La cantidad de personas que buscan diferentes opciones para generar dinero ha crecido mucho en los últimos años. Hay infinitas formas de invertir para todos los gustos y bolsillos: criptomonedas, acciones, commodities, o divisas. Esto lógicamente se ha acelerado debido a la pandemia, postpandemia, y actualmente, conflicto bélico.
Una salida para quienes no tienen tanto dinero a invertir es el mercado Forex que, por el contrario de lo que sucede con la bolsa de valores, en la negociación, el inversionista no compra físicamente una acción, sino una relación de intercambio monetario de un bien.
En otras palabras, lo que se compra no son divisas, sino la diferencia de precio cuyo subyacente son pares de divisas. De tal forma que se remunera al inversor a partir de las diferencias entre esos precios.
En un principio, quienes empezaron a invertir en Forex eran principalmente exportadores que tenían ingresos o gastos afectados por la cotización de una determinada moneda y personas físicas que sabían que tendrían un gasto en moneda extranjera en una fecha futura.
En cambio, hoy por hoy, muchas personas no tienen los ingresos garantizados que tenían en el pasado, y al igual como ocurre con quienes cuentan con ahorro, han salido de su zona de confort: buscan y emprenden otras opciones para rentabilizar los recursos que tienen, en donde ciertamente el mercado Forex, se convierte en una muy conveniente opción.
Pero frente a lo que comúnmente se piensa, tratar de adivinar el mercado o jugar dentro de él de forma espontánea no da resultado a largo plazo.
Además de que sea importante saber en qué se va a invertir, a la hora de tomar decisiones, es fundamental conocer qué tipo de inversor uno es.
A pesar de la suposición de que todo inversor se rige por un comportamiento racional, es muy frecuente que quienes invierten se desvíen sistemáticamente de este supuesto comportamiento. Generalmente, tienden a dar demasiada credibilidad a los puntos de vista, opiniones y eventos recientes del mercado, y extrapolan erróneamente las tendencias recientes.
Para alcanzar una consistencia sobre la negociación, no se puede ignorar el comportamiento del mercado de divisas a través de los datos históricos. Pues, una consecuencia de dar demasiada importancia a los eventos recientes mientras se ignora los del pasado, es justamente, reaccionar de forma excesiva o insuficiente a los eventos del mercado: lo que hace que los precios caigan demasiado ante las malas noticias y suban demasiado ante las buenas.
Alcanzar un claro panorama de los escenarios de riesgos; posibles ganancias o pérdidas al invertir, requiere sí o sí, de herramientas avanzadas que permitan saber lo que ocurre en el mercado a través del acceso a datos actualizados.
Muchos de quienes inician el camino de las inversiones creen que pueden cronometrar el mercado de manera consistente con tan solo mirar los datos, pero en realidad, hay una cantidad abrumadora de información y, a partir de ello, muchos errores de decisión.
En este sentido, existen herramientas, como la de trading en AvaTrade que, junto con suministrar datos al inversionista, orienta sobre el manejo correcto de los indicadores por los que se van generando esos datos. Es decir, ayuda a aprender a configurar, diseñar y aplicar cada uno de ellos de forma conjunta.
Esto permite al inversionista decidir entre las acciones posibles que tiene a cada momento con mayor control sobre los riesgos. Tener claridad sobre, por ejemplo, de: el stop de pérdida, el tamaño del lote, el margen de cuenta, los objetivos de ganancia y los picos de ganancia, entre muchos otros indicadores que aminorarán el riesgo, y consecuentemente, aumentará las posibilidades de ganancia respecto al dinero invertido.