¡Aguas con tu información! 66% de los mexicanos conoce la contraseña de Facebook de su expareja
Un estudio evidenció que el 30% de los encuestados ha sido víctima de alguien que ha accedido a una cuenta y ha cambiado su contraseña sin su conocimiento.
Una encuesta realizada por Avast, empresa de seguridad digital y privacidad, entre 1,023 hombres y mujeres de México reveló que el 59% de los participantes afirma conocer las contraseñas de otra persona en Internet, superando la media global del 53 por ciento.
Asimismo, el 64% de quienes conocían la contraseña de otra persona, indicaron conocer la de sus parejas actuales y el 21% señaló conocer la de una expareja.
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El estudio evidenció que el 30% de los encuestados ha sido víctima de alguien que ha accedido a una cuenta y ha cambiado su contraseña sin su conocimiento o consentimiento.
De igual manera, el 19% dijo tener acceso a la ubicación de una expareja a través de aplicaciones como ‘Find my friends’, la función de compartir ubicación de Google o Snapchat.
4 maneras de proteger tus contraseñas
De quienes conocen la contraseña de su expareja sentimental, el 66% admitió que todavía tienen acceso a la cuenta de Facebook, rebasando la cifra global del 59%.
Por su parte, el 51% señaló que todavía puede acceder a la cuenta de correo electrónico del trabajo de su expareja.
Al respecto, Javier Rincón, director regional de Latinoamérica en Avast, reconoció que dichas cifras son realmente preocupantes.
“Atrás quedaron los días en los que simplemente se devolvían los objetos personales y las llaves de la puerta del otro cuando se terminaba una relación. Aunque sabemos que la gente comparte contraseñas y dispositivos con su pareja, este comportamiento puede tener un lado muy oscuro, especialmente cuando las mujeres son obligadas a compartir sus contraseñas”.
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Finalmente, cabe mencionar que de acuerdo con un artículo de Psychology Today, la tecnología desempeña un papel importante en la formación moderna de las parejas. No obstante, esta puede provocar comportamientos de acoso y vigilancia por parte de parejas sentimentales abusivas, como el uso de servicios de localización, así como el monitoreo de las redes sociales y el correo electrónico mediante el robo de contraseñas, programas espía o simplemente obligando a la pareja a “compartir” su cuenta contra su voluntad.