Toyota anunció que han sido filtradas 296,019 direcciones de correo electrónico y números de teléfono de clientes. Lo anterior a través de un hackeo o ataque informático.
El corporativo detalló que los datos vulnerados y expuestos son los de los clientes suscritos a T-Connect, un servicio digital que conecta a los usuarios de vehículos en una red online,
Toyota sufre hackeo una vez más en 2022
La compañía comentó que se ha recabado información de manera ilegal, proveniente de los usuarios que se registraron desde el 2017 en dicha base de datos.
En este sentido, Toyota explicó que las condiciones de seguridad respecto a las faltas en el acceso a la información, por criminales cibernéticos, no se pueden librar de riesgos por completo. Aún no hay información que determiné la dimensión de las afectaciones a nivel global.
No ha sido una etapa sencilla para la compañía automovilística pues actualmente atraviesa una controversia con Hino Motors.
La unidad de producción de camiones y autobuses de Toyota reportó que cuatro empleados renunciarían a sus puestos y exigirían una compensación a ex-gerentes.
Controversias en Japón con Hino Motors
Hino Motors señaló que se trata de tres ejecutivos y un alto funcionario de la compañía, quienes se enfrentan a inconformidades después de la falsificación de datos de motores.
Satoshi Ogiso, presidente Hino, expresó que tratará de limar asperezas a través de la devolución de la mitad de su salario. Esta medida se extenderá durante los siguientes seis meses.
Por su parte, la empresa directiva pronunció su apoyo a Hino Motors a través de un comunicado publicado este viernes. “Como Toyota, seguiremos apoyando a Hino para que estas medidas anunciadas sean efectivas. Apoyaremos a Hino en áreas y operaciones donde podamos, incluido el trabajo relacionado con la certificación de motores para camiones livianos. Además, compartiremos el conocimiento acumulado de Toyota con Hino, por ejemplo, para responder a los proveedores afectados por el problema”.
También, a finales de febrero, Toyota se enfrentó a un sabotaje informático, el cual obligó a la fabrica de automóviles a suspender actividades en Japón. Dicha medida provocó una perdida cercana a los 13 mil autos que no pudieron salir al mercado.
