Únete a nuestro canalTrolebús de Iztapalapa a Chalco
El gobernador Alfredo del Mazo anunció la construcción de la mayor ruta de conexión de transporte público entre el Estado de México y la Ciudad de México.
En su quinto informe de gobierno, el gobernador Alfredo del Mazo anunció la construcción de la mayor ruta de conexión de transporte público entre el Estado de México y la Ciudad de México. Se trata del corredor de trolebuses de alta capacidad Chalco-Santa Martha, el cual tendrá una longitud de más de 18 kilómetros, 15 estaciones, incluidas las dos terminales, ubicadas en Santa Martha, alcaldía Iztapalapa, y en el municipio de Chalco.
La ruta beneficiará a los habitantes de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, así como a los municipios de Chalco, Ixtapaluca, La Paz y el Valle de Chalco. Contempla un tramo elevado y otro a nivel tierra, la mayor parte por la autopista México-Puebla. En la terminal Santa Martha, los usuarios podrán transbordar a la Línea A del Metro, la Línea 2 del Cablebús, el trolebús elevado de Eje 10 Sur hasta Constitución de 1917, así como los paraderos de Santa Martha y de Avenida Internacional.
Se calcula que el tiempo de traslado entre Chalco y Santa Martha se reduzca de dos horas y media a sólo media hora en trolebús, lo que representará no solo un ahorro de tiempo sino también económico en gastos de transporte para los habitantes del oriente de la zona metropolitana del Valle de México.
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La obra está a cargo de La Peninsular, de Carlos Hank Rhon, y supervisada por Orva Ingeniería, dirigida por Juan José Orozco y quedará concluida en los primeros meses del próximo año.
”Alito” o la supervivencia del PRI
Mal están las cosas cuando en una coalición política el centro de gravedad es ocupado por un personaje cuyo pasado lo convierte en presa fácil de sus adversarios. Tal es el caso de Alejandro Moreno, conocido popularmente como “Alito”, quien a su paso por la gubernatura de Campeche dejó una estela de trapacerías que hoy se vuelve en su contra y que afecta a todos aquellos que tienen la mala fortuna de asociarse con él.
El 9 de junio la llamada Alianza Va por México, una agrupación que integra a PRI, encabezado por Alejandro Moreno; PAN, cuyo presidente es Marko Cortés; y PRD, liderado por Jesús Zambrano, sorprendió al gobierno federal con el anuncio de una moratoria constitucional. Tres meses después la Alianza se sostiene únicamente por el peso de su sombra, gracias a que uno de sus actores, ya podemos imaginarnos quién, incumplió con lo pactado. El precio: evitar un desafuero que hubiera activado la maquinaria de la justicia para llevarlo a la cárcel, y como nada es gratis en esta vida, a cambio de validar una reforma constitucional suscrita por la diputada Yolanda de la Torre que extendería la tutela del ejército sobre la Guardia Nacional hasta el 2028, además de garantizar que los legisladores del PRI comprometerían su apoyo hasta contar con los votos necesarios para su aprobación.
En 2012 la militancia logró recuperar el control del país después de 12 años en la banca
Un costo alto para el futuro de PRI, que no es exageración, podría estar viviendo sus últimas horas. En política la confianza es el bien más preciado y cuando ésta se pierde también se pierden partidarios. En 2012 la militancia logró recuperar el control del país después de 12 años en la banca. Lejos de fortalecer a la fracción, Enrique Peña Nieto se encargó de desprestigiarla aún más, facilitando la irrupción de Andrés Manuel López Obrador y colocando al partido en el peor nivel de su historia con tan solo 13.56% de la votación en 2018. Todavía hay espacio para que el PRI se siga devaluando, mientras no llegue al 2% que le haría perder su registro.
Hay quien dice que la Alianza nació muerta y que bien harían estos partidos en seguir su propio camino, pero lo cierto es que hoy por hoy (pese a que aún no hay candidatos definidos) no existe manera que en lo individual puedan mejorar la posición de Morena por lo que esta opción suena kamikaze, por eso tanto el PAN como el PRD abrieron un compás de espera en la esperanza de que sean los propios priistas quienes ajusten cuentas con sus liderazgos para retomar el diálogo con una dirigencia más confiable.
Mientras, la iniciativa sobre la Guardia Nacional avanza y alguien en el Palacio Nacional se frota las manos. Estas fiestas patrias, tendrá por lo menos dos motivos para festejar bailando al son de Los Tigres del Norte: la militarización de una policía cuya naturaleza tendría que ser civil y la implosión de Va por México a precio de ganga.
