La crisis sanitaria de 2020 transformó el panorama de la inversión privada, eso impulsó a los inversionistas a centrarse en proyectos que ofrecieran soluciones sociales y tecnológicas, lo que resultó en un retorno significativo de la inversión; como resultado, las empresas emergentes más beneficiadas fueron principalmente del sector tecnológico, eso destacó la importancia de la innovación en este periodo.
Pablo Coballasi, presidente de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), señaló en una entrevista que los fondos de Venture Capital (VC) muestran una tendencia al alza, particularmente en compañías tecnológicas, donde se enfocan en el desarrollo de herramientas para optimizar procesos, eso subraya el alto potencial de crecimiento que representa este sector.
“Los inversionistas de Venture Capital invierten en las compañías de tecnología por que están interesados en las oportunidades de alto crecimiento que se logra gracias al uso de la tecnología”, afirmó Pablo.
Sin embargo, tras el gran auge de 2021, los inversionistas se tornaron más exigentes en cuanto a los fondos, donde ahora demandan compañías con un crecimiento sostenible respaldado por indicadores clave de desempeño, como el flujo de caja y proyecciones claras de rentabilidad, ¿qué causó esta rigurosa exigencia?
Tras el año 2021, surgieron unicornios en varios países latinoamericanos como: Chile, Ecuador, Colombia, México, y por supuesto Brasil, este último siendo la nación con más empresas emergentes valoradas en mil millones de dólares. Este fenómeno, apodado por los expertos como ‘la fiesta del 2021’, generó tanto aspectos positivos como negativos.
Susana García Robles, socia gerente de Capria Ventures, destacó que uno de los aspectos positivos fue que muchas compañías que se convirtieron en unicornios tenían un historial de crecimiento sostenible a lo largo de los años; este antecedente fue crucial para que los inversionistas confíen en estas empresas como apuestas sólidas.
Lo negativo radica en que algunas compañías crecieron a cualquier precio; sus valoraciones se dispararon sin bases sólidas, por lo que, García Robles destacó que eso los dejó en una posición vulnerable, dependiendo de líneas de crédito al no poder enfrentar nuevas rondas de financiamiento, además, los inversionistas ahora están escudriñando minuciosamente estas últimas valoraciones.
La especialista identificó a los emprendedores que priorizan un crecimiento a cualquier precio y a los inversionistas que fomentaron esta mentalidad como los responsables de los aspectos negativos, por lo que, ambos grupos son objeto de atención en Latinoamérica, ya que se busca eliminar esta actitud para promover un crecimiento más sostenible y responsable.
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Pablo ejemplificó esto en el sector financiero, donde la tecnología democratizó el acceso al mercado financiero, facilitando su alcance a prácticamente cualquier persona, este cambio transformó significativamente el panorama en este ámbito.
Este fenómeno también se está replicando en otras industrias, impulsado por internet, que actúa como el pilar fundamental para permitir una mayor penetración y acceso tecnológico a la base de la pirámide social.
Coincidió en que las empresas que invierten en los fondos buscan proyectos que no sólo ofrezcan oportunidades de crecimiento, sino que también generen un impacto social considerable al abordar problemas que se presentan en la sociedad.
Inversiones de capital privado y un nuevo capítulo de tecnología en México
La nación goza de una posición macroeconómica sólida, lo que representa un momento propicio para la industria del capital privado al ofrecer la oportunidad de atraer Inversión Extranjera Directa (IED).
Pablo Coballasi enfatizó que los fondos de Venture Capital muestran una tendencia al alza en las compañías de tecnología, con el objetivo de desarrollar herramientas para agilizar procesos, esto destaca el alto potencial de crecimiento del sector tecnológico, lo que se alinea con el desarrollo económico que está experimentando México.
“A raíz de la relocalización global de la cadena de suministro y la IED que entra al país estos inversionistas demandan el uso de la tecnología por parte de la manufactura de productos o para brindar servicios, por lo que es una oportunidad para que el retorno de la inversión sea firme”, expresó Coballasi.
También expresó su opinión sobre las perspectivas positivas de retorno de inversión y dividendos para el año 2024; espera que la era de tasas altas experimente un descenso gradual, lo que permitirá un acceso más accesible al apalancamiento de inversión para todas las empresas y, por lo tanto, una disminución en el costo del capital.
“Lo que buscan los inversionistas son empresas con crecimientos altos y que tomen ventaja del gran potencial que existe en México para usar esta tecnología y penetrar con más fuerza sus industrias”.
Basándose en la experiencia adquirida por los fondos de inversión y en el aprendizaje de los errores pasados, la especialista vislumbra un futuro prometedor para el sector, esto es especialmente relevante en países como México, que cuenta con condiciones macroeconómicas propicias para el desarrollo favorecedor del capital privado.
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