El gigante mexicano de la cerámica y otros materiales de construcción Lamosa crece con la compra de uno de los fabricantes españoles que más había crecido en la última década, el castellonense Baldocer. El grupo americano pagará 425 millones de euros por la empresa española y sus factorías, según ha anunciado.
Lamosa precisamente ya está presente en España y cuenta con una factoría en Castellón, después de que hace dos años adquiriese la división de baldosas cerámicas del grupo Roca y su planta en Vall d’Uixo Castellón. De hecho, con ese acuerdo el grupo mexicano añadió a su catálogo la marca Roca Tiles.
El nuevo dueño de Baldocer es el segundo mayor productor mundial de azulejos por metros cuadrados, sólo por detrás de la multinacional estadounidense Mohawk, dueña de marcas como Marazzi, y por delante de grupos españoles, como Pamesa y STN, que se sitúan en quinta y séptima posición, respectivamente, según la clasificación anual que elabora la revista Ceramic World Review.
Según explica Lamosa, el acuerdo de adquisición de Baldocer que hasta ahora pertenecía al empresario Felipe Peraire contempla que se materialice mediante dos pagos. El primero de ellos supondrá un desembolso de 354 millones de euros en el momento en que se cierre la operación, a la espera de lograr todos los trámites legales y de Competencia.
El segundo pago se aplazará a 2025 y contempla un importe de al menos 71 millones de euros, aunque la cifra podría variar en función de los resultados. Además, la transacción será libre de deuda neta. y Lamosa explica que contempla financiar la operación fundamentalmente a través de deuda.
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Lamosa se diversifica en Europa
La compra de Baldocer permite incrementar aún más el tamaño a Lamosa, cuyo volumen de negocio anual supera los 1.700 millones de euros. Según la propia empresa, el grupo español aportará aproximadamente un 16% los ingresos consolidados de Grupo Lamosa y un 12% de la capacidad de producción del negocio de revestimientos, alcanzando alrededor de 275 millones de metros cuadrados al año.
Pero más allá del volumen total, la compra facilita a Lamosa convertir Europa en uno de sus grandes mercados, al sumar también los activos de Roca Tiles. El grupo americano hasta ahora concentraba la mayoría de sus plantas productivas al otro lado del Atlántico, fundamentalmente en Perú, Colombia, Argentina y Brasil, además de su propio país.
Por su parte, Baldocer había cerrado 2021 con un beneficio neto consolidado de 43,9 millones, el doble que un año antes, y una cifra de negocio de 233,7 millones de euros, un 21% más que el anterior. Sin embargo hay que tener en cuenta que el último año y medio las condiciones de la industria azulejera han dado un vuelco, por la fuerte subida de los precios del gas. De hecho la empresa castellonense había tenido que ajustar su plantilla con un ERE a principios de año.
Para la industria cerámica española, el primer productor por volumen de Europa y el segundo por facturación tras Italia, la compra supone un salto más en la concentración sectorial, ahora impulsada por los costes del gas y las materias primas. El sector ha visto como en los últimos años se multiplicaban los operadores internacionales que entraban en las empresas, como la británica Victoria dueña de Keraben y Saloni, o el fondo Falcon en el Grupo Halcón.
Nota de ElEconomista.es
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