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La revolución que viene en protección civil

por El Consejero
ley minera

Tras la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) en 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para expedir una Ley General de Protección Civil y Gestión del Riesgo de Desastres, de la cual destaca que serán los gobernadores, presidentes municipales y alcaldes los responsables de la integración y funcionamiento de los sistemas de protección civil en su ámbito territorial.

De ser aprobada, los estados deberán prever recursos en sus presupuestos para atender a la población en situación de emergencia y la infraestructura pública estatal que resulte afectada ante un desastre natural, incluida la contratación de seguros e instrumentos de transferencia de riesgo de desastre.

La iniciativa contempla sustituir el modelo de declaratoria de desastre a un esquema de acuerdo de situación de emergencia, que sería emitido por la Coordinación Nacional de Protección Civil, la cual dependería de la de Seguridad y Protección Ciudadana, ya no de Gobernación. Las dependencias federales y paraestatales sólo podrán destinar recursos si hay disponibilidad en el presupuesto de egresos del ejercicio fiscal correspondiente.

La noticia es positiva, en cuanto a que se termina con el uso discrecional y desvío de recursos del Fonden que había ante cada desastre, y que la propia iniciativa documenta con datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) con casos de huracanes, inundaciones, terremotos de gobiernos anteriores. Por otra parte, delega a gobiernos locales una responsabilidad que, en efecto, debería corresponderles y que no es poca cosa.

De acuerdo al Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), actualmente todas las entidades cuentan con Atlas estatales de riesgo, sin embargo, de los 2,469 municipios y demarcaciones territoriales que hay en el país, sólo 582 cuentan con atlas de riesgo, un 23.6%. Como ejemplo de la gravedad del rezago en la materia, sólo 4 municipios de todo Guerrero y sólo 37 de los 570 de Oaxaca cuentan con atlas. Ello sin contar con que muchos de estos documentos están desactualizados por más de diez años. Algo lamentable, considerando que un atlas de riesgos puede ser el eje rector para obras públicas prioritarias, políticas de salud, seguridad pública además de, lo obvio, acciones preventivas de protección civil. Por si fuera poco, sólo un estado, Hidalgo, cuenta con una agenda estatal de riesgos, un documento donde los desastres naturales son sólo un apartado.

De aprobarse la nueva ley, implicará todo un reacomodo presupuestal e institucional para las entidades, pero sobre todo para los municipios, hasta ahora prácticamente dedicados a la seguridad pública, la recolección de basura, cobro de predial y agua; pero lo más importante, puede replantear la forma de desarrollar planes estatales y municipales de gobierno.

OCCMundial: retos en el día a día en materia laboral

Hace apenas unos meses, el 9 de mayo para ser exactos, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto poniendo fin a la emergencia sanitaria derivada por la pandemia de covid-19 en el país.

Tras poco más de tres años en los que nuestras actividades cotidianas se alteraron radicalmente llevándonos a un encierro forzoso, nuestros hábitos laborales parecen ir lentamente regresando a una normalidad a la que no nos terminamos de acostumbrar, sobre todo para los que nos acomodamos trabajando desde casa.

La encuesta más reciente realizada por OCCMundial, plataforma de empleo que dirige Ricardo Rodarte, refleja que el regreso a las sedes de las empresas no ha resultado tan fácil para millones de mexicanos quienes enfrentan diariamente diversos desafíos para reintegrarse a sus rutinas tradicionales.

OCCMundial preguntó a distintos empleados cuales son los retos que enfrentan en su día a día laboral, a lo que el 36% contestó que la movilidad es el factor más complicado debido a los largos trayectos de traslado y a un sistema de transporte que hace mucho tiempo quedó rebasado. El 21% se quejó de la falta de organización en en su trabajo, mientras que el 11% sostuvo que su principal problema se relaciona con la convivencia con sus jefes y compañeros.

Durante la pandemia, el llamado home office facilitó las actividades de muchos de los empleados, sobre todo para las mujeres quienes suelen llevar la carga del hogar, hecho que se ve reflejado en la encuesta de OCCMundial. Para el 32% de las entrevistadas y los entrevistados la principal dificultad que hoy encaran es el desgaste físico y mental destacando tres puntos como detonantes: el tener que despertarse temprano; cumplir con obligaciones en casa después de trabajar y, finalmente, tener un horario laboral demandante.

Son momentos de cambio en los que los empleadores deberán ser particularmente sensibles a las necesidades de sus trabajadores, para evitar impactos en la salud no sólo física sino mental. Hace unas semanas OCCMundial también reportaba que 7 de cada 10 asalariados había presentado síntomas de estrés laboral en situaciones de presión, como una herencia nefasta de la pandemia.

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