Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que Octavio Romero Oropeza continuará al frente de Petróleos Mexicanos (Pemex) hasta el final de la administración, a petición del propio ingeniero agrónomo, descartándose definitivamente que vaya a buscar la gubernatura de Tabasco. Lo de menos es el descarte, la decisión implica mucho más.
Y mucho más es Pemex, donde se termina de confirmar que no habrá cambio en lo que ha sido el rescate de la mayor empresa de México: ha aumentado la producción y la refinación pero se mantiene debajo de sus propias metas; aumenta la importación de combustibles, lo que nos aleja de la pospuesta y cada vez menos mencionada meta de autosuficiencia de combustibles; la deuda que asciende a más de 110 mil millones de dólares, equivalente al 6.1% del PIB nacional, y para lo que entra el gobierno al rescate una vez sí y otra también.
Tema preocupante y uno de tantos que incidió en la baja de calificación de Fitch, es el incremento en los accidentes en las instalaciones de la petrolera. Apenas en julio pasado se registró un incendio en la plataforma Nohoch en la Sonda de Campeche y que implicó la muerte de dos personas, una desaparecida y varias heridas, además de una pérdida de 700 mil barriles. Pemex niega que haya disminuido la inversión en conservación y mantenimiento, sin embargo, es un hecho que la inversión para revertir daños y prevención de accidentes ha caído este sexenio casi 50% en la empresa “productiva” del Estado.
El acierto en la adquisición de Deer Park en Houston era algo que ya se cocinaba desde administraciones anteriores, cuando todavía Pemex operaba la refinería en sociedad con Shell. A pesar de los ingresos generados, la mayor parte de las gasolinas que produce se quedan en Estados Unidos. Hablando de refinerías, sería injusto atribuirle a Romero Oropeza el arranque pendiente y los costos de construcción de la refinería de Dos Bocas, proyecto que trae a cuestas Rocío Nahle, quien sigue sus planes de irse de candidata a Veracruz, dejándole el paquete al director general de Pemex.
Y hablando de la política, en el plano tabasqueño, la disputa interna en Morena por la candidatura a la gubernatura parece resuelta a favor del grupo político de Adán Augusto López, quien no ha soltado el control del estado. Sea cuál sea el resultado de la encuesta de Morena, Adán Augusto caerá para arriba junto con su familia, todos cercanos al primer mandatario. De ahí que se perfila como prácticamente segura gobernadora Rosalinda Hernández López, administradora general de Auditoría Fiscal Federal del SAT, hermana de Adán Augusto y esposa de Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas.
Sin posibilidad de aspirar a cargo de elección popular, Romero Oropeza está tranquilo. Su lealtad siempre ha sido recompensada y su jefe y amigo está convencido de que ha sido correcto lo que se ha hecho con Pemex. Tan es así que el presidente recomienda a su relevo que construya otra refinería.
Napoleón Gómez Urrutia: verdades a medias
Crece la tensión entre México y Estados Unidos a un año de que en ambos países se registren elecciones generales. El hecho de que la administración de Joe Biden haya solicitado que un panel verifique si efectivamente Grupo México cumple con los derechos laborales de sus trabajadores en la mina de San Martín en Zacatecas, que se suma a la controversia por el maíz transgénico, hace suponer que el área comercial se convertirá en uno más de los campos de batalla en donde demócratas y republicanos habrán de medir fuerzas.
De este lado de la frontera, el grupo comandado por Germán Larrea acusa a Napoleón Gómez Urrutia (el líder minero que nunca trabajó en una mina y que ostenta el cargo por herencia) de politizar un conflicto laboral e involucrar a los poderosos sindicatos estadounidenses, AFL-CIO y United Steelworkers, para provocar la intervención de la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en apoyo al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana que encabeza.
Grupo México afirma que la cuestión laboral es lo que menos le interesa a Gómez Urrutia, quien estaría buscando un nuevo cargo político que extienda el fuero del que hoy goza como senador, para seguir evadiendo así el laudo que lo obliga a pagar 55 millones de dólares con sus respectivos intereses a 226 trabajadores de la mina de Cananea, beneficiarios finales de un fideicomiso creado en 2005.
Los argumentos esgrimidos desde la Unión Americana por lo menos a primera vista no están claros, toda vez que las autoridades laborales de nuestro país analizaron el caso y resolvieron que no se les habían negado sus derechos a los trabajadores como afirma Gómez Urrutia, cuya agrupación mantiene una huelga en curso, pero que no tiene la representatividad de la totalidad de grupos de mineros que tomaron la decisión de retornar a sus labores. Paralelamente no habría lugar para la intervención comercial dentro del T-MEC ya que la mina no realiza envíos a ese país.
De cualquier forma, Grupo México afirma no sólo estar abierto al escrutinio, sino que lo ve como una oportunidad para poner fin a un diferendo que se extiende desde 2018. Desde entonces, afirma, San Martín ha recibido inversiones por 105 millones de dólares; con mejoras en las instalaciones que producen un millón 250 mil toneladas de minerales al año además de generar mil 300 empleos. Toda una comunidad depende de esa mina.