Entre 8 mil y 11 mil traileres de carga se encuentran varados en Ciudad Juárez, luego de que hace unos 20 días, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reubicó a sus agentes para atender a migrantes y cerró las aduanas de Cordova-Americas (Ciudad Juárez) y de Eagle Pass (frontera con Piedras Negras). Aunado a ello, la policía estatal de Texas ha empezado a realizar inspecciones a traileres y camiones, por lo que los otros tres cruces fronterizos en la zona inmediata de El Paso se encuentran saturados.
La situación es desesperante. Algunas empresas maquiladoras han optado por enviar su mercancía vía área o a las aduanas fronterizas de Nuevo Mexico y Arizona, otras han modificado su producción debido a que las materias primas no están llegando a tiempo y otras evalúan o ya realizan paros técnicos, ante la falta de espacios de almacenamiento. Se trata de miles de millones de dólares en mercancías que van a Estados Unidos y Canadá.
El tema fue abordado en el Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos realizado en Washington, donde la canciller Alicia Bárcena habló de la crisis en los puntos fronterizos que han impactado en el comercio. Sin embargo, por su origen en la problemática migratoria y el uso político de la misma por parte del gobernador de Texas, se espera que los nudos se desaten parcialmente en otra mesa.
El próximo martes se realizará el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel en la Ciudad de México, y estarán por acá el secretario de Estado Antony Blinken; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, encargado de la seguridad fronteriza; el fiscal General, Merrick B. Garland, y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Dra. Liz Sherwood-Randall.
Y se esperan soluciones parciales, porque en lo que las autoridades estadounidenses federales no tienen competencia es en las medidas antimigrantes del gobernador Greg Abbott, quien no piensa ceder y menos en temporada electoral, con todo y la afectación económica a su estado. La opción es llevar las exportaciones por Nuevo Mexico, para lo cual se necesita que Estados Unidos refuerce los pasos fronterizos en aquel estado. Mientras tanto, cada día, se van acumulando las cargas de mercancía en Ciudad Juárez.
La migración un problema sin solución
Más allá de los asuntos que involucran al narcotráfico y al contrabando de armas, el problema que dominará la agenda entre México y Estados Unidos durante los próximos años, por no hablar de quinquenios e incluso décadas, será el de la migración, un fenómeno que va en aumento y al que ninguna de las dos naciones le ven la cuadratura.
La semana pasada, durante su conferencia matutina así a bote pronto, el presidente Andrés Manuel López Obrador se sacó de la chistera una convocatoria a un encuentro en el que participarían diez naciones del continente para discutir el fenómeno, la reunión en cuestión debería celebrarse en la Ciudad de México dentro de los próximos diez días. De concretarse, sin lugar a dudas, sería algo de capital importancia, sin embargo, hay que resaltar que toda reunión de la que no sea partícipe Estados Unidos estará condenada al fracaso.
López Obrador insiste en tener la fórmula mágica para frenar los flujos migratorios, y dice que se trata de una propuesta para el desarrollo atendiendo las causas, el problema es que el presidente se niega a ver que dentro de estas causas se encuentran los gobiernos dictatoriales de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, países que violan los derechos humanos de sus ciudadanos quienes se ven obligados a buscar horizontes más propicios para sí y para sus familias a costa de abandonarlo todo y aún a riesgo de sus propias vidas.
No son públicos los detalles, sin embargo existe un compromiso tácito entre las autoridades de México y Estados Unidos para evitar que los migrantes lleguen a la frontera, lo que ha terminado por convertirse en un dolor de cabeza para las autoridades de nuestro país quienes no se dan abasto para frenar las oleadas que se desplazan por todas las vías posibles. Aún así los republicanos no se encuentran conformes y en puntos fronterizos como Eagle Pass han solicitado la declaratoria de desastre ante la llegada de miles de extranjeros.
Indignado desde Palacio Nacional, el presidente trata de dar lecciones a los legisladores estadounidenses quienes ni de lejos se dan por aludidos y el viernes en su enojo y en una declaración muy poco afortunada, señaló que es mucho más lo que se le da a Ucrania para enfrentar al invasor, que lo que se destina a apoyar la pobreza de los pueblos de América Latina y el Caribe. México, por cortesía de nuestro mandatario, envía a la región 150 millones de dólares anuales, dinero que muy bien podría mitigar muchas de las necesidades de nuestros pobres.
Durante la clausura del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos, la canciller Alicia Bárcena planteó que es urgente la adopción de un modelo hemisférico y regional para atender las causas de la migración, el problema, sin embargo, no se va a resolver con narrativas de uno u otro lado. Mientras seguirán acumulándose los migrantes en nuestro territorio y las necesidades irán en aumento, en materia de sustento, de salud y de educación para miles de niños que con todo, también tienen derecho a ir a una escuela.