Altagracia Gómez Sierra: Comprometida con los empresarios mexicanos y con el país

Por: Cynthia Michelle Hernández

México es un país con una sólida comunidad empresarial que ha demostrado una notable capacidad de resiliencia y adaptación en un entorno económico global de constantes cambios. Los empresarios mexicanos se destacan no sólo por su innovación y creatividad, sino también por su capacidad para buscar el cambio y aprovechar oportunidades en diversos sectores de la economía.

Altagracia Gómez Sierra, presidenta del Consejo de Administración de la Promotora Empresarial de Occidente (PEO) es una de las mujeres más destacadas del panorama empresarial mexicano contemporáneo. Con una trayectoria impecable, se ha consolidado como una líder visionaria en múltiples sectores.

Es abogada y obtuvo tres menciones honoríficas por la Escuela Libre de Derecho, completó varios programas académicos en Oxford Royale Academy y Harvard Business School. Nacida y criada en un entorno donde la perseverancia y el trabajo duro eran valores fundamentales, ha llevado esos principios a su estrategia empresarial.

Altagracia Gómez representa la tercera generación de un conglomerado que abarca las marcas Dina, Minsa, Almer, AP Solutions, Campo Fino y Siembra Capitales, participando en sectores desde el de la tortilla hasta transporte, inmobiliario, almacenamiento y logística.

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Empresas familiares en México

En entrevista, Altagracia Gómez expresó que la supervivencia de las empresas es uno de los grandes retos que enfrenta el mundo, ya que más del 80% de las empresas quiebran antes de llegar a la tercera generación por situaciones como el fallecimiento del fundador, la falta de preparación o el surgimiento de un nuevo liderazgo, más que por el cambio normal de las circunstancias en el tiempo.

Refirió que las empresas familiares en México y en el mundo son la gran riqueza, ya que la cifra de éstas, internacionalmente, está por encima del 90%, aunado a que el 70% de los nuevos empleos que se crean a nivel global vienen de ellas, y en el caso de nuestro país, dijo, más del 50% del PIB proviene justo de este tipo de empresas.

“En mi familia tuvimos la suerte de siempre tener muy claro los grandes objetivos incluso las responsabilidades, pues el hecho de ser familia no es una desventaja frente a una empresa institucional siempre que haya profesionalización, y se tenga claro que las personas van a aportar, ya que una empresa no lo haces tú sola y en ese sentido la misión trasciendan en visión en ambición para todos”.

Desde su perspectiva, las empresas familiares son los verdaderos unicornios, y las que se deberían estar apoyando.

“Hay mucho por hacer para fortalecerlas, porque además tenemos que entender que para cambiar a las empresas en México cuando hablamos de temas de equidad de género, sostenibilidad, rentabilidad, e incluso de resiliencia, no se va a poder cambiar a las empresas si no se cambia a las familias, y hay mucho por hacer en la transformación de éstas para que podamos impulsar todos estos temas”.

Asesora para México

El compromiso de la presidenta del Consejo de Administración de la Promotora Empresarial de Occidente, además del crecimiento como empresaria, es también con el país, puesto que en los diálogos por la transformación impulsados por Claudia Sheinbaum, virtual presidenta, coordinó la mesa de trabajo de Desarrollo Económico Regional y Relocalización.

En ese sentido, Altagracia Gómez compartió lo importante de estos diálogos para escuchar a todos los sectores, afines o no a la nueva administración, puesto que los no allegados podrían sentirse invisibilizados hasta quizá perjudicados, y junto con Juan Ramón de la Fuente, la idea era construir planes, con personas de distintos perfiles, para contribuir a la mejor versión del país a largo plazo con tres premisas.

La primera, que la economía fue y debe transformar a la sociedad de México para que todos puedan acceder a derechos sociales, culturales y económicos; la segunda premisa es el momento de poner a México en el ojo de la globalización como en el nearshoring, pues esto permite al país la mejor oportunidad que ha tenido en décadas de lograr las metas de crecimiento, pero también de estar más cerca de la reducción de desigualdad y pobreza.

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Así la tercera era mantener y superar el activo del corto plazo sin comprometer el largo, es decir, la planeación de desarrollo económico que seguirá en construcción durante todo el sexenio con temas de recursos naturales, el talento humano que las industrias requerirán, elementos de infraestructura, pero también elementos como escuelas, vivienda social, los retos hídricos y en seguridad energética.

“La conjunción de temas permitió ver los grandes principios de inclusión, innovación de digitalización, vocaciones regionales y sobre todo de sostenibilidad que será el apellido de las inversiones que se impulsen en México en estos seis años”.

Esclareció no tener temor ante las posibles reformas que vendrán con el cambio en la silla de la presidencia, en el caso de la que se refiere al Poder Judicial, “veo que busca tres cosas: uno, combatir la corrupción que hay un consenso generalizado entre los empresarios que no se puede seguir sosteniendo los niveles de corrupción, es un tema de sistema, lo segundo que debemos procurar es garantizar la independencia y autonomía judicial y lo tercero es la profesionalización”.

Si bien había rumores de que estaría la frente de alguna secretaría, en palabras de Altagracia, el compromiso con Claudia Sheinbaum fue hacer un Plan de Desarrollo Económico Regional, que desde su parecer se cumplió con creces, porque dijo “ese plan lo hicieron todas las cámaras, las asociaciones, las empresas, llegamos a consensos en muchos de los principios que estarán rigiendo las inversiones en los próximos seis años”.

En ese sentido, argumentó que “la continuación natural de ese proyecto se dio en el Consejo Nacional de Desarrollo Regional y Relocalización, que fue lo que vine desempeñando los únicos seis meses, que me permite a mi continuar en mis empresas, y que me permite también coadyuvar con el plan de México, que es algo con lo que estamos comprometidos y en lo que también creemos. La virtud del consejo es que permite que sea intersecretarial, porque los temas del consejo son transversales”.

El éxito se trabaja día con día

Con su papel en esta importante tarea, reflexionó sobre lo esencial de la preparación para ser exitosa, por lo que preparar a las nuevas generaciones para que haya nuevas empresarias, y apoyar a las que ya están dejando su ejemplo al enfrentarse a los retos, es indispensable.

“Posibilitemos que las mujeres vivan plenamente profesional y personalmente, no sólo es la preparación también tenemos que incentivar que las niñas aspiren a más cosas; las que quieran ser mamás que lo sean y los sean plenamente, pero además si quieren ser ingenieras, abogadas, astronautas o presidentas lo puedan ser si así lo quieren”.

Sin duda, señaló Altagracia Gómez Sierra, “la reducción de las brechas hará de México un mejor país, así como también empresas más rentables, creativas e innovadoras y “diría que es un gran momento para México, para las mujeres en el país, y también para las millennials. Viene una transición de riqueza enorme en el mundo de los baby bummers a la generación millennial, que es una generación de mujeres que ya creció con todos sus derechos: económicos, políticos y civiles. En ese sentido están muy consientes de la responsabilidad de ejercerlos”.

Desde hace varios años mujeres y hombres de negocios apuestan por la nación, puesto que México tiene la potencia para cumplir con los estándares de las transnacionales.

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Logremos el crecimiento de México

Para Altagracia, siempre hay distintas oportunidades para hacer crecer las empresas, en las industrias del país hay mucho para mejorar temas de logística o en sistemas en las sociedades financieras, donde se están viendo muchos retos, y desde luego México puede estar a la altura. Destacó que hoy es el momento de México y todas las empresas pueden contribuir a que seamos un país líder indiscutible del nearshoring o del capitalismo.

“Los empresarios serán los protagonistas o ya lo son, y merecen todo nuestro respeto, apoyo y que los escuchen porque tienen algo que decir; tienen algo que aportar todos los días al país en empleos, impuestos, innovación e impactos más que positivos en la resolución de problemas sociales.

“Yo lo digo mucho, los políticos saben hablar mucho de los problemas y lo hacen ejemplar al diagnosticar, hasta proponen cosas razonables, pero los científicos y empresarios sabemos resolver problemas y aquí hay una oportunidad al tener una primera presidenta científica, pero también al aliar a empresarios que estén dispuestos a resolver los grandes problemas sociales del país, como lo saben hacer creciendo sus empresas, generando más empleos y cumpliendo con sus obligaciones sociales”.

Sin duda, Altagracia Gómez Sierra es una mujer que sabe claramente cuáles son sus responsabilidades y prioridades. No deja duda que su profesionalismo la ha llevado a cumplir sus metas, sin dejar de lado su compromiso de trabajar para tener un mejor México, pues es algo que depende de todos.

“Yo mido el esfuerzo que dedico a las cosas en métricas de valor y no de tiempo, puesto que a todo le doy el 100%; lo mejor de mi esfuerzo, no necesariamente invertir mucho tiempo, sino demostrarlo en calidad”, concluyó.

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