Por: Dr. Francisco Suárez Hernández. Director de Asuntos Públicos y Relaciones Estratégicas FEMSA y Asuntos Corporativos Negocios Estratégicos y División Salud. Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
Correo electrónico: francisco.suarezh@gmail.com
Hace unos días una muy buena amiga y aliada en muchos temas, Naike Hechem, me compartió un post de reflexión por parte del Dr. Cesar Camacho, Académico del Tec de Monterrey, Campus Puebla, donde se refería directo a cambio climático, quien decía una realidad muy fuerte: “Este es el verano más fresco del resto de tu vida”; justamente Naike me lo envió cuando estaba en proceso de desarrollar esta columna, y con la idea de dar un poco más de contexto sobre los récords de calor que hemos estado rompiendo en las últimas semanas, sin hacer menos el tema y decirles: “ondas de calor normales de verano”, la realidad es que llevamos una tendencia consistente desde hace ya algunas décadas, que justamente el camino es el incremento de la temperatura y fenómenos meteorológicos más fuertes, donde al final todo está conectado de la siguiente manera.
Tenemos ya algunos siglos de utilización de combustibles fósiles de forma exponencial, donde cada 24 horas arrojamos a la relativamente delgada capa de nuestra atmósfera 162 millones de toneladas de contaminación, provocada por la huella de los casi 8 mil millones de personas que habitan a la que llamamos casa, el planeta Tierra; y para imaginarnos visualmente el daño, es como si fuera un drenaje a cielo abierto, provocando el calentamiento global, y es por ello que las consecuencias que estamos sufriendo de sequías extremas en regiones y otros serios problemas, dependen de la temporalidad de las estaciones del año para simplemente poder cultivar.
Al no tener las condiciones estables para sembrar, provoca sólo en México una pérdida de más de 2,000 km2 de tierra por desertificación cada año, lo que obliga a 900,000 personas dejar esas regiones áridas en el mismo periodo, y buscar otra vía para adquirir alimentos y trabajo. Esto mismo y dentro de muchas razones más, está provocando la migración de otros países de América Latina, hacia el norte, teniendo los mismos efectos en África y regiones afectadas, moviendo a las poblaciones literalmente para la búsqueda de agua, condiciones más seguras, etc., lo cual provocan miles y millones de casos de refugiados de guerras y sí… también refugiados climáticos.
Una complicada realidad, es que desde mayo de 2012 se han producido 20 eventos de lluvia calificadas como de 1 en 1,000 años solo en EUA y obviamente estos fenómenos también los sufrimos aquí en México, donde las ciudades costeras ya están siendo devastadas por el aumento de las mareas de tempestad, y por ejemplo las áreas de anidamiento de tortugas marinas están en riesgo, junto con cientos de otras especies. Así que tenemos otra conexión peligrosa donde solo en este mes de junio, se ha vivido el clima más extremo en la historia de Jalisco.
Otra conexión importante cuando se juega con la madre naturaleza, como la tala indiscriminada de árboles en regiones que son los pulmones del planeta, es el ejemplo del 75 % de todas las nuevas enfermedades infecciosas emergentes, que son las zoonóticas, lo que se significa que se transmite de animales a seres humanos, y ya vivimos los efectos que puede llegar a tener incluso en toda la población, apareciendo en cada esquina del planeta, y sí… hablo de la pandemia, donde se conecta directo con nuestra salud.
Con estos puntos hice algunas conexiones muy sencillas, pero no por ello vamos a dejar de seguir adaptándonos, migrando, o realmente agarrar al toro por los cuernos, creyendo y creando muchas soluciones que van desde acelerar la transición de uso de combustibles fósiles a renovables, hasta el gran reto que representa.
Otra gran avenida de oportunidades es abrazar y vivir realmente la economía circular, donde por ejemplo en la industria de alimentos y bebidas, no existan desechos, sino segundas vidas, en las cuales puedan asociarse con granjas y cocinas para convertir el trabajo en proceso y los productos semiacabados que normalmente se descartarían, en subproductos ricos en nutrientes, como alimentos para animales, harina de proteínas o incluso cerveza.
Para superar los desafíos de sostenibilidad, la mejor opción para el sector privado es construir las asociaciones adecuadas con los grupos de interés clave, desde ONG ´s, gobiernos y académicos, hasta proveedores, clientes, empresas de logística, nuevas empresas innovadoras y empresas de gestión de residuos. Las alianzas multisectoriales van convirtiéndose en una parte central de la agenda de sostenibilidad, y tenemos un cambio reciente hacia un enfoque más “holístico”, que analiza las necesidades específicas de cada país y con ello establecer objetivos de sostenibilidad más audaces que aborden estas necesidades.
Y para cerrar, algunas recomendaciones que he utilizado en conferencias y lo creo vital, promuevo:
- Siempre considerar sostenibilidad en el centro de tu negocio, planes y emprendimiento.
- Planear satisfacer las necesidades y aspiraciones del presente sin comprometer la capacidad de satisfacer las del futuro.
- Sigue aprendiendo siempre a favor del planeta, yo tuve una grata experiencia en el verano del 2021 al participar en un seminario con The Climate Reality Group, bajo el liderazgo del Ex Vicepresidente de EUA, Al Gore, y hoy utilicé algunos datos que aprendí.
- Súmate al equipo de billones de ciudadanos solidarios sostenibles que requerimos en el mundo, cada acción cuenta y empieza por nosotros mismo dar el ejemplo.
- Súmate en comunicar ¿Qué pasaría sí además de hablar de viajes, hubiera más influencers sostenibles hablando de economía circular?
Yo quisiera y te invito a romper este patrón negativo de calentamiento global, NO estoy de acuerdo en el adaptarnos a un planeta que se sigue calentando: ¡¡¡Si ya tuvimos el ingenio de crecer y avanzar en muchos temas tecnológicos e industriales, tenemos la capacidad de reinventarnos y así todos tener un futuro sostenible!!!
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