Atletas femeninas y el desafío de ser madres
Los cambios físicos y la pausa temporal que deben hacer las atletas en su entrenamiento debido al embarazo, crean reveses en su desempeño.
Las mujeres desempeñan un papel importante en todas las industrias y ámbitos en los que participan, sin embargo, la desigualdad de género sigue estando presente.
Ejemplo de ello son las atletas femeninas, que se enfrentan a diversos desafíos como la necesidad apremiante de contar con salarios justos y recursos dedicados exclusivamente para su desarrollo profesional.
En este sentido, a menudo, las atletas enfrentan desigualdades sistémicas, discriminación, disparidad en salarios, exposición limitada y pocas oportunidades de patrocinio. Y un tema que rara vez se toca es el desafío de formar una familia y ser madres.
Este video te puede interesar
En ocasiones, el temor de que el embarazo se convierta en un obstáculo para su carrera como deportistas, es una dura realidad que muchas de ellas enfrentan; de ahí que tengan que tomar la decisión de postergar la maternidad o renunciar a ella.
Atletas transgénero no podrán competir en pruebas femeninas
Los cambios de la maternidad
Por otra parte, las atletas femeninas que deciden convertirse en madres, muchas de las veces, deben programar estratégicamente sus embarazos para que coincidan con la temporada baja de las competiciones.
De igual manera, los cambios físicos y la pausa temporal que deben hacer en el entrenamiento debido al embarazo, crean reveses en la ventaja competitiva de las atletas; por lo que al reincorporarse a su actividad deportiva, deben entrenar con mayor esfuerzo. Esto, en el mejor de los casos, cuando el embarazo y el parto no tienen complicaciones.
Sin embargo, cuando las atletas llegan a tener un bebé por cesárea, se enfrentan al riesgo de truncar su carrera como deportistas de alto rendimiento, debido a que encontrar un entrenador especializado en la recuperación de una cesárea no es tan sencillo, además de ser costoso.
Debido a esto, es casi imposible que las atletas femeninas que se han sometido a esta cirugía, vuelvan a practicar un deporte de alto rendimiento; y cuando logran reintegrarse a los entrenamientos, estos suelen ser tan rigurosos, que pueden llegar a dificultar la crianza de sus hijos.
Apoyos para retomar los entrenamientos profesionales
Ante este panorama, resulta crucial que las atletas femeninas cuenten con el apoyo necesario, por parte de las organizaciones deportivas y los órganos rectores, para que puedan contar con asesores especializados que las guíen en sus entrenamientos para que puedan reintegrarse nuevamente a las competencias de élite.
Asimismo, las atletas necesitan herramientas y recursos que las ayuden a abordar el estrés que crean el embarazo y la maternidad, así como la recuperación posparto.
Y algo que no se debe dejar de lado, es la parte económica, por ello es necesario que se implementen salarios justos, con base en las habilidades, el desempeño, los logros y el impacto que una atleta tiene en determinada disciplina deportiva.
De este modo, se fomentará un entorno donde las atletas puedan prosperar e inspirar a las generaciones futuras.