Wellness integral y éxito empresarial

En los últimos años, el concepto de bienestar laboral ganó una relevancia sin precedentes, convirtiéndose en un pilar estratégico para las organizaciones modernas. Este cambio no es sólo una respuesta a la pandemia, sino también una evolución natural hacia la comprensión de que empleados saludables y felices contribuyen significativamente al crecimiento y la estabilidad de una empresa.

Invertir en programas de bienestar va más allá que una moda pasajera; tiene beneficios tangibles que inciden directamente la salud organizativa, según Olivia Segura, socia de Asesoría en Capital Humano del Talento KPMG México, ‘las empresas que invierten en bienestar laboral pueden experimentar una reducción en el ausentismo, mejoras en el rendimiento y una disminución en los accidentes laborales’.

Este enfoque no sólo resulta en empleados más comprometidos y valorados, sino también en una mayor lealtad y desempeño general dentro de la organización. Uno de los puntos fundamentales que indicó Olivia es la congruencia y el compromiso de los líderes, es que “no basta con tener programas como clases de yoga o meditación; los líderes deben permitir y fomentar la participación de los empleados”.

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Olivia aseguró que en KPMG, se implementaron iniciativas como pausas activas, clases internas de mindfulness y yoga, además de promover hábitos saludables.

“Hemos visto beneficios al realizar reuniones caminando o incluso implementando gamification para fomentar hábitos saludables”, añadió la especialista.

Según la agencia de reclutamiento y servicios especializados, Randstad, para implementar una estrategia de bienestar corporativo se necesita atender cuatro etapas:

Diagnóstico

Lo principal es comprender cómo se encuentra la fuerza laboral. Esto, lo puede realizar el área de Recursos Humanos a través de encuestas para conocer cómo se sienten con sus actividades, así como sus emociones en lo personal como en lo profesional.

Implementación

Tras haber analizado la información que dieron los colaboradores toca elaborar un plan de acción, con objetivos claros, pero sobre todo realistas, pues lo que se busca es que tengan un impacto positivo.

Difusión

Es necesario que esta claridad que se tendrá en el plan a seguir se difunda entre todo el personal, partiendo de la idea de que hay una situación que podría estar afectando el desempeño. “Es necesario diseñar una serie de acciones que aseguren su participación, y dar el ejemplo”.

Seguimiento y evaluación

Cabe señalar que las acciones que se implementen deberán ser medibles, es decir, corroborar que realmente estén funcionando. Es necesario establecer un periodo de tiempo para analizar los resultados, “para que en caso de que sea necesario se reorienten las acciones para una mejor ejecución”. Tras lo anterior, será necesario crear conclusiones, para en su caso, continuar por la misma línea o bien, hacer los cambios necesarios.

Ivonne de la Vega, especialista en temas de bienestar, indicó que el estrés es uno de los principales factores que afectan la productividad, consideró que las prácticas de wellness, como la meditación, el yoga y los masajes, ayudan a reducir los niveles de estrés, esto permite que los empleados puedan concentrarse mejor y ser más eficientes en sus tareas.

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Superando obstáculos y resistencia

Implementar programas de bienestar no está exento de desafíos, además del apoyo del liderazgo, las empresas deben enfrentar la resistencia al cambio, como lo mencionó Olivia. Las sesiones mensuales destinadas a abordar creencias limitantes y otros obstáculos personales mejoran no sólo la moral de los empleados, sino también su compromiso y creatividad, reflejándose en un servicio mejorado y una mayor satisfacción del cliente.

Olivia enfatizó la importancia estratégica del bienestar laboral para las empresas, subrayó que las organizaciones que invierten en programas de bienestar además de experimentar una reducción en el ausentismo y mejorar el rendimiento, también crean una disminución en los accidentes laborales. Resaltó que el bienestar integral también contribuye directamente al éxito y la estabilidad organizacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 75% de la fuerza laboral tiene estrés, mientras que un reciente estudio de Pluxee, denominado “Panorama Laboral en México 2023”, refiere que 4 de cada 10 trabajadores considera que tiene una carga de trabajo excesiva, lo que pone de manifiesto que hay un largo camino por hacer por parte de los empleadores para generar un mayor bienestar para los colaboradores.

Roxana Aguirre, directora de People & Culture en Pluxee México, considera que “si bien hay un reconocimiento de enfermedades cada vez más presentes en el sector laboral, aún faltan políticas públicas y un seguimiento efectivo para prevenirlas y sobre todo un mayor entendimiento por parte de los empleadores sobre la importancia que tiene fomentar la salud de las personas y sus efectos dentro y fuera de espacios de trabajo”.

Asegura además que mientras más saludable sea el ambiente laboral, las empresas verán como resultado menores niveles de rotación de personal, un clima organizacional más positivo, así como bien mencionaron las demás especialistas, una mayor productividad.

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De acuerdo con datos del Workplace Wellness Council México, un trabajador que sufre depresión puede faltar al trabajo 25 días al año y 20 días si tiene ansiedad. Y si nos centramos con lo mencionado por PwC en relación con la Norma NOM 035 sobre los riesgos psicosociales en el trabajo, nuestro país tiene losniveles más altos de personas con estrés laboral y las compañías no cuentan conlas herramientas necesarias para hacerle frente a esto.

Unas cifras más alarmantes que sacaban a la luz la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es que según sus estimaciones, cada año se pierden 12 mil millones de días de trabajo debido a la depresión y a la ansiedad, lo que genera un costo a la economía mundial cercana al billón de dólares.

De hecho, Guy Ryder, director general de la OIT precisó en 2022 que “dado que las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, es fundamental contar con un entorno laboral seguro y saludable.
Tenemos que invertir para construir una cultura de prevención en favor de la salud mental en el trabajo, reformar el entorno laboral para acabar con el estigma y la exclusión social, y garantizar que los empleados con problemas de salud mental se sientan protegidos y apoyados”.

El informe People Risk 2024 presentado por Mercer Marsh Beneficios, asesor global en salud de empleados, beneficios y riesgos laborales y parte de Marsh McLennan (NYSE: MMC), expuso que los encuestados de Latinoamérica clasificaron el deterioro de la salud mental como el riesgo más grave que enfrentan sus organizaciones, pero lo clasificaron en el noveno lugar de los 25 riesgos más probables de ocurrir.

Particularmente en México, el 25% de los expertos nacionales considera que su organización implementa políticas, prácticas y análisis para mejorar la salud de sus colaboradores; sin embargo, el deterioro mental es considerado como una de las principales preocupaciones al interior, derivado de la insuficiencia de programas de bienestar emocional (35%), cargas de trabajo insostenibles (29%) y factores de violencia en los centros de trabajo (29%). Situación que da la oportunidad a los empleadores de promover el apoyo y la atención en las deficiencias del sistema tradicional de salud.

En un mundo empresarial cada vez más competitivo, priorizar el bienestar es crucial para prosperar y mantenerse relevante en el futuro.

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