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La paradoja energética: México seguirá importando por lo menos el 20% de los combustibles que consume y, en un escenario pesimista, podría alcanzar el 50%.
Aun logrando que sus refinerías produzcan al 80% de su capacidad, sumando la producción de las refinerías de Dos Bocas y de Deer Park, México seguirá importando por lo menos el 20% de los combustibles que consume y, en un escenario pesimista, podría alcanzar el 50%, de acuerdo al estudio de la organización México evalúa titulado “La paradoja energética: motivos para abandonarla”.
Para darnos una idea de lo lejano que está ese escenario, actualmente las refinerías están trabajando al 50% de su capacidad y Dos Bocas todavía no produce. La meta presidencial de dejar de importar gasolinas tan pronto como el próximo año está metiendo mucha presión en la toma de decisiones de organismos supuestamente autónomos y de los consejos de administración de las empresas productivas del Estado; decisiones que obedecen más a caprichos personales que a perspectivas confiables.
El think tank concluye que la política energética de la actual administración no será suficiente para alcanzar la anhelada soberanía energética ni la autosuficiencia de gasolinas. Por el contrario, está alejando a México de una transición energética hacia energías más limpias y de calidad, así como de una integración con Canadá y Estados Unidos.
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Por si fuera poco, la producción de gas natural ha quedado en un plano secundario, la producción no ha variado y en cambio la importación ha aumentado en este sexenio. De acuerdo al estudio, al cierre del año pasado, nuestro país importó 10.8% más gas que en 2020. En 2021, México importó alrededor de 42 mil millones de dólares de productos energéticos estadounidenses, la cifra más alta en nueve años, según datos de la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por su sigla en inglés).
La recomendación de México evalúa es ver el T-MEC como la solución para reducir los precios de los energéticos y encaminar al país a fuentes de energías más limpias, pues nos estamos alejando de una integración energética estable, sistémica, funcional y experimentada. Cabe señalar que el título del estudio define lo que ha significado la soberanía energética y explica la paradoja como “una idea extraña, irracional y absurda que se presenta con apariencia de verdadera”. Una definición que bien podría aplicar a todas las políticas implementadas en este sexenio.
La Guardia Nacional y la debacle opositora
No es exageración, este jueves en el Senado pudiera haberse definido el futuro político de nuestro país, por lo menos el que habrá de determinar los próximos años. La iniciativa presidencial, que contemplaba la integración de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas, resultó una granada de fragmentación que podría desintegrar lo que la propuesta contrareforma eléctrica había podido conjuntar, la unión de opuestos pero unidos por una causa común. La alianza Va por México se resquebraja desde adentro víctima de un personaje de pocos escrúpulos que vendió sus principios (si es que alguna vez los tuvo), a cambio de que su basura quedara depositada debajo del tapete. La justicia volteando para otro lado, una justicia que en la actual administración se negocia, a cambio de entregar al otro, de devolver lo robado o de alzar la mano a capricho de su transformador.
La historia comenzó a escribirse el miércoles cuando las comisiones de Justicia y de Estudios Legislativos dieron luz verde para que se discutiera la propuesta en el pleno. De nada sirvieron las tres mociones de suspenso presentadas por la oposición para posponer la discusión y celebrar un parlamento abierto para extender el dialogo. La oportunidad que estaba esperando la fracción de Morena llegó junto con los temores del presidente del PRI, Alejandro Moreno, de verse desaforado para responder por sus trapacerías.
Difícil va a ser la cicatrización para contender en el Estado de México y las elecciones generales de 2024
No está de más recordar que eran cuatro las leyes que estaban a discusión: la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; la Ley de la Guardia Nacional; la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, todas ahora reformadas.
Pese a que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y líder de la mayoría morenista, Ricardo Monreal, había repetido hasta el cansancio que no habría “fast track”, los hechos lo desmintieron; bastó con que el secretario de Gobernación, Adán López, asistiera a la cámara alta y le hiciera un “cariñito” para que el legislador olvidara los agravios hechos por el presidente y pisara el acelerador a fondo.
El daño está hecho, la confianza está dañada y con ello la alianza Va por México está herida de muerte. Difícil va a ser la cicatrización para contender en el Estado de México y las elecciones generales de 2024 aunque sus miembros sepan que solos no van a ningún lado y que lentamente se van convirtiendo en cadáveres vivientes. Andrés Manuel López Obrador gana, pero la democracia sufre una profunda derrota.
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