez, quien durante el último debate la tomó de punching bag, mientras tibiamente trataba de justificar un éxito inexistente en las políticas establecidas por la Cuarta Transformación.

Faltando dos semanas para las elecciones la gran mayoría de los ciudadanos ya habrá tomado una determinación en el sentido de su voto, aunque ciertamente en estos momentos es un misterio dadas las diferencias abismales que se reflejan en las encuestas de las grandes empresas dedicadas a esa labor quienes llegan a diferir en sus proyecciones hasta en dos cifras.

Utilizando la vieja técnica del “descontón” el partido oficial ya se declaró vencedor; incluso Sheinbaum habló de que el proceso de votación era tan solo un trámite por el que había que pasar mientras invitaba a sus seguidores a acompañarla a la plancha del Zócalo el mismo 2 de junio para celebrar su triunfo. Sin embargo, también acusaba un fraude anticipado por parte de los militantes de Fuerza y Corazón por México.

La marea rosa habrá de manifestase la mañana del domingo en el Zócalo, esta es la fuerza que podría darle a Xóchitl Gálvez el “estirón” final en la búsqueda de sus aspiraciones.

Por fin, guía Michelin México

La guía Michelin nació en 1900 con varias recomendaciones para el viajero, con la finalidad de incentivar los viajes por carretera. Fue hasta 1923 que la guía se dedicó exclusivamente a hoteles y restaurantes. En 1926 comenzaron a calificar con una estrella la calidad de los lugares y, finalmente, en 1931 se establecieron las categorías de una, dos y tres estrellas. Para entonces, la llantera francesa ya tenía reclutados “inspectores” quienes, de manera anónima, se dedican a visitar y valorar los hoteles y restaurantes con base a una metodología establecida.

Los altos estándares y la apertura a la evolución culinaria de los últimos años, ha mantenido el prestigio internacional de la guía como uno de los mayores distintivos a los que se puede hacer acreedor un restaurante. 

Este año, de la mano de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) como socio destino, se presentó la primera selección de la guía Michelin México, integrándose con 157 restaurantes de Ciudad de México, Oaxaca, Baja California, Baja California Sur, Quintana Roo y Nuevo León. Un ejercicio que ya hacia falta, considerando que ya hay ediciones de la guía para Brasil y Argentina.

Como en cualquier selección o lista de algo que depende de gustos y cinco sentidos, siempre hay cuestionamientos e inconformidades, respecto a los que están -varios previsibles-, y los que quedaron fuera, una gran mayoría. Por ejemplo, del universo de establecimientos, Pujol y Quintonil recibieron dos estrellas, ambos restaurantes que ya han figurado en la guía y que se encuentran en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. 

16 restaurantes recibieron una estrella: Em, Esquina Común, Rosetta, Taquería El Califa de León y Sud 777, los cinco de la CDMX; Cocina de Autor Riviera Maya, Le Chique y HA’, los tres en Quintana Roo; tres de Baja California: Animalón, Conchas de Piedra y Damiana; dos de Oaxaca, Los Danzantes Oaxaca y Levadura de Olla Restaurante; dos de Nuevo León, KOLI Cocina de Origen y Pangea; uno de Baja Sur, Cocina de Autor Los Cabos.

Asimismo, seis restaurantes recibieron estrella verde, por su compromiso con una gastronomía sostenible, algunos de ellos también galardonados con una estrella: Acre y Flora’s Field Kitchen (BCS); Conchas de Piedra, Deckman’s en El Mogor y Lunario (BC); Los Danzantes Oaxaca. Por último, 42 restaurantes recibieron el distintivo Bib Gourmand -locales con comida de calidad y precios accesibles-, y 97 restaurantes recomendados.