La industria de la salud en América Latina se encuentra ante importantes desafíos y oportunidades de crecimiento, según revela el “Estudio de Remuneración Healthcare & Life Sciences Latam 2023-2024”, elaborado por la firma consultora de reclutamiento especializado PageGroup.
Uno de los principales hallazgos que arroja de esta investigación, es que, en el último año, más del 65% de los profesionales de la salud que cambiaron de empleo fueron mujeres.
Esta tendencia refleja el crecimiento constante de la representación femenina en este sector, específicamente, en ocupaciones como enfermería, psicología y asistencia de enfermería certificada, donde las mujeres representan más del 80% de los profesionales.
De igual manera, refiere que las empresas del sector han adoptado diversas estrategias, como la implementación de flexibilidad horaria, trabajo remoto y programas de capacitación personalizados, para atraer y retener a los profesionales de la salud.
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Derivado de lo anterior, la diversidad de género también está en aumento, sobre todo en roles desempeñados tradicionalmente por hombres, como la medicina, donde el 48% son mujeres, así como en las posiciones gerenciales donde el 43% están ocupadas por talento femenino.
Nivel de preparación académica
Cabe mencionar que, de acuerdo con los resultados del informe, el 51% de los profesionales del sector de la salud posee una licenciatura o grado, lo que demuestra una base de formación sólida.
Además, el 21% ha obtenido un máster, señalando un creciente interés por la especialización y la progresión de carrera.
Industria médica en América Latina
La investigación, arroja luz sobre las complejidades y dinámicas que caracterizan al mercado de la salud en la región Latinoamericana.
Brasil y México son los países que lideran la oferta de profesionales de la salud, gracias a sus extensas redes de instituciones educativas y programas de formación.
Según datos de LinkedIn Insights, Brasil concentra el 44% de la oferta de talento de toda la región, seguido por México con el 15%, sin embargo, su ubicación estratégica, demografía favorable y conexión con el resto de América Latina y Estados Unidos lo convierten en un destino atractivo para la inversión en dispositivos médicos.
Carol Ocampo, Senior Manager Healthcare & Life Sciences de PageGroup, resalta que el mercado laboral de salud en América Latina enfrenta desafíos únicos y cambiantes, pero también ofrece oportunidades para el crecimiento y desarrollo en la región.
“Las empresas deben adaptarse a las necesidades de los profesionales de la salud y abrazar la tecnología y la diversidad para enfrentar estos desafíos con éxito”, menciona.
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Posiciones más buscadas y mejor pagadas
La investigación de PageGroup, evidencia que las posiciones más buscadas y mejor pagadas, tanto en la industria de dispositivos médicos como en la farmacéutica, después de las posiciones de gerencia general y gerente de unidad de negocio; son las gerencias de nuevos negocios, comercial, mercadotecnia, médica y asuntos regulatorios.
En lo que respecta a los sectores de atención sanitaria y hospitalaria, presentan una demanda de contratación relativamente baja, mientras que las oportunidades en la industria farmacéutica y de Tecnologías de la Información (TI) son notablemente elevadas.
Particularmente en la industria farmacéutica, destacan también las gerencias relacionadas con el aseguramiento de la calidad e investigación y desarrollo.
La implementación de sistemas electrónicos de registro de salud ha generado una mayor necesidad de habilidades tecnológicas y de gestión de información médica, evidenciando la evolución de la industria hacia una mayor integración tecnológica.
Crecimiento del sector
La Organización Panamericana de la Salud proyecta que para 2030, la demanda de servicios de salud en América Latina aumentará un 30%.
Esto subraya la importancia de contar con una estrategia de crecimiento sostenible y adaptada a las particularidades locales.
Para impulsar el crecimiento del sector, se destaca la necesidad de invertir en tecnología médica avanzada y la superación de desafíos regulatorios en la industria farmacéutica.
Finalmente, la inversión inicial en infraestructura y tecnología podría resultar en ahorros a largo plazo y mejoras en la calidad de la atención médica.
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