Como parte de la conmemoración del bicentenario de las relaciones entre México y Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió este lunes a Christopher Dodd, asesor especial para las Américas del presidente Joe Biden, quien le entregó una carta del mandatario estadounidense, en la que éste destacó la cooperación entre ambos países, así como el deseo de un pacífico y próspero futuro para México en continua relación con Estados Unidos. Misiva de generalidades, sin compromisos, pero en buenos términos.
En reciprocidad, AMLO envió una carta a su homólogo estadounidense en la cual, como en otras ocasiones, recordó las intervenciones militares estadounidenses y la pérdida de más de la mitad del territorio, aunque reconoció la actitud de respeto de Biden a la soberanía de México porque, según él, “es el primer presidente de Estados Unidos, en varias décadas, que no ha ordenado construir ni siquiera un metro de muro entre nuestras fronteras”.
Al parecer eso fue un halago.
El tabasqueño adelantó que en su próxima visita le quiere proponer tres temas: la sustitución de importaciones para América del Norte y para todo el continente, un programa de bienestar para los países de América Latina y el Caribe, y considerarlos aliados, iguales, respetando soberanías, “como usted lo sostiene”, lo que sea que eso signifique, incluida lo que suena a condena de sus dichos. Y remató dando la bienvenida a Biden y su esposa para los próximos 9 y 10 de enero.
Nada nuevo, considerando que lo de la sustitución de importaciones lo propuso en la reunión trilateral de noviembre del 2021 en Washington, y el programa de bienestar suena a una revolcada a sus propuestas de desarrollo para Centroamérica, insistiendo en que Estados Unidos patrocine Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro para la región, a lo que sólo ha tenido silencio por respuesta.
Ya por la tarde, la Secretaría de Economía informó que presentó a sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá un plan de trabajo para resolver la controversia energética en el marco del T-MEC en la etapa de consultas, supuestamente para acelerar la resolución sobre el tema.
Y supuestamente, porque el plan consta de conformar un equipo técnico para despejar dudas y establecer grupos de trabajo para abordar algunos temas, como la situación legal de la Ley de la Industria Eléctrica, los amparos de las empresas, entre otros.
Respecto al comunicado de la Secretaría de Economía, nuestros socios comerciales y muchos en México se han de preguntar: ¿no para eso son las consultas?, ¿para qué darle largas al tema si se ha insistido en la urgencia de resolverlo? Ignorando las afrentas innecesarias y la demagogia nacionalista y antiamericana, el hecho es que Estados Unidos y Canadá acusan que la política energética de México no cumple con el T-MEC, un acuerdo que suscribió el actual gobierno.
Con esta falta de resultados, con nada nuevo ni relevante qué acordar, la Cumbre de enero sólo destacará porque sea en el AIFA donde aterricen los aviones que traigan a Joe Biden y a Justin Trudeau. Y eso si es que no se pospone por tercera ocasión.
Con dos balas quemadas
Morena ya tiene a sus dos “gallos” listos para las contiendas electorales que habrán de tener lugar el año próximo en la República Mexicana. En agosto pasado, la maestra Delfina Gómez se alzó con el triunfo en las encuestas celebradas en el Estado de México convirtiéndose así en la primera aspirante en ser nominada.
Esta semana tocó su turno al senador Armando Guadiana Tijerina quien fue electo como coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Coahuila, un eufemismo con el que Morena denomina a sus precandidatos para poder posicionarlos “sin violar” la ley.
Guadiana se impuso al diputado Luis Fernando Salazar; al delegado de los programas sociales del Gobierno Federal, Reyes Flores Hurtado; y al subsecretario de Seguridad y Protección Civil, Ricardo Mejía Berdeja, quien ya se veía con la candidatura en la bolsa por el simple hecho de tener una sección en la conferencia matutina.
Ejerció su derecho de “pataleo”, y descalificó unas encuestas que finalmente tendrá que aceptar porque el presidente de la República ya las validó y les pidió a los contendientes hacer lo propio.
Como un alto porcentaje de los militantes de Morena, Guadiana inició su actividad política de la mano del PRI en los tempranos 70’s. En paralelo desarrolló una exitosa carrera en la comercialización de carbón. En 2018 ganó un escaño en el Senado.
Contrario a lo que el buen juicio pudiera indicar, fue nombrado presidente de la comisión de Energía en donde su desempeño fue severamente criticado por promover el uso de fuentes no renovables de energía, entrando en conflicto de interés con su actividad empresarial.
Guadiana ha sido uno de los hijos consentidos de la Cuarta Transformación vía la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Él mismo reconoció que intermedió entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el director de CFE, Manuel Bartlett, para la adquisición de carbón en su estado, cuatro empresas asociadas a su nombre se encontraban entre las potenciales beneficiarias.
Curiosamente y como preámbulo a las elecciones generales de 2024, Morena decide arrancar con dos balas quemadas. Tanto Armando Guadiana como Delfina Gómez contendieron en 2017 por la gubernatura de sus respectivos estados en donde ambos salieron derrotados frente a candidatos del PRI, el primero claudicó a manos de Miguel Riquelme, la segunda se vió rebasada por Alfredo del Mazo.