A pesar de que México es un importante productor de alimentos en el mundo, la producción nacional es insuficiente para abastecer la demanda interna de algunos alimentos básicos como; arroz, trigo, maíz amarillo, maíz blanco, carne de cerdo, carne de pollo y leche en polvo. Además, el campo mexicano enfrenta diversos retos, como: productividad estancada, desigualdad en las condiciones de producción (empresas, tierras), recursos y tecnología; financiamiento escaso y caro; acceso al agua y riego, entre otros.
Las empresas de la agroindustria se encuentran alrededor de casi todo el mundo, con diversos tamaños y dedicadas a diferentes ámbitos como la tecnología, administración, gestión y recursos financieros. Las grandes empresas buscan nuevos mercados y nuevos consumidores.
A nivel mundial son las empresas de países ricos las que dominan este sector. China es el principal productor de alimentos, seguido de Estados Unidos y Japón. Algunos factores que influyen en producción de alimentos procesados son: los precios internacionales de materias primas, las políticas económicas de apoyo y los subsidios a las actividades relacionadas (la agroindustria), las políticas comerciales proteccionistas, las fluctuaciones de las divisas internacionales, la producción de biocombustibles, entre otros.
América Latina no es ajena a las tendencias en los cambios de la industria agroalimentaria. La urbanización, los mayores ingresos, la desregulación de los mercados, el cambio en el sector de venta al menudeo, la mercadotecnia y, desde luego, el interés de las grandes empresas de la industria por aumentar su participación de mercado y sus ganancias en el mundo, son aspectos que han influido en los cambios en el consumo de las personas en América Latina. Las principales empresas que operan en el mercado de América Latina son grandes empresas con presencia mundial como Danone, General Mills, Kellogg’s, Nestlé, PepsiCo, Kraft Heinz, Company21. Una de las maneras de aumentar la participación de mercado y tener presencia en ciertos mercados geográficos es mediante la adquisición.
México ocupa el primer lugar en América Latina en cuanto a consumo de alimentos procesados, el consumo per cápita anual es de 214kg. Aunque este es un buen dato para el mercado, es contraproducente para la salud de los mexicanos.
Entre las grandes empresas con presencia en México están: Nestlé, Pepsico, Kraft, Grupo Danone, ConAgra Food, Unilever, Grupo Lala, Herdez, Kuo, Bimbo, La Costeña, Gruma, Grupo Mac´ma, Grupo Turín, Sigma, Alpura, Yakult.
Los principales productos exportados por México son; galletas dulces, artículos de ganadería, pastelería y confitería, trigo, maíz, azúcar de caña y chocolate, azúcar de caña en estado sólido, azúcar de caña o remolacha y sacarosa químicamente pura y sólida.
Datos cruciales:
La industria de alimentos procesados representó 23.4% del PIB manufacturero y 3.9% del PIB total.
Las actividades agropecuarias han tenido un crecimiento importante, de 8.45% en 2016, en contraste con el crecimiento del país en ese año de 2.3%.
El principal mercado para las ventas al exterior de gran cantidad de productos que se elaboran en México es Estados Unidos. 65% de los productos alimentarios procesados se va a ese país; le sigue Venezuela (3%); Sudáfrica y Guatemala (cada uno con 2.5%); y Canadá (2.3%). Sus importaciones, por un valor de 14 106 mdd, provinieron principalmente de Estados Unidos y Canadá (PROMÉXICO).
Cerca de 900 millones de personas en el mundo tienen desnutrición y 1 400 millones tienen sobrepeso.
Ante este problema, urge que el sector alimentario sobre todo los productores de alimentos ultraprocesados, tomen cartas en el asunto y asuma su responsabilidad social, sobre todo en lo relacionado a los problemas de desnutrición que impacta a un promedio 900 millones de personas en el mundo, y el de sobrepeso que ya se refleja en más de 1400 millones de personas.