La reciente toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México trajo consigo un nuevo enfoque en la política económica del país. Uno de los pilares clave de esta administración es el nearshoring, una estrategia que busca atraer a empresas internacionales para que reubiquen sus cadenas de suministro en México, aprovechando su proximidad geográfica a Estados Unidos.
Sin embargo, para que esta visión se convierta en una realidad con beneficios tangibles, es necesario un esfuerzo conjunto entre empresarios, gobierno, academia y sociedad civil.
Sergio Seañez, Consejero de la Asociación de Empresarios Mexicanos en Estados Unidos (AEM-USA) y ahora presidente del Grupo de Trabajo Binacional de Nearshoring, destaca la importancia de la colaboración entre estos actores para maximizar las oportunidades que presenta el nearshoring.
“No podemos seguir pensando que el nearshoring es sólo cosa de empresarios, o que sólo beneficia a las empresas”, afirma Seañez. “La realidad es que tiene un gran potencial que aún no estamos aprovechando completamente, como el de generar mejores empleos, nuevas oportunidades para emprender, la creación de carreras específicas y el impulso de habilidades profesionales”.
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Transformación del Grupo de Trabajo Binacional de Nearshoring
La AEM-USA ha tomado la iniciativa en esta materia al transformar su Grupo de Trabajo Binacional de Nearshoring en una entidad binacional, con la intención de ampliar el impacto de su trabajo. Este grupo tiene como prioridad lograr que la comunidad empresarial se convierta en un nodo central que conecte a empresarios, gobierno, academia y sociedad civil, creando una sinergia que permita que México se consolide como un líder en la regionalización de las cadenas de suministro. Este liderazgo no debe concentrarse únicamente en el norte del país, donde las empresas suelen establecerse, sino expandirse hacia otras regiones.
El principal reto, según Seañez, no es solo atraer a las empresas, sino comunicar de manera efectiva los beneficios del nearshoring y cómo aprovecharlos. “Tenemos un reto de comunicación importante, porque no se trata sólo de hablar de nearshoring, sino de cómo comunicamos sus beneficios y qué tenemos que hacer para capitalizarlos”, comenta.
Desde las instituciones educativas hasta las empresas y el gobierno, es necesario ajustar estrategias, crear programas educativos y mejorar los incentivos que ayuden a integrar de manera eficiente las oportunidades que presenta el nearshoring.
Vinculación entre industria y academia
Uno de los actores clave en este proceso es la academia, que tiene el potencial de preparar a los jóvenes para las necesidades del nuevo panorama económico. Arturo Reyes Sandoval, Director General del Instituto Politécnico Nacional (IPN), señala que la vinculación entre la industria y las instituciones educativas será crucial para desarrollar las competencias necesarias.
“La adecuación de los planes y programas de estudio acordes con las necesidades reales de las empresas permitirá que los egresados cuenten con mayores competencias”, afirma Reyes Sandoval. Además, destaca que el IPN puede desempeñar un papel preponderante en el impulso de las cadenas de valor que tendrán un impacto directo en el nearshoring.
En este sentido, el IPN ya está tomando medidas para promover la incorporación de jóvenes en esta estrategia, a través de proyectos de investigación y estancias realizadas en colaboración con la industria. Reyes Sandoval también subraya que la innovación generada dentro de las instituciones de educación superior será determinante para la competitividad de las empresas que participen en el nearshoring. Esto incluye desde la creación de nuevas carreras alineadas con las necesidades del mercado hasta la enseñanza de idiomas y habilidades técnicas que faciliten la integración de los jóvenes en las nuevas cadenas de suministro.
Nearshoring como pilar de crecimiento económico
El gobierno de Claudia Sheinbaum, en conjunto con el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, ha reafirmado su compromiso con el nearshoring como una de las principales estrategias para el crecimiento económico del país. En su discurso de toma de posesión, Sheinbaum enfatizó la importancia de aprovechar la relocalización de empresas en México para fortalecer la economía y generar empleo. Ebrard, por su parte, ha reiterado en diversas intervenciones públicas que la relocalización de empresas es uno de los motores clave para el desarrollo del país en este nuevo sexenio.
La estrategia del nearshoring no solo busca atraer a empresas extranjeras, sino que también representa una oportunidad para que las empresas mexicanas se integren en las nuevas cadenas de suministro y desarrollen relaciones comerciales de alto valor. Esto podría traducirse en una mejora significativa en la competitividad de las pequeñas y medianas empresas mexicanas, al tiempo que se promueve el desarrollo económico en diversas regiones del país.
Acciones concretas para la relocalización de las empresas
Conscientes de los desafíos y oportunidades que presenta el nearshoring, la AEM-USA seguirá impulsando acciones concretas para promover esta estrategia. Entre estas acciones se encuentran la organización de reuniones, conferencias y programas educativos, como bootcamps, que buscan capacitar a empresarios, estudiantes y otros actores clave. Estas iniciativas están diseñadas para asegurar que todos los involucrados en el proceso de nearshoring estén alineados y preparados para aprovechar al máximo las oportunidades que se presenten.
Además, Seañez subraya la importancia de involucrar a la sociedad civil en este proceso. “No se trata solo de atraer a las empresas, sino de asegurarnos de que la sociedad civil esté involucrada y que todos se beneficien de este proceso”, comenta. Esto incluye la creación de empleos de calidad, el desarrollo de nuevas habilidades y la creación de nuevas oportunidades para emprender.
El futuro del nearshoring en México
A medida que México avanza hacia una mayor integración en las cadenas de suministro globales, el éxito del nearshoring dependerá en gran medida de la capacidad del país para crear un ecosistema colaborativo donde empresarios, gobierno, academia y sociedad civil trabajen en conjunto. Si bien los desafíos son significativos, el potencial para transformar la economía mexicana es igualmente grande.
La visión de la AEM-USA es clara: hacer que el nearshoring no solo sea una estrategia económica, sino una herramienta para el desarrollo social y el bienestar compartido. Con el apoyo del gobierno y de actores clave en todos los sectores, México tiene la oportunidad de consolidarse como un líder en esta nueva etapa de la economía global, generando beneficios que se extiendan a todos los rincones del país.
El reto ahora es que este mensaje y estas oportunidades no se queden solo en el ámbito empresarial, sino que lleguen a todos los sectores de la sociedad. Con la colaboración adecuada, el nearshoring podría ser el motor que impulse a México hacia un futuro más próspero e inclusivo.
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