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Una brecha que no deja de ensancharse

por El Consejero
Foro Económico Mundial

Hace apenas unos días el Foro Económico Mundial (WEF) que se celebra en Davos, Suiza, dio a conocer su Panorama Global de Riesgos 2023 en el que destaca que uno de los principales retos que habrá de enfrentar la humanidad en el corto plazo será el costo de la vida, una condición ineludible para la cual tendríamos que irnos preparando porque de acuerdo al reporte esta se extenderá por un mínimo de dos años.

El horizonte es muy poco alentador. En puerta, además de una crisis económica, enfrentamos una crisis de energéticos, una crisis medioambiental, una crisis geopolítica, una crisis social e incluso una tecnológica y el problema es que son concurrentes con riesgos “profundamente interconectados” a lo que se suma una erosión de la resiliencia, algo así como una tormenta perfecta para la cual la nueva generación de líderes mundiales no necesariamente está preparada.

Constantemente se nos habla de que el origen de esta problemática se encuentra en la pandemia de Covid-19, en la escasez de energéticos derivada de la invasión de Rusia a Ucrania y de la ruptura en la cadena de suministros, pero nadie cuestiona sí la forma en que los gobiernos encararon estos problemas fue la más efectiva, por lo menos en términos financieros.

Este lunes, en coincidencia con el inicio del Foro Económico Mundial, la organización de la sociedad civil Oxfam presentó su informe anual en el que sin mayores preámbulos denuncia que desde 2020 las dos terceras partes de los recursos generados en el mundo fueron a parar a los bolsillos del 1% de los grandes millonarios, 2 mil 700 millones de dólares cada día, mientras que la pobreza extrema creció por primera vez en los últimos 25 años.

Para ponerlo en perspectiva con cuatro días de estas ganancias se resolvería el problema de la pobreza extrema en nuestro país durante un año y con lo de 42 días se erradicaría la pobreza.

De acuerdo a Oxfam el 75% de los gobiernos tienen previsto recortar sus gastos durante los próximos cinco años para paliar las deudas adquiridas básicamente a costa de los servicios de salud y de educación, con lo que los más pobres terminarán pagando una deuda que no les corresponde.

En compensación, la organización hace una propuesta que habría que considerar. Sugiere aplicar un impuesto de 5% a la fortuna de los multimillonarios y milmillonarios con lo que se generarían 1.7 billones de dólares año, cantidad con la que saldrían de la pobreza 2 mil millones de personas además de financiar un programa global para terminar con el hambre.

Oxfam propone también que los gobiernos aumenten la carga fiscal sobre los más ricos hasta un 75%, ya que en los últimos años está se ha reducido en un amplio grupo de países lo que ha facilitado la evasión de las obligaciones tributarias a favor de los accionistas de las grandes empresas.

Una carta de buenos deseos, que difícilmente tendrá eco en las élites financieras, pero con unas cifras que nos tendrían que sacudir, bastante más que un poco.

Trafigura: cero carbono en 2030

Desde la reunión anual del Foro de Davos, Trafigura, una de comercializadoras de materias primas líderes a nivel mundial, se comprometió a eliminar el dióxido de carbono como miembro fundador de First Movers Coalition (FMC), anunció Jeremy Weir, presidente ejecutivo y director ejecutivo de la firma suiza.

Además de comprometerse a la reducción de emisiones directas, Trafigura adquirirá 50,000 toneladas de créditos de eliminación neta de dióxido de carbono duraderos y escalables para finales de 2030 generados a través de tecnologías avanzadas de eliminación de dicho compuesto.

La FMC es dirigida por el Foro Económico Mundial en sociedad con el Enviado Especial de la Casa Blanca para el Clima, John Kerry, y congrega a 69 empresas globales de los sectores de la industria pesada y el transporte de larga distancia, responsables del 30% de las emisiones globales de carbono y que, de no avanzar en tecnologías limpias, podrián alcanzar el 50%.

Así, desde su lanzamiento en la COP26 realizada en Gasgow, Escocia, en 2021, la FMC se encuentra invertiendo en tecnologías ecológicas innovadoras que estén disponibles en 2030 y contribuyan de manera determinante para lograr emisiones netas cero para 2050.

En congruencia con las investigaciones que impulsa la FMC sobre estas tecnologías, Trafigura y Amogy, empresa especializada en utilizar amoníaco como energético libre de emisiones, trabajan conjuntamente estudiando la viabilidad y rentabilidad del uso del amoníaco para transportar hidrógeno bajo en carbono en largas distancias.

Cabe señalar que la eliminación del carbono es el tercer compromiso que hace Trafigura como miembro fundador de los objetivos de First Movers Coalition, pues ya es signataria de los compromisos del sector del transporte marítimo y el aluminio.

La lupa sobre el Metro

La mala operación en términos políticos y de comunicación que ha establecido una narrativa adversa respecto a la seguridad en el Metro de la Ciudad de México sólo ha tenido como resultado la desconfianza en el servicio de transporte colectivo; sin embargo, las fallas, los apagones, los chispazos e incluso los incidentes más graves, como el que sucedió este fin de semana en la estación Polanco, no son casos aislados, ni extraordinarios.

Durante décadas, el hecho de tener trenes subterráneos prácticamente distinguía a las ciudades desarrolladas en el mundo, o al menos modernas, vibrantes en progreso. Así, a finales de los sesentas se inauguró el Metro de la Ciudad de México, que pronto se ganó una buena reputación por su capacidad de movilización de usuarios, así como por su limpieza y puntualidad.

Cuántas veces no escuchamos presumir a los capitalinos sobre “uno de los mejores del mundo”. Y es que así fue, el STC Metro, conocido en la ciudad como el “Metro”, fue distinguido por un sinnúmero de premios a lo largo de los setentas y ochentas, fue creciendo, abriendo nuevas líneas y alcanzando rércords de pasajeros y de extensión, entre otros.

Esos tiempos quedaron atrás, pues el Metro, que merece una atención especial y cuidadosa, fue cayendo en el ranking internacional, pues envejeció mal. El problema del mantenimiento no tiene cuatro años, como la actual administración pública, tiene muchos más, veinte al menos. Sus directivos, que usualmente provenían del Instituto Politécnico Nacional, dado su formación, han sido relevados por prebendas y demás vicios de nuestra clase política.

El metro capitalino dejó de ser un orgullo y hoy está olvidado, convertido coyunturalmente en un pretexto para hacer ruido electoral y, principalmente es un desafío para las autoridades y un riesgo para sus usuarios. Ojalá que tanta alharaca sirva para que se recuerde su función y se trabaje con el objetivo original, recuperando sus glorias pasadas.

Incomparable con Londres, París, Moscú, Madrid, Tokio, Seúl, Nueva York, Montreal, Beijing y Hong Kong, por ejemplo, que ocupan los primeros diez lugares en el ranking mundial, en el que alguna vez estuvo el de la Ciudad de México.

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